La noche del 2 de julio era cerrada. Una patrulla de la Guardia Civil avanzaba por un camino rural de Bulbuente (Zaragoza) cuando un pequeño perro irrumpió en su trayecto.
Era un yorkshire de nombre Lucas, visiblemente alterado, que ladraba sin parar llamando la atención de esos desconocidos para que le ayudaran. Los agentes no imaginaban que el perro estaba a punto de guiarlos hasta su humano herido.
Su yorkshire le salva la vida en Zaragoza
Lucas los condujo hasta el borde del camino, donde los guardias comenzaron a oír quejidos entre los matorrales. Al inspeccionar la zona, descendieron por un talud de tres metros cubierto de zarzas y maleza.
Allí, tirado en el suelo, encontraron a un hombre desorientado y con múltiples heridas en la cara, rodillas y codos, además de una hemorragia en la nariz y la boca.
El herido les explicó que había salido en busca de su perro y que, al caer por el desnivel, quedó atrapado sin poder moverse durante horas. Lucas, lejos de alejarse, se mantuvo cerca del lugar hasta que consiguió pedir ayuda a su manera.
La Guardia Civil activó de inmediato a los servicios de emergencia y a los Bomberos de Tarazona, que rescataron al hombre en camilla. Fue trasladado al centro de salud de Borja y posteriormente a un hospital de Zaragoza, donde permanece ingresado con pronóstico reservado.
Lucas, fiel hasta el final, no se apartó en ningún momento del lugar del accidente. A petición del propio herido, fue llevado por los agentes a casa, tras asegurarse de que su labor heroica había terminado.
Desde la Guardia Civil subrayan la importancia de la rápida actuación y la colaboración entre cuerpos, y destacan el papel clave que jugó este valiente yorkshire para salvar a su mejor amigo.
