Para comprender el aprendizaje en perros, antes que nada, es importante entender las diferentes técnicas de aprendizaje y cómo funciona el cerebro del perro.
Es evidente que existen varias formas de aprendizaje, entre las que se encuentra el concepto de aprendizaje para perros prueba-error:
- El aprendizaje no asociativo: el aprendizaje latente, la habituaciuón y la sensibilización.
- El aprendizaje asociativo: el aprendizaje por prueba-error, el condicionamiento clásico y el condicionamiento operante.
Aprendizaje en perros por prueba y error
Es William Thorpe, un etólogo británico, quien da en 1963 la definición de este aprendizaje:
William ThorpeEtólogo Es el desarrollo de una asociación, como resultado de un refuerzo durante un comportamiento entre un estímulo y un acto independiente. El estímulo y el comportamiento preceden al refuerzo, y el acto motor no es la respuesta inherente de este refuerzo.
Etapas del aprendizaje en perros
- En primer lugar, tenemos un estímulo condicional, que corresponde, a menudo, a una orden (un sonido, generalmente). Ese estímulo debe provocar el comportamiento deseado, al final del aprendizaje.
- Luego se completa con una estimulación incondicional, que corresponde a la recompensa, que se da para reforzar el comportamiento deseado.
- Finalmente, tenemos la respuesta del animal: al principio intenta, un poco al azar diferentes opciones, después de que le hayamos pedido algo directamente y, cuando se da cuenta de cuál es comportamiento esperado (a veces tras varios intentos), le damos la recompensa para crear la asociación.
Cómo aplicar el método de prueba y error
Para llevar a cabo correctamente el aprendizaje en perros por prueba-error, una de las cosas más importantes a controlar es el tiempo.
Lamentablemente, es el parámetro con el que pecamos más a menudo.
De hecho, como indica el nombre de este aprendizaje, llamado “asociativo”, la memoria del perro también se conoce como asociativa. Esto corresponde simplemente al hecho de que el perro llega a relacionar dos comportamientos, en su cerebro, cuando se desarrollan en el mismo momento.
A un perro le costará mucho trabajo ver la relación entre dos cosas separadas en el tiempo, incluso si hay 10 segundos entre los dos estímulos.
Al cabo de un tiempo, podemos retirar, por tanto, los estímulos incondicionales (la recompensa alimentaria): el perro es de hecho capaz de obedecer la orden por reflejo, sin tener necesidad de ver u obtener un premio.
Naturalmente no lo hacemos de golpe: para empezar hay que espaciar poco a poco las órdenes sin recompensa alimentaria, para después pararlas.
Otras formas de aprendizaje en perros
Una de las aplicaciones más comunes del aprendizaje por prueba-error es el condicionamento clásico, que habitualmente se utiliza en educación canina.
Es una técnica desarrollada en su origen por el célebre etólogo, Ivan Pavlov, durante un experimento: él presentaba a un perro la comida (estímulo incondicional) y hacía sistemáticamente sonar una campana (estimulación condicional).
Al cabo de un momento, el perro se ponía a salivar, y le daba la comida.
Poco a poco, creó la asociación entre el sonido de la campana y la recompensa, llegando al punto en el que el perro empezaba a salivar solo con escuchar la campana.
No hay un aprendizaje activo por parte del perro, porque él "juega" sobre un reflejo natural (la salivación), pero la consecuencia de reforzamiento es la misma: al final, conseguimos que un perro salive cuando suena la campana, que no tiene nada que ver con el reflejo inicial.
Esta técnica es igualmente utilizada por el perro, fuera de la educación recibida por sus amos. Es una forma de aprendizaje en perros que puede llevarse a cabo también de forma solitaria.
Clicker-training para perros
Para citar una técnica en la que el perro va a estar condicionado realizando ensayos, podemos mencionar el clicker-training.
Es igualmente una técnica que parte del condicionamiento clásico salvo que, esta vez, la primera etapa es la de asociar la recompensa con el sonido de un clicker.
Esto permite presentar la recompensa del perro con un sonido limpio y rápido, y sincronizar la recompensa con el comportamiento deseado.
Como ya hemos visto, el nivel de sincronización es muy importante para el perro, por lo que esta técnica permite ser muy preciso para guiar al animal.