¿Por qué es necesario que mi gato juegue?
Los gatos son animales sumamente inteligentes y naturalmente curiosos a los que les encanta jugar.
Además de divertirles, jugar es algo que realmente necesitan porque les ayuda a mantener una buena salud tanto física como mental y es el momento perfecto para que afloren sus instintos.
Ya que, según la American Association of Feline Practitioners, como muchos gatos caseros no tienen la oportunidad de poner en acción lo que harían en la naturaleza, es decir, perseguir y cazar a sus presas, necesitan simular esta situación mediante el juego.
Por eso nosotros te damos cinco claves para jugar sanamente con tu gato:
1. Que tenga juguetes apropiados
Regresando a la idea de la naturaleza, los mejores juguetes para motivar a tu gato a jugar son aquellos que despierten sus instintos de caza: jugar a las escondidas, los ratones de mentira y la caña de pescar son ejemplos excelentes.
Una pelota que ruede fácilmente también puede emular la emoción de perseguir a una presa escurridiza y algo tan simple como el clásico cordón o listón que se mueve (puede ser una agujeta) son el deleite de muchos gatos.
Solo recuerda no dejar estos juguetes sin supervisión, pues si alguna pieza del juguete se desprende tu gatito se la podría tragar y esto puede llegar a ser peligroso.
2. Que no juegue solo
Muchas personas piensan que basta con comprar algunos juguetes y dejarlos por ahí para que sus gatos jueguen, pero están equivocados.
Aunque la novedad del objeto y su olor le puedan llamar la atención al principio, al final un objeto inerte va a aburrir a tu gato, por lo que debes involucrarte en el juego ya sea moviendo el famoso cordón o aventando su ratón de mentiras.
Es muy importante que permitas que tu gato atrape el listón, ratón o juguete en turno de vez en cuando para que así sienta que cazó a su presa o de lo contrario se sentirá frustrado (por eso hay que saber utilizar bien ciertos objetos como el láser para gatos).
3. Darle premios
Otra buena forma de motivar a tu gato a jugar es dándole deliciosos bocadillos después de cada sesión de juego para así reforzar este comportamiento.
4. Estimula su curiosidad
Nada llama más la atención de un felino que un nuevo olor o un nuevo objeto en la casa, por eso prueba utilizando nuevos tipos de juguetes o rotando los que ya tiene en el hogar.
Si utilizas siempre la misma cuerda o la misma pelota es bastante probable que tu felino pierda el interés después de algún tiempo, por eso debes variar los tipos de juego cada cierto tiempo.
5. Que jueguen desde jóvenes
Entre más joven comience a jugar el gatito, más probable será que mantenga este hábito a lo largo de su vida adulta.
¿Cómo jugar con un gato bebé?
La respuesta es muy sencilla: los gatitos bebés son súper curiosos y bastante juguetones por lo que casi cualquier tipo de juego o estímulo bastará para llamar su atención.
Solo recuerda que por muy tiernos que se vean, no uses tus manos o pies como parte de los estímulos o se acostumbrarán a morderlos y arañarlos, lo cual ya no es tan agradable cuando crecen.
¿Cómo jugar con un gato adulto?
Si el gato adulto se acostumbró a jugar desde pequeño, la respuesta sigue siendo la misma, simplemente hay que hacer uso de diferentes tipos de juguetes y estímulos para llamar su atención.
Las cosas se complican un poco más si no pudo jugar durante su etapa socializadora, en ese caso tendrás que ser muy paciente y probar con distintas estrategias como las que mencionamos más arriba:
Probar con diferentes tipos de juguetes hasta que alguno le llame la atención, darle premios y estar con él para que se sienta motivado hasta encontrar la actividad lúdica que más le guste.
¿Y cómo jugar con dos gatos… o más?
Si tienes dos o más gatos en tu casa, lo mejor es que juegues con cada uno de manera individual.
Aunque es muy probable que vayan a jugar entre ellos, los gatos tienen diferentes temperamentos y puede ser que alguno de carácter tímido o nervioso se sienta opacado por los demás.
Por eso lo mejor es darle a cada gato un poco de tiempo de manera individual, para que nadie se quede sin jugar.
Ahora que ya sabes cómo jugar con un gato, trata de hacerte un poco de tiempo para ello porque además de que es muy divertido tu minino te lo agradecerá.