En los tiempos de calor, no debemos olvidar que los animales, igual que los niños pequeños o los ancianos, son vulnerables a las altas temperaturas.
Además, los gatos no resisten bien el calor, aunque son capaces de regular su temperatura, el calor es una de sus debilidades. Pero no te preocupes, ¡tú puedes ayudar a tu michi!
No entremos en las cosas más evidentes como dejarlo entrar a un cuarto fresco dentro de la casa, sino echemos un ojo a 7 trucos sencillos pero eficaces que van a salvar del calor a tu minino.
Los trucos para refrescar a un gato con calor
1. Cepíllalo a menudo
Los gatos mudan de pelaje cuando empieza a hacer más calor, para adaptarse mejor al clima del lugar. Si en la región del país donde vives el clima es más o menos estable, puede ser que tu gato no tenga nunca una muda muy notoria, pero en todo caso, al llegar la época de calor, pierde algo de pelo para estar más fresco.
Al cepillarlo con regularidad, le ayudas a deshacerse de ese pelo que no necesita y, por lo tanto, a tener menos calor.
2. Pasa un guante húmedo por su pelo
Moja un guante con agua fresquita y acaricia con él a tu gato en la cabeza y en la panza (si se deja). Esto le ayudará mucho a mantener una buena temperatura corporal.
3. Usa un aspersor de agua
Llena el aspersor y ponlo en el refri un rato antes de usarlo. Por supuesto que la idea no es que le eches agua en la cara al pobre michi, sino que eches gotitas encima de él, para que le caigan como una brisa suave.

4. Ponle un hielo en su tazón de agua
Un gato con calor necesita hidratarse y tomar agua fresca le va a ayudar a regular su temperatura.
Atención, que no se trata de llenar de hielos el tazoncito de tu michi, sino de poner un hielito en el agua para que esté fresca. Si tu gato toma mucha agua muy fría, podría tener dolor de estómago.
5. Ponle varios tazones de agua
Coloca estratégicamente varios tazones para tu gato: en los lugares donde pasa más tiempo, a la sombra y en lo fresquito. ¡Una buena idea para ayudarlo a tomar más agua y a regular su temperatura!
6. Moja y extiende un paño húmedo en un lugar donde entre el aire
¿No tienes ventilador? ¡No pasa nada! Abre la ventana y cuelga en ellas una tela húmeda (sábana o cortina, por ejemplo). Las corrientes de aire van a secar la tela y a refrescar todo el cuarto.
7. Pon bolsitas de gel para el dolor en el congelador
Además de servir en caso de golpes, las bolsitas de gel pueden ser los mejores aliados para un gato con calor. Pon uno abajo de su cojín favorito o abajo de una manta donde le guste acostarse.
Las fuentes también son una buena opción
Para refrescar a tu gato cuando hace calor, nada como una fuente de agua. Este tipo de artefactos permiten que los gatos tomen más agua y se mantengan hidratados.