Para la mayoría de la gente, las visitas al baño son momentos de paz y tranquilidad, pero sobre todo, momentos a solas. Pero para quienes viven con un gato, esto rara vez es así.
Los mininos parecen tener un sexto sentido para saber cuando vas al baño y se apuran a seguirte como si les fuera la vida en ello.
¿Por qué mi gato me sigue al baño?
Los gatos valoran mucho la privacidad cuando van al arenero. Les gusta que la caja de arena esté en un rinconcito tranquilo y callado, donde nadie los interrumpa ni los observe. Esto les viene de su instinto de protección, para que ningún depredador los atrape en ese momento vulnerable.
Pero cuando se trata sobre lo que un humano necesita en el baño, ¡los gatos parecen tener una idea muy distinta!
Aquí analizamos las razones por las que seguirte al baño es tan importante para tu michi.
Tu gato gato te sigue porque quiere estar contigo
Los gatos tienen fama de ser independientes y antisociales, pero cualquiera que haya convivido con uno sabe que en realidad esto no es así.
Aunque los gatos pueden ser muy solitarios en algunos casos, también les encanta estar cerca de sus humanos y no hay nada que un gato bien socializado disfrute más que acurrucarse con su persona favorita.
Y aunque te pueda sonar chistoso, nunca vas a ser un público más cautivo para las gracias de tu gato o a estar más arrinconado para rascarlo ¡¡que cuando estás en el baño!!
Es la situación perfecta para pasar tiempo de calidad juntos, o por lo menos, así lo percibe tu minino y te sigue al baño con toda la decisión del mundo.
Estar solo hace a tu gato sentirse vulnerable
Los gatos son depredadores por naturaleza y tienen intactos sus instintos de cazadores. Seguramente has notado que les encanta entretenerse con juguetes que simulan una presa y replicando los patrones de una verdadera cacería.
Quizá te sorprenderá saber que una de las principales razones por las que tu gato te sigue al baño es porque se siente vulnerable cuando no estás.
El instinto de cazador de tu gato es muy fuerte, pero como son animales pequeños, los gatos también pueden ser presas, cuando se encuentran en la vida salvaje, según explica la veterinaria Kathryn Primm.
Puesto que tú eres quien lo protege y lo alimenta en casa, estar a tu lado lo hace sentir seguro. Incluso si estás en el baño.
Los gatos odian las puertas cerradas
Todos hemos oído esa frase de que la curiosidad mató al gato y puesto que son tan pero tan curiosos, las puertas cerradas son un misterio irresistible para ellos. Eso, combinado con lo territoriales que son, hace que para un gato sea muy difícil quedarse tranquilito junto a una puerta cerrada.
Como son cazadores solitarios el territorio tiene una gran importancia para que un gato tenga éxito en sus cacerías. Por el bien de la especie, los gatos tienden a evitar el conflicto y por eso, cazan en espacios donde no van a meterse en problemas con otros felinos.
Este instinto es parte fundamental de la naturaleza gatuna y en casa tienen también un “territorio”, que marcan con su olor, ya sea por medio de las heces, la orina o rasguñando los muebles.
Cuando un gato rasca, las glándulas en sus patas liberan un olor que les indica a los otros gatos que ese es su territorio.
Para nuestros gatos, nuestra vivienda es su territorio y cuando cerramos la puerta, los estamos sacando de una parte de su territorio. Por lo que tu gato sabe, podrías estar recolectando recursos o haciendo amistad con otros gatos mientras vas al baño.
Y la curiosidad gatuna significa que no solo se plantea la posibilidad, sino que tiene que averiguarlo.
A los gatos les encanta el agua que fluye
Contrariamente a la creencia general de que los gatos odian el agua, y aunque te sorprenda, a muchos les encanta ver el agua correr.
Lo que suele no gustarles es la sensación de estar mojados, pero una gotita que cae en el lavabo o en la regadera es suficiente para despertar la curiosidad y el interés de un gato, estimulando su instinto y haciendo que respondan al movimiento.
Además de su interés por el agua, los baños por lo general están llenos de juguetes interesantes y divertidos, o al menos eso consideran los gatos. Papel de baño, pañuelos y toallas que huelen a ti, hacen del baño un lugar ideal para entretenerse todo el día, desde la perspectiva gatuna.
Cómo enseñarle a mi gato a esperarme afuera del baño
Si quieres que tu gato aprenda a esperar pacientemente afuera del baño, sigue estos pasos. Mediante el entrenamiento y reforzando positivamente sus conductas, tu gato aprenderá que las cosas buenas llegan cuando uno sabe esperar.
Asegúrate de que tiene estímulos y distracción
Empieza por darle algo estimulante como rompecabezas con comida dentro o un circuito para jugar, lejos del baño. Cuando tu gato esté entretenido usándolo, ve hacia el baño. Si no interrumpe su interacción con el juguete, dale un pequeño premio.
Prémialo por no seguirte
Cuando tu gato entienda de qué se trata, acércate un poco más al baño, dándole un premio inmediatamente si continúa interactuando con el juguete. Haz esto durante varias sesiones, al principio, dejando la puerta abierta.
Si trata de seguirte, simplemente llévalo de vuelta al juguete y anímalo a seguir jugando.
Cuando logres llegar a la puerta del baño sin que tu gato te siga, puedes entrar.
Sal inmediatamente y juega con tu gato, además dale un premio por haber conservado la calma y no haberte seguido.
Practica cerrar la puerta
Cuando tu gato sea capaz de quedarse tranquilo afuera, cierra suavemente la puerta. Ve aumentando el tiempo a lo largo de varias sesiones, aumentando gradualmente el tiempo que la puerta se queda cerrada.
Aunque es bonito estar solo de vez en cuando, creemos que la soledad en el baño está sobrevalorada. La próxima vez que tu gato te siga, fíjate bien y trata de adivinar cuál de las causas que te señalamos podría ser la que lo mueve a acompañarte.
Sospechamos que esas cariñosas y curiosas bolas de pelo solo quieren estar cerca de sus humanos favoritos.