La mayoría de las personas que aman, respetan y conviven con gatos jamás harían algo que les pudiese molestar. Es más, no se les pasa por la cabeza importunar a su mascota.
Sin embargo, a veces se puede incomodar a un felino de forma inconsciente. De hecho, hay acciones que los gatos odian de los humanos. Muchas de ellas no son conocidas por los cuidadores y por ello; continuan haciéndolas sin ser conscientes de que al felino no le gustan.
A continuación facilitamos una lista de cosas que los gatos aborrecen de sus cuidadores.
Cosas que odian los gatos: la lista general
- No tener un lugar adecuado y cómodo para hacer sus necesidades
- Tener el arenero sucio
- Los ruidos fuertes
- Los reproches y castigos
- La indiferencia de su dueño cuando se sienten mal
- Beber de un bol que no sea de su agrado
- Sentirse acosados
- Cortar las uñas
- La ropa y los accesorios
- La impasibilidad de su dueño ante sus necesidades higiénicas
- No respetar su espacio
- Los pepinos
- Determinados olores
- El agua
- Las caricias en exceso y/o demasiado bruscas
10 cosas que odian los gatos de los humanos
1. No tener un lugar cómodo en el que hacer sus necesidades
Los gatos son exigentes por naturaleza, incluso a la hora de ir al baño. A ellos les gusta tener arenero en exclusiva para hacer sus necesidades y, si puede ser, incluso dos solo (sobre todo si viven en una casa grande).
Los expertos en comportamiento felino aseguran que a los gatos no les gusta compartir baño. Por lo tanto, si en una casa habitan dos felinos; cada uno debe tener su arenero.
Además, les gusta tener la arena limpia y que su cuidador se la cambie a diario. Los más minuciosos reclamarán el cambio varias veces al día.
2. Los ruidos fuertes
Los gatos tienen el sentido del oído muy desarrollado y, por esta razón; son muy sensibles al ruido. Tanto que algunos presentan cuadros de estrés ante determinados estruendos.
Gritar, taladrar, golpear sobre algo duro... -aún sabiendo que no tienes intención de hacerle daño- les puede crear miedo y ansiedad.
3. Los reproches y los castigos
Por esta misma razón, los gritos y los reproches por parte de su dueño no son bien recibidos por el gato.
Forzar al felino a hacer algo o reñirle por 'desobedecer' y/o no acatar las normas es de lo más contraproducente. Según los expertos, obligarle a algo es prácticamente imposible y cualquier reprimenda en voz alta solo servirá para incomodarle y hacer que se sienta confundido y agitado.
En este sentido, recompensarlo por su buen comportamiento será la clave correcta para enseñarle algo.
4. No reconocer sus comportamientos inusuales
Por propia naturaleza, los gatos suelen ocultar su dolor cuando se sienten molestos o enfermos. Es un mecanismo habitual para no 'exponerse' ante los posibles depredadores del mundo que les rodea.
Sin embargo, y al mismo tiempo, también les enfada que sus humanos no sepan reconocer su sufrimiento. La mayoría de los tutores conocen a sus compañeros de vida mejor que nadie, por lo que si observan un comportamiento extraño (como rasguños persistentes, visitas excesivas o esporádicas a la basura o una falta de atención inusual) tendrán que acudir al veterinario para conocer la causa del malestar felino.
5. Darle de beber en un bol que no le gusta
Es muy importante que el gato esté bien hidratado, pero algunos felinos son muy exigentes y ciertas peticiones tienen que ver con el agua. Los expertos aseguran que algunos felinos pueden rechazar beber agua simplemente porque no les gusta el recipiente.
El gato siempre debe tener agua fresca a su disposición: para evitar el problema del recipiente, hay dueños que optan por una especie de fuente con motor incluido que tiene agua fresca en movimiento porque algunos felinos también odian beber agua estancada.
6. Sentirse acosados
Algunos gatos son conocidos por no ser sociales. Estos felinos necesitan su espacio y su tiempo para intimar con los humanos y estos deben respetar su innata necesidad de independencia en muchos momentos.
Es por ello que si un propietario tiene visitas en casa debe asegurarse que los visitantes respeten el espacio personal del gato. Cualquier tipo de interacción obligada del felino con un extraño -cuando lo coge, lo empuja, lo persigue jugueteando o realiza movimientos repentinos-, solo servirá para que el animal se sienta asustado e inseguro. Mantén a tus invitados a raya para que no molesten al gato.
7. Cortar las uñas
Este procedimiento se lleva a cabo por la simple conveniencia del propietario para evitar arañazos en la casa o a las personas y, sin saberlo, se está causando un sufrimiento incontenible para el gato.
Según los expertos, algunos gatos se sienten indefensos y vulnerables sin uñas. Lo mejor es proponerle al felino un rascador para mantener a raya sus uñas y evitar cortárselas.
8. La ropa y los accesorios
Los gatos, según los expertos, tienen un fuerte instinto animal que recuerda a sus antepasados más salvajes. Por lo tanto, siempre siguiendo el discurso de educadores felinos; muchos gatos se sienten incómodos cuando sus dueños los visten o les ponen accesorios.
''A veces, creemos que los gatos agradecen la ropa para combatir el frío, pero realmente se sienten mal porque les limita y obstaculiza su agilidad'', aseguran los entendidos.
9. Ignorar sus necesidades higiénicas
Cierto es que los gatos son limpios por naturaleza, pero incluso si hacen un buen trabajo por sí solos manteniéndose aseados y perfumados, a veces consideran necesario un poco de ayuda con un buen cepillado a mano, un pequeño recorte de uñas o, si es necesario, incluso un baño.
El pelo enredado les puede causar nudos dolorosos, las uñas largas pueden hacer que se queden atrapados en algunas superficies y las pulgas y garrapatas no son divertidas para nadie. Cuidar de la salud del gato es algo que el felino agradecerá a su propietario.
10. No respetar su espacio
Cada gato debe tener una 'zona de confort' en la que puede sentirse completamente independiente y escapar de todo si así lo desea. ''Puede ser una habitación, una jaula, un armario o una caja de cartón'', relatan los especialistas en comportamiento felino.
Si un dueño respeta este deseo de estar solo, el gato se sentirá tan seguro como amado y se lo agradecerá a su propietario.
''Los gatos nunca deben estar obligados a interactuar con alguien pues normalmente esto resulta contraproducente'', aseguran los expertos.
11. Caricias en exceso
Cuando el gato quiera recibir afecto, asegúrate de satisfacer su solicitud con los brazos bien abiertos. Aunque tienen fama de ser muy independientes, los gatos también necesitan amor y les gusta sentirse queridos por sus dueños.
Además siempre es bueno recordar que los cuidadores deben estar ahí para satisfacer las necesidades de su animal de compañía. Un rato de juego al lado de su tutor le aportará alegría y serenidad en su día a día a la par que mantendrá a raya su línea.