Los gatos intentan a menudo comunicarse con nosotros a través de su propio lenguaje.
Pero, ¿cómo entenderlos?
A diferencia de los perros, que se suelen hacen entender en un abrir y cerrar de ojos, los gatos son más misteriosos. Sin embargo, todo es cuestión de identificar y comprender sus señales.
Una de las más comunes, por ejemplo, son los golpecitos con la cabeza, que dejan a más de un dueño preguntándose, ¿por qué mi gato me da cabezazos?
¿Por qué mi gato me da cabezazos?
En general, los gatos suelen dar cabezazos como una forma de mostrar afecto y de marcar su territorio, así que si te estás preguntando por qué mi gato me da cabezazos, hay buenas noticias.
Cuando un gato te da cabezazos, está mostrando confianza en ti, así como su deseo de establecer vínculos.
Mediante los cabezazos, el gato también podría estar marcándote con su olor, ya que las glándulas presentes en su cabeza liberan feromonas que indican pertenencia y familiaridad.
Así que la próxima vez que te pregunten por qué tienes la seguridad de que tu felino te quiere, puedes responder tranquilamente: porque mi gato me da cabezazos.
Otras señales de que mi gato me quiere
A veces es difícil de estar seguros del cariño de un gato, porque no siempre son animales expresivos.
Sin embargo, hay algunas señales que no dejan lugar a dudas:
- Ronronea. Un gato que ronronea es generalmente un gato relajado y contento.
- Se frota contra ti. Si frota su cabeza contra ti -un poco como los cabezazos-, es una forma de mostrar afecto o, puesto de una manera más felina, es una forma de decirte que eres de su propiedad.
- Te muestra su vientre. Un gato que muestra su vientre demuestra confianza en los humanos que lo rodean.
- Te limpia con la lengua. Los gatos se acicalan entre familia. Si tu gato te limpia con la lengua es porque te considera parte de su grupo social.
Señales de que mi gato está estresado
Hay diversas señales que indican que un gato está estresado.
Algunas de ellas pueden ser:
- Cambios en el comportamiento: Esto puede incluir ser más retraído o más agresivo de lo habitual, evitar la interacción con personas u otros animales, o volverse más vocal. Observa con más cuidado a tu minino ante cualquier cambio importante en su comportamiento.
- Cambios en los hábitos alimenticios: Puede ser que el gato tenga menos apetito o al revés, que coma más de lo normal.
- Marcar territorio: Los gatos pueden rociar orina en áreas de la casa para marcar su territorio cuando se sienten estresados, aunque hasta ahora nunca hayan tenido problemas para usar el arenero.
- Higiene excesiva o descuido de la higiene: Algunos gatos se lamen excesivamente cuando están estresados, lo que puede llevar a la pérdida de pelo o a la formación de zonas calvas. Otros gatos pueden descuidar su higiene personal, una señal importante porque también puede ser síntoma de enfermedad.
- Aumento de la agresividad: Un gato estresado puede mostrar comportamientos agresivos hacia las personas u otros animales en el hogar.
- Esconderse más de lo habitual: Los gatos pueden buscar lugares para esconderse cuando se sienten estresados, como detrás de los muebles, en los armarios o debajo de la cama.
Si notas alguno de estos signos en tu gato, es importante identificar qué está causando el estrés y tratar de solucionar el problema. Si el estrés persiste, es recomendable consultar a un veterinario para descartar cualquier problema de salud y ayudar al gato a tranquilizarse.
Señales de que mi gato está aburrido
Los gatos son animales curiosos y activos, por lo que es importante que tengas los estímulos adecuados para evitar el aburrimiento.
Algunas señales de que un gato está aburrido pueden ser:
- Destruye cosas: Si el gato comienza a arañar muebles, cortinas u otros objetos de la casa, podría ser una señal de que está aburrido y necesita dar salida a su energía.
- Maullidos excesivos: Los gatos pueden maullar más de lo habitual cuando están aburridos, como una forma de llamar la atención.
- Comportamiento hiperactivo: Un gato aburrido puede mostrar un comportamiento hiperactivo, como correr de un lado a otro de la casa sin una razón aparente. Hay que tener cuidado con esta señal, pues a veces un gato puede mostrar estos comportamientos de manera esporádica, sin que sea síntoma de un problema. La dificultad viene cuando se presenta de forma recurrente.
- Apatía: Por supuesto, un gato aburrido también puede mostrar signos de apatía, como pasar largos períodos de tiempo durmiendo o simplemente recostado sin interés en su entorno.
- Buscar atención constantemente: Un gato aburrido puede buscar constantemente la atención de sus dueños, tratando de interactuar de diversas maneras para combatir el aburrimiento.
- Se acicala excesivamente: Algunos gatos pueden empezar a lamerse en exceso cuando están aburridos, lo que puede llevar a problemas de piel o trastornos relacionados con el estrés.
Para mantener a un gato entretenido y estimulado, es necesario proporcionarle juguetes adecuados, dedicar tiempo para jugar con él todos los días, ofrecerle áreas para trepar y explorar -ya sea en interior o exterior-, e incluso considerar la posibilidad de introducir un compañero felino.