Controlar el ruido que hacen nuestras mascotas es parte fundamental de las obligaciones que adquirimos con ellas cuando nos convertimos en sus responsables.
En efecto, un perro que ladra mucho o que resulta muy ruidoso puede convertirse en algo verdaderamente molesto para los vecinos de un complejo residencial o de un edificio.
Te explicamos en Wamiz lo que dice la ley colombiana sobre las consecuencias de que tu perro haga mucho ruido.
Ley que regula el ladrido de los perros en Colombia
En Colombia, desde el punto de vista legal, existen divergencias acerca de hasta qué punto los vecinos de un inmueble están obligados a lidiar con los ladridos del perro del propietario de un inmueble.
Lo cierto es que nada se dice sobre el ladrido de los perros en el Código Nacional de Policía y Convivencia Ciudadana, donde se desarrolla todo un articulado orientado a regular el modo en que las mascotas, y más concretamente los perros, han de convivir con los vecinos en todo tipo de viviendas.
¿Se puede denunciar al propietario de un perro que ladra mucho en Colombia?
Por un lado, está el punto de vista de la Corte que considera que los ladridos de los perros son algo natural. Por lo que sentenció que los ladridos de los perros no son un atenuante de sanción, ya que se trata de un acto que ha de ser respetado por todos y con el que hay que transigir.
Así como los seres humanos hablamos, la Corte dictaminó que "los ladridos no son un atenuante de sanción”, se indicó entonces. Una cosa distinta es que estos ruidos sean la consecuencia directa de un maltrato ejercido por el dueño hacia su mascota.
Multa por perro que ladra mucho por maltrato animal
En este caso, tras la correspondiente denuncia y citación, el proceso administrativo puede imponer una sanción que puede ir de 5 a 50 mil salarios diarios legales vigentes. Pero siempre como consecuencia del maltrato, no del ladrido.
Ladridos de perro en urbanizaciones o copropiedades: qué hacer
“Como acto natural hay que tratar de tener paciencia y llegar a un acuerdo con los vecinos, pues el mismo malestar puede causar el llanto de un bebé y no por eso se establece una multa, solo en caso de que se presente un maltrato puede entrar la autoridad a actuar”, señalan las autoridades.
Una opinión distinta sostiene Alfonso Álvarez, director de ASURBE (Asociación de propietarios, arrendatarios y administradores de propiedad horizontal), que en la publicación vivirenelpoblado.com explicó que la Ley 675 de 2001 determina las obligaciones de los propietarios en urbanizaciones y plantea que una de sus responsabilidades es no generar ruidos que perturben la tranquilidad de los residentes.
Así, especifica Álvarez, hay varias instancias ante las que se pueden tomar medidas correctivas. En el ámbito de la copropiedad, a través del manual de convivencia y del reglamento de la copropiedad, que establece los conductos regulares y sus posibles sanciones.
Estas quedan definidas por cada copropiedad y han de ser el resultado de un debate y de un consenso que deben alcanzar los copropietarios. Si atendiendo a estas normas internas la conducta se mantuviera, a nivel externo queda la posibilidad de contactar a la Policía Ambiental y a la Sociedad Protectora de Animales.
“Si a un vecino se le comprueba que la mascota queda sola reincidentemente por largos tiempos, puede ser denunciado”, señala Jaime Trujillo Bedoya, integrante de los consejos de administración de Propiedad Horizontal.
El caso de la familia colombiana que tuvo que irse de su residencia por los ladridos de su perro
Se trata de un problema de convivencia que puede terminar incluso con los dueños de la vivienda fuera de la misma.
Fue lo que ocurrió en el caso de José Salazar, el dueño de un perro cuyos ladridos constantes lo obligaron a él y a su esposa a buscar un nuevo hogar, tal y como reveló el portal vivirenelpoblado.com.
A tres meses de que se les venciera el contrato de arrendamiento en un edificio del barrio Las Lomas (parte alta de El Poblado, en Medellín), les llegó una carta de la agencia anunciando su cancelación.
Antes de eso, a él y su pareja les llegaron muchas comunicaciones de la administración advirtiendo de que sus mascotas resultaban incómodas para la copropiedad.
Pese a que trataron de demostrar que sus mascotas no pasaban más de dos horas solas al día y que habían contratado a una empleada doméstica que se hiciera cargo de la situación en su ausencia, esto no importó.
Transcurridos unos días, se vieron obligados a trasladarse a otro lugar donde su perro causara menos problemas a la gente que vivía alrededor.
¿Qué hacer si el perro de tu vecino ladra mucho?
Lo mejor es siempre alcanzar algún tipo de acuerdo con la persona dueña de la mascota. Para limar diferencias, una buena forma de acercarnos al propietario del ruidoso peludo es darle unos cuantos consejos para que le enseñe a su mascota a respetar el silencio que debe reinar en cualquier hogar.
Una idea interesante para abordar la cuestión de los ladridos es tratar de entender el motivo por el que ladra nuestro perro.
Ansiedad por separación
Es posible que haya sufrido ansiedad por separación durante nuestra ausencia o que trate de llamar nuestra atención para jugar con nosotros o que sencillamente reclame nuestra atención durante un buen rato.
Si el perro ladra al quedarse solo, se puede probar a dejarlo en casa con algo de música para que se sienta acompañado o con juguetes que lo mantengan entretenido durante un cierto tiempo.
Ropa con tu olor
Un buen truco en estos casos suele ser dejarlo con alguna prenda vieja de ropa tuya. Tu olor tranquilizará a la mascota y aliviará los nervios de estar solo.
Si todo esto falla, es el momento de enseñarle la orden “cállate”. Para ello, como siempre, lo mejor es el refuerzo positivo.
Refuerzo positivo
Prueba enseñarle a tu perro un bote de monedas que haga ruido y su juguete favorito en el momento en el que empiece a ladrar.
Una vez guarde silencio atraído por el sonido de las monedas o por el propio objeto, pronuncia la orden “silencio”. Alábalo, felicítalo y lánzale un premio. Así sabrá que ese estado silencioso es el que deseas.
Repítelo varias veces hasta que tu mascota entienda la orden.
Recuerda en todo caso que los ladridos de nuestros perros son siempre llamadas de atención con la que nuestros compañeros quieren decirnos algo.
Así, en todo caso, no olvides llevarlo al veterinario si los ladridos persisten. Pueden ser señal de alguna dolencia y su salud es lo más importante.