Mi perra me monta: ¿es normal?

Mi perra me monta

El fenómeno de la monta en perras puede tener distintas explicaciones que van más allá de la reproducción, incluyendo factores de comportamiento y respuestas a estímulos ambientales o emocionales. 

Causas de la monta en perras

El comportamiento en el que "mi perra me monta el brazo", "mi perra me monta la pierna" o incluso un peluche u otro objeto puede resultar desconcertante para los propietarios, ya que este impulso se suele asociar más con los machos que con las hembras. 

A continuación, exploraremos algunas de las causas que explican por qué las perras muestran este tipo de conducta.

Motivación sexual

La motivación sexual es una causa reconocida, aunque menos frecuente que en los machos. 

Durante el celo, o en respuesta a cambios hormonales, una perra puede comenzar a montar. Este comportamiento señala que está receptiva para el apareamiento.

Comportamiento dominante

La monta en hembras también puede indicar una actitud dominante por parte del animal. En este caso, la perra intenta establecer o reforzar su rango social, ya sea dentro de la 'manada' o frente a los humanos. 

• Afirmación del propio rango.
• Demostración de superioridad.
• Protección contra posibles rivales.

A veces, la perra puede montar a personas en un intento de desafiar la autoridad humana, lo cual puede requerir intervenciones de adiestramiento por parte de un profesional.

Estrés y frustración

El estrés o la frustración pueden llevar a la perra a montar como una forma de liberar tensión. 

Este fenómeno se observa en situaciones de ansiedad, cuando el animal busca un objeto, como un cojín o un peluche, para descargar el estrés.

Aspectos fisiológicos y psicológicos

La monta en las perras no solo se debe a patrones de comportamiento, sino que también está influenciada por componentes fisiológicos y psicológicos. 

Los cambios hormonales desempeñan un papel importante en este comportamiento. 

A nivel psicológico, montar una pierna, un brazo o un objeto puede actuar como una vía de escape para liberar la tensión emocional. 

El comportamiento agresivo o la frustración también pueden expresarse a través de este impulso. Además, el aburrimiento o la falta de estimulación física y mental pueden contribuir a que las perras desarrollen este hábito.

Mi perra me monta: qué puedo hacer

Existen varios enfoques para manejar y controlar este comportamiento en las perras, que van desde técnicas de adiestramiento hasta ajustes en su rutina diaria.

Educación

Un adiestramiento eficaz puede ayudar a minimizar o incluso eliminar la monta en perras. Usando órdenes claras y el refuerzo positivo, la perra puede aprender a canalizar su energía de otra manera:

• Emplea un 'no' firme para corregir el comportamiento de forma inmediata, sin mostrar agresividad ni brusquedad.
• Recompensa el comportamiento deseado con una caricia, unas palabras agradables o algún premio ocasional.
• Introduce juegos y actividades que mantengan ocupada a tu perra y la ayuden a sentirse atendida. 

Estimulación y ocupación

Un perro que recibe suficiente estímulo físico y mental tiene menos probabilidades de exhibir este tipo de comportamientos problemáticos. 

Estas actividades contribuyen significativamente a reducir las conductas indeseadas.

Crear cohesión y unión en la manada

Embestir también puede afectar la dinámica de varios perros que viven juntos. Entre las interacciones sociales y los conflictos, el sexo puede verse como un medio de comunicación. 

Dentro de una manada, la embestida fortalece los vínculos y asegura el estatus social. 

Si notas problemas de jerarquía entre los perros de tu hogar, es recomendable buscar la ayuda de un experto en comportamiento canino. Este profesional podrá establecer pautas adecuadas para fomentar una relación armoniosa y equilibrada dentro de la casa.

Mi perro me monta la pierna o el brazo: conclusiones

Observar el contexto y las circunstancias en que "mi perra me monta" puede ser muy útil. 

Llevar un diario de comportamiento de tu perra puede ayudarte a identificar patrones, factores desencadenantes (llegada de nuevos animales a casa, personas, cambios en el entorno) y la frecuencia de las montas.

Identificar los factores desencadenantes es esencial para tolerar o corregir la conducta a través del adiestramiento adecuado con la ayuda, si fuese necesario, de un profesional cualificado.