Perro dentro de una cama (humana). Gato sobre una almohada (de su humano). Mientras que a más de uno puede que esto le horrorice, aun teniendo perro o gato en casa, la mayoría cumple con aquello de "la vida es demasiado corta para no dejar al perro subirse a la cama".
Dormir con tu perro... ¿es bueno o malo?
Y frente a aquellos que cuestionan si dormir con el perro es bueno o malo, están quienes lo tiene claro: "Es lo mejor de mi vida, que mi perrita duerma con nosotros. Es un amor tan puro… ese amor no te lo puede dar las personas", dice una de las lectoras de Wamiz España en Facebook.
Emma, Uma, Tobias, Marilyn, Greta, Chily, Rufi, Neo… y muchos más son los perros y gatos afortunados que comparten almohada y cama junto a sus humanos. O más bien… ¡las invaden! Son unos conquistadores natos.
Aquí recopilamos algunas de las fotos que habéis compartido con nosotros de esos momentos.
1. El perro apagado o fuera de cobertura
Parece que la cama de los humanos es taaan cómoda, que este perro tiene los músculos de la cara tremendamente relajados.
2. Más a gusto que en brazos
No solo se trata de conquistar la cama de los humanos, también de hacerse un rosquito entre sus brazos para mayor gustera.
3. Táctica gatuna: el arte de ignorar
A este gatito solo le falta un cartel que diga, "venga humano, vete ya a trabajar que tienes que pagar toda mi comida. Yo mantengo la cama calentita".
4. Modo no molestar
Este pitbull está hecho todo un rollito de canela calentito bajo la manta. Es posible que solo le despierte el sonido del plástico del paquete de salchichas. O no, ¡está en sueño profundo!
5. Aquí solo caben perritos
Este par de perros se coordinaron para colocarse en la cama de tal forma que sus humanos tengan que buscarse la vida fuera de ella.
6. Spa felino sobre el humano
Otro par que se pusieron de acuerdo. El humano se pone la mantita en la cama, los gatos se colocan encima casi de inmediato y uno se echa a dormir mientras el otro le acicala. Está todo estudiado.
7. Haciéndose el sueco
"¿Perdona? ¿Me hablas a mí? Entendí que querías que te guardara sitio en la cama, no que me bajara de la cama. ¿Era así, no?". Aquí, cada loco con su tema.
8. El labrador que se cree bonsái
Hay perros que no son conscientes de su gran tamaño. ¿Qué solo queda hueco en esa esquina de la cama, achuchado contra la pared? "Yo quepo perfectamente, tengo el tamaño de un bonsái". Cara de incómodo no tiene el labrador en la foto.
9. Gato sobre humano, perro acurrucado
Aquí cada uno hizo lo que mejor le venía. El gato sobre el humano, así se asegura que no se mueve de ahí. Y el perro con su espacio a un ladito. Todos contentos (al menos los peluditos).
10. Ternura evita riñas
La táctica definitiva de los perros es reflejar una imagen de ternura máxima para lograr que sus humanos estén a sus patas. No solo evita riñas, con el tiempo… ¡logran tener ese sitio de la cama por siempre jamás!
Ventajas de ser miembros de la familia ❤️.