La mayoría de las personas jamás harían algo que les pudiese molestar a su gato. Es más, no se les pasa por la cabeza importunar a su mascota.
Sin embargo, a veces se puede incomodar a un felino sin darse cuenta.
Hay acciones que los gatos odian de los humanos y muchas de ellas no son conocidas por los cuidadores y por ello; continuan haciéndolas sin ser conscientes de que al felino no le gustan.
Por ejemplo, no muchas personas están al corriente de los colores que odian los gatos.
A continuación se detallan estas y otras cosas que los gatos odian.
Colores que odian los gatos
Los gatos no "odian" colores de manera consciente, pero su visión del mundo es muy diferente a la de los humanos.
Los gatos tienen una visión dicromática, lo que significa que ven principalmente en tonos de azul y verde. Los colores como el rojo y el rosa les resultan indistinguibles, ya que los perciben más como grises o marrones.
Dicho esto, aunque no hay colores que odian los gatos en particular, los felinos pueden sentirse incómodos con:
- Colores neón o fluorescentes (verde neón, amarillo neón, rosa brillante): Estos colores, al ser muy brillantes, pueden resultar deslumbrantes para los gatos.
- Colores extremadamente saturados (rojo brillante, naranja intenso): Aunque los gatos no ven el rojo tal como lo percibimos, los colores saturados pueden generar incomodidad visual.
- Blanco muy brillante: Las superficies blancas que reflejan luz de manera intensa pueden ser molestas.
- Colores que reflejan luz intensa (plata o dorado brillante): Objetos con reflejos intensos pueden ser percibidos como irritantes y por lo tanto dar la sensación de que son algunos de los colores que odian los gatos.
Podría ser que los gatos eviten objetos con estos colores, pero no porque "odien" los colores en sí, sino porque podrían percibirlos como molestos o deslumbrantes.
Otras 10 cosas que odian los gatos
Los gatos, siendo animales sensibles y territoriales, pueden reaccionar negativamente a varias cosas. Algunas de las cosas que molestan a la mayoría de los gatos son:
- Los ruidos fuertes
- Los cambios en la rutina
- La indiferencia de su dueño
- Que no se respete su espacio
- Determinados olores
- El agua
- Las caricias en el vientre
- Compartir su territorio
- Hacer en un arenero sucio
- El cepillado de pelo y el corte de uñas
Sin embargo, cada gato es único, y no todos los felinos odian las mismas cosas. Puede ser que a algún gato no le molesten las caricias en la panza, por ejemplo.
Respetar su independencia y observar el lenguaje corporal de cada gato es clave para mantenerlo tranquilo y feliz.
¿Qué odian los gatos de los humanos?
A continuación se detallan las cosas que a los gatos le molestan de los humanos.
Ruidos que molestan a los gatos
Los gatos tienen el sentido del oído muy desarrollado y, por esta razón; son muy sensibles al ruido. Tanto que algunos presentan cuadros de estrés ante determinados estruendos.
Gritar, taladrar, golpear sobre algo duro... -aún sabiendo que no tienes intención de hacerle daño- les puede crear miedo y ansiedad.
Hacer en un arenero sucio
Los gatos son exigentes por naturaleza, incluso a la hora de ir al baño. A ellos les gusta tener arenero en exclusiva para hacer sus necesidades y, si puede ser, incluso dos solo (sobre todo si viven en una casa grande).
Los expertos en comportamiento felino aseguran que a los gatos no les gusta compartir baño. Por lo tanto, si en una casa habitan dos felinos; cada uno debe tener su arenero.
Además, les gusta tener la arena limpia y que su cuidador se la cambie a diario. Los más minuciosos reclamarán el cambio varias veces al día.
El cepillado de pelo y el corte de uñas
Este procedimiento se lleva a cabo por la simple conveniencia del propietario para evitar arañazos en la casa o a las personas y, sin saberlo, se está causando un sufrimiento incontenible para el gato.
Según los expertos, algunos gatos se sienten indefensos y vulnerables sin uñas. Lo mejor es proponerle al felino un rascador para mantener a raya sus uñas y evitar cortárselas.
No respetar su espacio
Cada gato debe tener una 'zona de confort' en la que puede sentirse completamente independiente y escapar de todo si así lo desea. ''Puede ser una habitación, una jaula, un armario o una caja de cartón'', relatan los especialistas en comportamiento felino.
Si un dueño respeta este deseo de estar solo, el gato se sentirá tan seguro como amado y se lo agradecerá a su propietario.
''Los gatos nunca deben estar obligados a interactuar con alguien pues normalmente esto resulta contraproducente'', aseguran los expertos.
Por qué a los gatos no les gusta que les toquen la panza
A muchos gatos no les gustan las caricias en la panza porque es una de las zonas más vulnerables de su cuerpo.
El abdomen protege órganos vitales, y al exponerlo, el gato se encuentra en una posición de mayor riesgo.
Por instinto, tienden a proteger esa área, ya que en la naturaleza, mostrar la panza puede interpretarse como una señal de sumisión o vulnerabilidad ante un posible ataque.
Cuando un gato se siente lo suficientemente cómodo para mostrar su panza, es más bien una señal de confianza. Sin embargo, esto no significa necesariamente que quieran ser tocados ahí.
Muchos gatos prefieren las caricias en áreas menos sensibles, como la cabeza, las mejillas o la espalda, donde disfrutan más el contacto sin sentirse amenazados.