¿Sabías que los gatos sí se bañan? No diario ni cada semana, pero sí una vez al mes o una vez cada dos meses (o más si hace frío) pero así como el cepillado, bañarlo es clave para la salud de tu gato.
Motivos para bañar a un gato
Si bien ellos mismos se acicalan, hay motivos importantes para bañar a tu gato:
- Se duerme en tu cama, por lo que prefieres que esté lo más limpio posible.
- Alguna enfermedad que requiera baños.
- Sale a la calle y se ha llenado de alguna sustancia tóxica como el anticongelante.
- Tienes un gatito bebe con pulgas (o un gato adulto).

Acostumbrar a tu gato al baño
La mejor forma de asegurarnos que nuestro gato podrá ser bañado sin problema es acostumbrando a tu gato al baño desde bebé, ya que es la etapa en la que aprende y se adapta (más fácilmente) a muchas cosas… como el baño.
Cómo bañar a un gato bebé
Confirmamos: es posible bañar a un gato bebé, incluso se puede bañar a un gato sin vacunar siempre y cuando sea en casa. La técnica es muy sencilla, pero es importante tener todo preparado.
¿Qué necesito para bañar a mi gatito?
Los utensilios que requerirás son:
- Una bandeja dónde quepa tu gatito y tus manos.
- Shampoo o jabón para gatos, no utilices ninguno que no sea indicado para gatos.
- Agua tibia (no caliente, no fría: agua tibia). En dos rondas: una para bañar y otra para enjuagar.
- Varias toallas.
- Una secadora que no haga mucho ruido.

Ten todo listo antes de iniciar el baño para que no tengas que dejar al gatito solo mientras consigues algo que se haya olvidado.
¡Todo listo! A bañar al gatito
Lo primero que deberás hacer es sostenerlo del pecho y sumergirlo lentamente en el agua tibia.
Después, con la mano libre, moja el resto del cuerpo de tu gatito y frótalo para que todo el pelo se moje.
En una tercera etapa pon el champú en el cuerpo del gatito y vuelve a frotar: cola, espalda, pecho, siempre evitando que la cabeza se sumerja.
¿Cuándo lavo la cara? Con la mano humedecida puedes tallarle con cuidado la carita y las orejas, no le pongas agua directamente y no dejes que caiga agua en los oídos. No le pongas jabón en los ojos ni en la cara.
Con el agua limpia enjuaga a tu gatito y quítale todo el jabón que puedas.
¡Momento de secarlo!
Usa las toallas para quitar el exceso de agua, frota con suavidad todo el cuerpo y con mucho cuidado frota la carita (idealmente usa una toallita exclusiva para la cara).
Finalmente, con la secadora en temperatura tibia, termina de secar a tu pequeño. Lanza el aire a contrapelo y desde una distancia prudente para no quemarlo.
Finalmente…
Dale un premio y mímalo para que relacione el baño con cosas positivas.
