Encontrado vagando por las calles del Bronx, un gran american bully de 60 kilos fue acogido por el refugio Animal Care Center de Nueva York.
El perrito, al que el refugio bautizó como José, llamó rápidamente la atención de los usuarios de TikTok, y fue entonces cuando un hombre de repente llegó y afirmó que se trataba de su perro perdido.
Una reunión en el refugio
Tras contactar al personal, la protectora sugirió al hombre iniciar un protocolo de reconocimiento que permitiera obtener pruebas de que el animal realmente era suyo, ya que José no tenía chip.
Al día siguiente, el hombre, de nombre Mecca, apareció en escena y tuvo por primera vez un tímido encuentro con el perro, que todavía estaba encerrado en una jaula.
Para este refugio de Nueva York, sobraban las palabras.
Cuestión de suerte
En realidad, el hombre había colocado carteles por todas partes y dedicado todo su tiempo a encontrar a su perro, cuyo verdadero nombre era Mecca Junior.
En sus redes sociales, el hombre publicaba constantemente fotografías junto a su perro, al que consideraba su verdadero doble.
Si bien esta historia terminó bien, nos recuerda la importancia de la identificación mediante microchip. Si no llega a ser por TikTok, el hombre podría no haberse reencontrado nunca con su fiel amigo.