Hoy nos llega la triste historia de un perro que perdió la vida con un objeto presente en todas las casas.
Recordamos el suceso para advertir a las familias sobre la necesidad de vigilar a nuestros peludos siempre que nos sea posible.
Un accidente doméstico con un paquete de patatas
El suceso, acaecido hace seis años, ocurrió de la siguiente forma: el marido de Christine llegó a casa del trabajo y, sorprendentemente, se encontró la casa mucho más silenciosa de lo habitual.
Pero se equivocaba. Sin nadie en casa, el joven Petey fue víctima de un grave accidente que le costó la vida.
¿Qué sucedió?
Petey aprovechó la ausencia de su familia para alcanzar un paquete de patatas fritas que estaba sobre la encimera.
El can quería probar, en la intimidad y sin que nadie pudiese reñirle, algunas de esas 'golosinas saladas' que tanto le gustaban.
Su desgracia llegó justo después. Tras esparcir algunas patatas por el suelo de la cocina y degustarlas tranquilamente, Petey introdujo el hocico nuevamente en la bolsa de patatas y se quedó atrapado, perdiendo la vida por asfixia.
"Petey era un perro inteligente, no entiendo por qué no logró quitarse la bolsa de patatas", lamentaba su cuidadora.
Una desgracia más común de lo que creemos
Tal y como informa la propia Christine tras realizar una investigación al respecto, "las estadísticas sobre la frecuencia con la que esto sucede son impactantes. Se informa de una media de entre tres y cinco muertes por asfixia cada semana y el 42 % de ellas se producen mientras el propietario está en la habitación de al lado".
El matrimonio se sorprendió muchísimo al conocer otras historias parecidas de numerosos propietarios caninos que habían sufrido su misma experiencia.
Nos quedamos con las hermosas palabras de advertencia de Chrissy tras la partida del perro:
"Rezo para que a ninguno de ustedes se le rompa el corazón de esta manera. Te queremos, fuiste el mejor chico del mundo y siempre recordaremos nuestros buenos momentos."
¡D.E.P., campeón!