Cuando un minino llega a una casa en la que ya vive un perro, hay que hacer las presentaciones de forma adecuada y lentamente, para que, en el futuro, la convivencia sea perfecta y ambos puedan ser buenos amigos.
Uno de los puntos fundamentales en el mundo animal es el olfato. Es importante dejar que el gatito explore y olfatee; que ambos animales, poco a poco, empiecen a olerse y a acercarse y conocerse, entre otras recomendaciones.
Un dálmata con mucha paciencia
Parece ser el caso de este par de peludos, protagonistas de un vídeo publicado en Youtube por Jennifer Potts. El gato, un bebé llamado Cleo, explora, no hay duda: se acerca al perro, lo huele, salta… ¿Le “pega”? Son pequeños manotazos para llamar su atención y jugar, seguro.
De lo que no hay duda es de que el dálmata, llamado Louie, es un santo: pues se queda prácticamente quieto y se deja “torear” por su nuevo compañero de piso.
Y es que, esta raza se caracteriza por llevarse bien con otras mascotas, además de por ser perros muy juguetones y, en el caso de este ejemplar, por su paciencia.
Con esto y con todo, el gatito debería de controlarse un poquito. ¿No crees?