Ya te hemos contado en Wamiz en qué consiste un embarazo psicológico y cuáles son las razones que llevan a que se produzcan.
Ahora vamos a ser mucho más concretos y prácticos. Tu perra se ha creído que está embarazada. La situación puede ser desesperante y muy estresante. ¿Qué podemos hacer? ¿Hay tratamiento casero para el embarazo psicológico en perros?
A pesar de que un embarazo psicológico (también llamado, pseudogestación o pseudociesis) no es ninguna patología ni enfermedad, siempre es motivo de alarma, especialmente por aquellas personas que se enfrentan a este caso por vez primera.
Incluso, en los estados más avanzados del mismo, hay perras que pueden presentar contracciones uterinas idénticas a las que se experimentan en un parto real.
¿Qué hacer ante el embarazo psicológico en perros?
El embarazo psicológico en perros, también conocido como pseudogestación o pseudociesis, es una condición en la que una perra que no está preñada muestra síntomas de embarazo.
Esto puede incluir cambios de comportamiento, aumento de peso, hinchazón de las glándulas mamarias, y producción de leche.
Algunas recomendaciones sobre qué hacer si tu perra presenta un embarazo psicológico son:
- Mantener la calma: Es importante recordar que el embarazo psicológico no es peligroso en la mayoría de los casos y suele resolverse por sí solo en unas semanas.
- Evitar la estimulación de las mamas: No tocar ni estimular las glándulas mamarias de la perra, ya que esto puede aumentar la producción de leche y prolongar el problema.
- Reducir la ansiedad: Mantener a la perra ocupada con ejercicio, juegos y otras actividades que la distraigan de su comportamiento de "anidación" o cuidado de objetos como si fueran cachorros.
- Consultar al veterinario: Como en tantas otras circunstancias lo primero que debemos hacer es poner la situación en conocimiento de nuestro veterinario para que este nos dé las directrices necesarias.
- Considerar la esterilización: Si la perra sufre de embarazos psicológicos recurrentes, es conveniente hablar con el veterinario sobre la posibilidad de esterilización. La esterilización no solo previene futuros embarazos psicológicos, sino que también reduce el riesgo de ciertas enfermedades reproductivas.
Siempre es mejor buscar orientación veterinaria para saber cómo manejar la situación, ya que cada caso puede requerir un enfoque diferente.
Embarazo psicológico en perros: tratamiento casero
El embarazo psicológico en perros puede recbir un tratamiento casero como apoyo. Aunque generalmente se resuelve por sí solo en unas pocas semanas, pero hay algunos remedios caseros y medidas que se pueden tomar para ayudar a la perra a sentirse más cómoda y acelerar la resolución del problema.
- Distraer a la perra: Aunque pueda parecer contradictorio, no sería mala idea pasar más tiempo fuera de casa, en otro lugar, para intentar que ella se vaya desapegando de ese cachorro ficticio que ha tomado como suyo y que, generalmente, puede ser un peluche cualquiera.
- Reducir la estimulación de las mamas: Evita tocar o masajear las glándulas mamarias de la perra, ya que esto puede estimular la producción de leche. Además, intenta evitar que ella misma se lama las mamas, ya que esto también puede prolongar la pseudogestación. En algunos casos se llega a sugerir el uso de un collar isabelino.
- Ajustar la dieta: Algunos expertos recomiendan reducir ligeramente la cantidad de alimento durante el período de embarazo psicológico para disminuir la producción de leche. Antes de tomar esta medida, debes consultarla con el veterinario.
- Aumentar la actividad física: El ejercicio regular puede ayudar a reducir la ansiedad y a distraer a la perra de sus comportamientos relacionados con el embarazo psicológico.
- Crear un ambiente tranquilo: Proporciona un ambiente calmado y libre de estrés para tu perra. Evita situaciones que puedan aumentar su ansiedad o hacer que se sienta insegura.
Si bien estos métodos pueden ser útiles, es importante recordar que no hay un tratamiento casero para el embarazo psicológio en perro que haga desaparecer por completo el problema. La perra necesita tiempo.
Si los síntomas persisten, empeoran, o causan molestias significativas a tu perra, es mejor consultar a un veterinario para considerar opciones de tratamiento profesional.