Síntomas del alzheimer en perros
El alzheimer en perros se hace llamar síndrome de disfunción cognitiva (o SDC), es una enfermedad neurodegenerativa muy similar al alzheimer humano. Tiene los siguientes síntomas:
1. Problemas de memoria
El síntoma más fastidioso y característico de la demencia o alzheimer humano. Este tipo de problema se ve sobretodo cuando el perro parece no entender algo que normalmente se le daba por sentado, como las órdenes básicas que aprende cuando es un cachorro, o incluso olvidarse de rutinas como la de la hora de pasear.
Sin duda en el alzheimer, lo más doloroso es la idea de que pueden perder parte de su memoria con personas que en principio son familiares para él. Olvida personas, experiencias y palabras aprendidas. Es como si fuera hacia atrás en su adiestramiento y volviera a ser un cachorro desconocido.
2. Fallos de concentración
Ante un problema tan grave de cognición es lógico que el perro no logre concentrarse en una tarea tanto tiempo como antes. Como bien hemos dicho, es como si volviera progresivamente a ser un cachorro otra vez. Es posible que le cueste estar atento a tus órdenes (además de porque no las entienda, porque no puede mantener la atención).
Tendremos que ser muy pacientes con él y, si sabemos que nuestro perro tiene alzheimer deberemos ser comprensivos y repetirle las cosas las veces que haga falta, sin perder los estribos.
3. Tu perro parecerá desorientado
Perdiendo memoria sobre personas, palabras y experiencias es lógico que también pierda las memorias respectivas a los lugares donde ha estado. Aunque sea el lugar más familiar del mundo para él, como su casa de toda la vida, es posible que veas que de golpe no sabe dónde está ni qué estaba haciendo.
Se puede despistar en cualquier habitación. Prueba de ello, son los perros que se paran en seco al andar y se les ve indecisos de qué camino tomar, en lugares sumamente simples y cotidianos.
4. Depresión, pocas ganas de hacer cosas
Igual que ocurre en el alzheimer humano, el perro puede dejar de tener tantas ganas de jugar. Al fin y al cabo la pérdida de memoria es muy frustrante y todo vuelve a ser nuevo para él. El malestar está garantizado y no es algo que vaya a parar.
Es posible que tu perrito se vuelva distante y por tanto, se aleje poco a poco de vosotros. Debes intentar animarlo a estar contigo, sin agobiarlo, y ser muy suaves con él.
5. Cambio repentino de conducta
Los problemas de malestar comportan con ellos cambios en la forma de ser del animal, es algo que está (casi) garantizado. Ante esta enfermedad podemos esperar que nuestro perro deje de obedecer de la noche a la mañana. Que vuelva a antiguas manías que habíamos conseguido corregir o incluso que se vuelva a hacer sus necesidades dentro de casa.
Como ya decía, vamos para atrás en el tiempo durante el síndrome de disfunción cognitiva canino.
6. Problemas de ansiedad
Cuando la enfermedad va avanzando, el perro empeora mucho. Los síntomas ya son malestar generalizado, experiencias perdidas, se siente en un lugar familiar pero extraño, con gente a menudo ya no tan familiar… Es lógico que habrá otros problemas de inestabilidad emocional.
En este momento, el perro entrará en el maravilloso mundo de la ansiedad. Lo que puede convertir cualquier perro normalmente tranquilo en un saco de nervios. La ansiedad y la inseguridad generalizadas le jugarán malas pasadas. Pasará por crisis de ansiedad, fases de estrés y por supuesto de ansiedad por separación. El perro estará mucho más sensible de lo habitual.
7. Irritabilidad
Toda esta sensibilidad lo hará difícil de tratar, y tal y como decíamos antes habrán cambios de conducta que, porqué no, comportará posibles cambios de humor y posibles señales de agresividad. Es posible que un perrito antes tranquilo y familiar se vuelva irascible y no soporte las chorradas de antes.
Ten mucho cuidado porque esta es una etapa peligrosa para los dos, y puede significar que la enfermedad ha avanzado mucho. En parte, puede tener que ver con su pérdida de memoria (y su vínculo contigo).
Qué puedes hacer tú
Después de leer todos estos síntomas, es posible que te quedes asustado y creas que no hay nada que hacer. Al contrario, ahora el perro te necesita más que nunca. Ya lo hacen ellos por nosotros cada día.
Debes ser ahora tú fiel a él. Ahora es cuando necesita que lo cuides y lo mimes. Igual que haríamos con una persona mayor, debemos apoyarlo todo lo que podamos. Posiblemente así haremos mucho más ameno el trayecto de la enfermedad.