La imagen se repite cada año y sigue encogiendo el alma: perros que hace nada dormían bajo el árbol de Navidad acaban abandonados en la calle, en protectoras saturadas o atados a una valla.
Enero se ha convertido en el mes más cruel para ellos, concentrando el mayor número de abandonos de perros en España tras las fiestas navideñas.
Enero, el mes con más abandonos de perros en España
Según datos recopilados por la Real Sociedad Canina de España (RSCE), uno de cada cuatro perros es abandonado tras la Navidad, siendo precisamente enero el mes con mayor porcentaje de abandonos, con un 8,7 % del total anual.
A pesar de las campañas de concienciación y del trabajo constante de protectoras y asociaciones animalistas, el abandono de perros y gatos sigue creciendo en España.
Solo en el último año, el abandono de animales de compañía creció un 1,85%. Una subida moderada, pero suficiente para confirmar que sigue siendo uno de los principales problemas de bienestar animal en España.
Para la RSCE no hay duda: el abandono continúa siendo la mayor amenaza para la calidad de vida de los animales de compañía.
Adoptados en Navidad… y abandonados semanas después
El contraste resulta especialmente llamativo. Mientras que enero lidera el abandono, un 16,2% de los perros se adopta justo en vísperas de Navidad.
Por este motivo, la RSCE lanza la campaña Elige quererlo siempre, no solo en Navidad, con el objetivo de sensibilizar a la sociedad y recordar que un perro no es un obsequio temporal ni un capricho, sino un compromiso que dura toda su vida.

Un compromiso que va mucho más allá de las fiestas
Desde la Real Sociedad Canina de España insisten en que, antes de adoptar o comprar un perro, es fundamental informarse, analizar el propio estilo de vida y asegurarse de poder cubrir sus necesidades físicas, emocionales y educativas a largo plazo.
Mensaje respaldado también por profesionales del sector, como la Fundación DingoNatura, que recuerdan que adoptar es un acto de amor, pero también de responsabilidad.
Reflexionar, informarse y pedir asesoramiento a protectoras y profesionales son pasos clave para evitar decisiones impulsivas que, semanas después, terminan con perros abandonados tras la Navidad.
Mientras las familias guardan las luces y desmontan el árbol, miles de perros pierden lo único que creían seguro: su hogar. Para ellos, la Navidad no termina con regalos, sino con abandono. Y enero vuelve a recordar que un perro no es un capricho de temporada, sino una responsabilidad para siempre.