Los corticoides, o corticoesteroides, se refieren a los medicamentos antiinflamatorios e inmunomoduladores que se sintetizan a partir de sustancias naturales del organismo. De forma natural el cuerpo genera una serie de hormonas, en las glándulas suprarrenales (por encima de la corteza del riñón), conocidas como corticoides y que intervienen en multitud de procesos orgánicos.
En medicina veterinaria, se modificó la estructura química de estas sustancias para potenciar su efecto terapéutico y crear fármacos destinados al tratamiento de multitud de enfermedades.
Aunque su uso está indicado en el tratamiento de muchas patologías, los corticoides en gatos pueden tener multitud de efectos adversos, por lo que es importante un buen uso y conocimiento de sus propiedades.
Cómo se utilizan los corticoides en gatos
Los corticoides tienen usos muy amplios en medicina veterinaria. Su principal característica es que poseen un potente efecto antiinflamatorio, de acción muy rápida, por lo que se observan resultados poco tiempo después de utilizarlos. Otro efecto terapéutico es que, a ciertas dosis, son capaces de regular la actividad del sistema inmune, disminuyendo su capacidad de reacción.
Esto significa que son fármacos inmunosupresores, muy útiles en ciertas situaciones donde el sistema inmunitario está descontrolado. Entre otras propiedades farmacológicas también nos encontramos con que alivian rápidamente la sensación de prurito (picor), aumentan el apetito y son capaces de regular la agresividad de neoplasias.
Si bien es cierto que poseen muchas propiedades farmacológicas y con resultados rápidos, su uso también conlleva el desarrollo de efectos secundarios para el animal. Es por esta razón que únicamente debe ser prescrito por un profesional veterinario y jamás administrar sin su asesoramiento.
Por último, podemos destacar que suelen estar indicados como tratamiento paliativo, es decir, se utilizan para aliviar la sintomatología del animal y en pocas ocasiones resuelven la enfermedad. Por esta razón, suelen acompañarse de otros medicamentos o, en su lugar, no suelen utilizarse como primera opción, ya que no eliminan el origen del problema (siempre con excepciones).
Tratamiento con corticoides en gatos
Una vez conocemos un poco más sobre el tratamiento con corticoides, veremos cuándo está indicado su uso y frente a qué enfermedades se pueden emplear. En la siguiente lista mencionamos algunos ejemplos:
-
Antiinflamatorio. Como ya hemos comentado, son un potente antiinflamatorio que muchas veces se utiliza cuando sus “primos” los AINE’s (antiinflamatorios no esteroideos) están contraindicados. Los AINE’s, utilizados durante largos periodos de tiempo, terminan por lesionar gravemente el riñón, por lo que cuando un gato presenta un fallo renal (o cualquier otra afección del riñón), los corticoides son una buena alternativa como tratamiento.
-
Enfermedad de vías respiratorias. Los corticoides se presentan en distintos formatos (comprimidos, inyectables, jarabes, etc.) entre ellos encontramos como inhaladores o nebulizadores. Son muy eficaces en enfermedades respiratorias, ya que eliminan la inflamación de las vías respiratorias rápidamente, permitiendo el paso del aire con facilidad. Un ejemplo sería para el tratamiento de asma felino.
-
Alergia. A ciertas dosis, los corticoides limitan la liberación de histamina (causante del cuadro alérgico) y limita la acción del sistema inmunitario del animal. Puede utilizarse vía tópica si se trata de una reacción alérgica en la piel; vía inhalatoria si el gato sufre alergia por respirar alguna sustancia comprometida; o vía sistémica (inyectable) si se trata de una reacción alérgica generalizada.
-
Afecciones de la piel. Suelen utilizarse en formato crema, bálsamo o pomada para ciertas reacciones en la piel. Alivia rápidamente el picor y eccema. Conoce aquí las enfermedades en la piel de gatos más comunes.
-
Lesiones oculares. Se suelen utilizar en formato colirio, ya que alivia rápidamente los signos de inflamación y picazón.
-
Enfermedades autoinmunes. Situaciones donde el propio sistema inmune del animal está atacando a las células del organismo. Se trata de enfermedades poco frecuentes, donde el objetivo es limitar la fuerza inmunitaria. Por ejemplo en casos de lupus o anemia hemolítica autoinmune, se utilizan corticoides a dosis inmunosupresoras.
-
Neoplasias. También se indican en el tratamiento de ciertos tumores, además de otras líneas terapéuticas.
-
Enfermedades orgánicas/metabólicas. Un gato puede tener un déficit de producción de hormonas corticoides por parte de sus glándulas adrenales. Esta situación se considera como Enfermedad de Addison o hipoadrenocorticismo. En el tratamiento de la enfermedad se incluye la administración de corticoides externos.
Esta lista constituye un breve resumen de los usos de corticoides en gatos, por lo que es importante destacar que existen multitud de aplicaciones terapéuticas, además de las mencionadas.
Efectos secundarios del uso de corticoides en gatos
El uso de corticoides en gatos puede acarrear ciertos efectos adversos, sobre todo si se utilizan durante largos periodos de tiempo o a dosis demasiado elevadas. No obstante, los gatos suelen ser más tolerantes a los corticoides y presentar menos reacciones negativas que otras especies, como perros o humanos. Algunos efectos secundarios del uso de corticoides en gatos son:
-
Polidipsia y Poliuria. Es decir, aumento de la sensación de sed y micción frecuente.
-
Aumento de peso (Obesidad). Los corticoides favorecen la retención de líquidos y depósito de grasas, por esta razón los gatos tienden a ganar peso en exceso.
-
Aumento del apetito. Presentan un apetito voraz e insaciable.
-
Pérdida de pelo. Zonas calvas donde además se puede oscurecer la piel.
-
Susceptibilidad a enfermedades. Al deprimir el sistema inmunitario, el animal queda expuesto a multitud de enfermedades, siendo mucho más vulnerable.
-
Déficit en la cicatrización. Vemos heridas que no terminan de cerrar aunque hagamos curas diarias.
-
Cambios de comportamiento. Tu gato puede mostrarse agresivo e irritable.
En conclusión, este artículo es meramente informativo y, en ningún caso, no se trata de una guía del uso de corticoides en gatos. El uso de estos medicamentos debe quedar única y exclusivamente, a decisión por parte de un profesional veterinario. Sus aplicaciones terapéuticas son numerosas, pero también acarrea ciertos riesgos para la salud de los gatos si no se utilizan de forma correcta.