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Cómo acariciar a un gato de manera correcta

Por Sindy Bustamante Redactora

Actualizado el

Como a todos los seres vivos, a los gatos les encanta ser mimados y que los acaricien, pero estos felinos tan especiales prefieren ser acariciados como si fuera otro gato el que los mima. Esto significa que aunque les guste ser sobados, acariciar a un gato no es como acariciar a un perro.

¿Cómo acariciar a un gato?

Los mininos son seres pacíficos, pacientes y parsimoniosos. Dedican el tiempo que sea necesario a hacer cualquier cosa, desde observar cómo se mueve otro gato por la casa, hasta acicalarse durante horas o lamer a otro animal con el que convivan. 

Por ello, para poder masajear a tu gato y que realmente lo disfrute, debes esperar a que el gato quiera ser acariciado y que te diga dónde hacerlo.

Habitualmente, se te acercará y se te restregará contra la mano con la parte del cuerpo que quiera que le acaricies y probablemente haga presión contra ella. Así, sabrás que tu gato quiere que le sobes el lomo, el costado o que le rasques sobre la base del rabo. 

Algo que debes tener en cuenta cuando tratas con gatos es su rabo; este es un claro indicativo de que algo les gusta o no. Si no sabes cómo acariciar a un gato o es la primera vez que lo haces y ves que empieza a mover el rabo, lo mejor es que pares. Es decir, es un indicativo de que al gato no le está gustando.

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Maneras de acariciar a un gato

Podemos pensar que cualquier forma de rascar a los gatos puede ser efectiva pero no es así. Los mininos son muy exigentes y tienen muy claro cómo quieren ser acariciados. Por ello, es muy importante saber cómo acariciar a un gato. 

  • Rascado: Es el más habitual, se usan los dedos y se hacen movimientos lentos sobre el pelaje y la piel del animal. 

  • Rascado con uñas: Es muy similar al rascado, con la excepción de que utilizas las uñas. Es recomendable no hacer demasiada presión si tienes las uñas muy largas ya que puedes lastimar su piel.

  • Golpeteo: Se utiliza la palma de la mano y se dan golpecitos (suaves) en zonas determinadas del cuerpo. Esto hace efecto masaje y suele gustarles un montón. 

  • Restregar: Utilizas la mano completa, la pasas sobre el gato y haces un poco de presión sobre su cuerpo.

  • Presión digital: con un dedo o dos, haces presión deslizándolo sobre zonas específicas del cuerpo del minino. 

  • Restregarse: los gatos entre ellos tienden a frotarse contra nosotros, a ellos también les gusta que restreguemos nuestra cara contra la suya, demostrando así nuestro afecto por ellos.

A la hora de saber cómo sobar a un gato, estas son un par de formas para hacerlo. Sin embargo, cada felino es diferente y siempre puedes encontrar nuevas maneras de sorprenderles y hacerles mimos. 

¿Dónde acariciar a un gato?

A los gatos les encanta ser acariciados y, como todos los mamíferos, tienen zonas en el cuerpo que son más sensibles y partes del cuerpo en las que prefieren ser acariciados.

  1. La primera y la más conocida es la parte inferior del cuello; muchos son los gatos que nos deleitan con su ronroneo mientras les rascamos ahí.

  2. El segundo de los sitios clave para rascar a un gato y que disfrute con ello es en la base del rabo en la zona del lomo. Al realizar este rascado verás cómo tu minino levanta el culete y se pone a ronronear rápidamente.

  3. La tercera zona que les encanta es la quijada. La parte lateral e inferior de la mandíbula, suelen acompañar el rascado que les hacemos con restregones por su parte para que continuemos acariciándoles. 

Estas tres zonas, son las que habitualmente prefieren que les rasquen pero no son las únicas, también les gusta mucho que les acaricien el puente de la nariz haciendo un poquito de presión y uniéndolo a la parte superior de la cabeza. 

No olvidemos que las orejas tienen un montón de músculos y terminaciones nerviosas que las hacen sensibles a ser rascadas y disfrutar bastante de los mimos. 

Todas estas zonas del gato son las preferidas por ellos para que sean acariciadas y por tanto, nos recompensarán con un ronroneo. No obstante, los mininos tienen una zona específica en la que habitualmente no quieren ser rascados.

Qué zonas evitar al rascar un gato 

La zona abdominal es habitualmente aquella donde prefieren no recibir caricias. La mayoría de los gatos reaccionan dando patadas con las extremidades  posteriores, o comienzan a mover el rabo indicando que prefieren que les rasques otra zona.

Ahora ya conoces mejor a nuestros compañeros felinos y aprenderás a acariciar a un gato de manera correcta.  Eso sí, deberás tener en cuenta que cada gato tiene unos gustos particulares.

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