¿Por qué mi perra tiene leche y no está embarazada?
Cuando veas que tu perra tiene leche en sus mamas no lo relaciones directamente con el embarazo. Lo primero que tienes que hacer es comprobado con el veterinario, él seguramente te dará una explicación.
Es posible que una perra segregue leche sin estar embarazada. Al fin y al cabo, la secreción de leche materna de las perras (como de cualquier ser vivo) viene de una serie de segregaciones hormonales.
Si tu perra segrega leche significa que las hormonas encargadas de ello (sobretodo la progesterona y la prolactina) se han activado por error.
Embarazo psicológico en perros, ¿es posible?
¡Sí! Un perro puede tener un embarazo falso, o psicológico, provocado por las hormonas.
Este síndrome lo sufren más de la mitad de las hembras sin esterilizar, al menos una vez en la vida. Sin embargo, se sabe que las causas pueden ser desde un desajuste provocado por un celo mal acabado, estrés o incluso el hecho de que la hayan montado muchos machos.
Durante esta etapa, es normal que a una hembra se le hinchen las mamas (ya que se llenan de leche). Y los síntomas son muy parecidos a los de un embarazo real.
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Zona abdominal inflamada.
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Cuida de sus juguetes como si fueran cachorros (conductas típicas de madre).
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Está inquieta, ansiosa.
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Cambios bruscos de conducta.
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Se esconde y no quiere salir a pasear.
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Se queja a menudo.
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Rasca el suelo y las paredes.
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Falta de apetito.
Ante un embarazo psicológico podemos esperar a que se le pasen los síntomas, más o menos en 3 semanas, o se puede actuar de inmediato.
Síntomas de un embarazo psicológico en perras
Tu perra tendrá las mismas 'consecuencias' que con un embarazo real
De hecho, el embarazo psicológico puede tener efectos parecidos en la salud de la perra al que tendría un embarazo real. La perra puede acabar con fiebre, grandes dolores y problemas derivados de los cambios corporales, como las infecciones (de lo cual hablaremos más adelante).
Si el embarazo parece alargarse más de lo habitual o si los síntomas del embarazo son muy pronunciados, hay varias cosas que podremos hacer:
- Entretenerla más con juegos y ejercicios para desestresarla.
- Evitar que se obsesione con sus cachorros quitándole los juguetes que cuida como si fueran sus hijitos.
- Aplicar un poco de alcohol alcanforado en las mamas para prevenir la mastitis.
Mastitis: una infección ligada a la segregación de leche
Si tu perra parece “sacar leche” de las mamas y no está embarazada, fíjate en si el riego de leche es constante y en si es espesa o acuosa.
Acuosa y poca cantidad: no estás viendo leche, estás viendo pus
La mastitis es una infección de las mamas que normalmente ocurre durante el embarazo real, aunque también puede ocurrir durante un embarazo psicológico.
Se origina cuando una serie de microbios entran en el orificio de la mama, expuesta y con bajas defensas.
Ante una perra con mastitis debemos evitar a toda costa que se siga estimulando las mamas, o acabará mucho peor. También será recomendable llevar a la perra al veterinario para que el doctor le recomiende el tratamiento adecuado, el cual implica, en la mayoría de los casos, fármacos.
Esterilizar a tu perrita: el mejor tratamiento
Para prevenir este tipo de problemas sólo hay una solución: la castración.
Como decíamos al principio del artículo, más de la mitad de las perras sin esterilizar son las que sufren este tipo de problemática. Por lo tanto, entendemos que al esterilizar a la perra estos problemas dejarán de ocurrir puesto que acabaremos con sus desequilibrios hormonales.
El momento ideal para esterilizar, por desgracia, suele ser antes de que la perra tenga sus primeros síntomas de segregación de prolactina. Sin embargo, algo habrá que hacer si la pobre sufre embarazos psicológicos.