Las aceitunas son un alimento que forma parte de nuestra gastronomía mediterránea. Las consumimos en todas sus formas: aperitivos, tapas, ensaladas, guisos, etc.
¿Los gatos pueden comer aceitunas? Si sí, ¿cuál es la cantidad recomendada?
¿Los gatos pueden comer aceitunas?
Sí, los gatos pueden comer aceitunas. No son tóxicas para ellos y, de hecho, algunos felinos sienten una especial curiosidad por estos pequeños frutos.
Sin embargo, no debemos abusar de ellas: las aceitunas deben considerarse un snack ocasional. Puedes ofrecerle a tu gato una aceituna grande o dos pequeñas una o dos veces a la semana.
¿A los gatos les gustan las aceitunas?
Aunque no es especialmente común que los gatos se interesen por las aceitunas, puede haber animales a los que les guste este fruto.
Esta posible predilección por las aceitunas parece deberse a su contenido en isoprenoides, que tienen una estructura similar a los químicos naturales presentes en el catnip o hierba gatera, que estimulan la parte del cerebro del gato particularmente receptiva a las feromonas.
Así que, si a tu gato le encantan las aceitunas, ¡no te extrañes!
Mi gato come aceitunas: ¿qué debo tener en cuenta?
Si bien los gatos pueden comer aceitunas en pequeñas cantidades y de forma ocasional, es muy importante tomar ciertas precauciones si a tu felino le da por comerlas:
- Las aceitunas deben ser lo más naturales posible. En muchas ocasiones, vienen condimentadas, con vinagre, sal, aceite y una cantidad considerable de especias perjudiciales para la salud de tu felino.
- Ocurre lo mismo con el relleno de las aceitunas y su gran contenido en sal (anchoas, agrios, etc.). Un exceso de sal puede provocar vómitos, temblores, sed extrema e incluso desmayos. En casos graves, puede conducir a insuficiencia renal aguda, especialmente en gatos con problemas cardíacos, renales o diabetes.
- Los huesos pueden causar asfixia o provocar una obstrucción intestinal si son ingeridos. Además, pueden dañar los dientes del gato o causar lesiones en su boca, pues el animal no es necesariamente consciente de la presencia del hueso.
Conclusiones
Los gatos pueden comer aceitunas, siempre y cuando tu veterinario/a te confirme que su salud se lo permite y tomando las medidas necesarias (aceitunas naturales, sin hueso, cortadas a trozos idealmente).
Observa siempre posibles efectos adversos después de su ingesta y acude a tu clínica en caso de signos de intoxicación, como vómitos, diarrea, salivación excesiva o mareos.
Por último, recuerda que no se recomienda alimentar a los gatos con aceitunas de forma regular, ya que podrían causar malestar estomacal debido a su alto contenido de grasa y sal.