Hacia las dos de la tarde del pasado martes, la Lliga Protectora D’Animals de Sabadell compartió un emotivo post. En el mismo se recogen las palabras de una mujer que había adoptado a uno de sus perritos hace 13 años.
María Consol, así se llama la susodicha, pasó por el refugio hace más de una década y adoptó a Rex. Lo que pasó a continuación lo describe ella, como nadie:
Un precioso mensaje de despedida
Les escribo este correo con sentimientos de inmenso dolor y también de alegría. Trece años atrás, en agosto del 2009, el destino nos llevó a su casa y allí encontramos quien nos enseñó, de verdad, lo que es el amor infinito. Esta es la frase que define lo que hemos recibido y también le hemos dado a nuestro querido perro REX. Entonces tenía 5 meses.
He sido madre adoptiva de un ser extraordinario que llenaría de felicidad nuestras vidas. El día 17 de este mes de febrero se fue caminando lentamente, como hacía ahora, hacia el arco iris. Era fuerte y valiente, de voz alta y poderosa y sus ladridos lo he guardado en el corazón donde tengo guardados todos los momentos de paseos, de fiestas y juegos interminables.
Poco a poco, el tiempo le mermó estas fuerzas pero siguió sus costumbres de ésta siempre a nuestro lado. Guardián del hogar y protector de nuestras almas, su color negro con el paso de los años fue haciendo mezcla con el blanco de la sabiduría y el color miel de sus ojos permanecerán en nuestra memoria, eternamente, hasta que nos volvamos a reencontrar.
Os adjunto una foto del mismo día que llegó a casa y otra tal y como era ahora. Maravilloso y único para nosotros.
Sentimos el dolor de su ausencia, pero también la alegría de compartir 13 años de su vida. Hemos sido muy afortunados de tener ese ángel en casa. Gracias a todos. Maria Consol, Madre adoptiva de Rex.
Retomamos la frase de gratitud de la Lliga: “Gracias, Maria, por dar a un animal abandonado un hogar donde ha vivido feliz”.
Casos asombrosos
