Publicidad

perro comiendo

Polifagia, la sensación imperiosa e incontenible de hambre    

© Shutterstock / Por Gavriella Pet photography

¿Qué es y cómo detectar la polifagia en perros?

Por Sindy Bustamante Redactora

Actualizado el

La polifagia en perros es un desorden metabólico en el organismo de nuestro can con diferentes orígenes anatómicos. 

¿Quieres saber más sobre este desorden? Sigue leyendo este artículo dónde descubrirás que es la polifagia en perros, sus causas y síntomas. 

¿Qué es la polifagia en perros?

La polifagia en perros consiste en un aumento desmesurado del apetito, haciendo referencia a la cantidad de comida diaria y a la cantidad de veces que come en un día. 

Hay casos en los que a pesar de que nuestro compañero ya ha tomado su dosis diaria, se pasa el tiempo entre comidas rastreando cualquier cosa que se pueda echar a la boca o pidiéndote que le continúes dándole de comer todo el tiempo. 

Lo más importante es tener en cuenta la dosis que tu mejor amigo tiene que comer así como, tener en cuenta la actividad física que realiza para evitar enfermedades como el sobrepeso o la obesidad. 

¿Qué tipos de polifagia existen? 

1. Polifagia primaria 

La polifagia primaria habitualmente está relacionada con el apetito y con las manos de su propietario.

Hay una cambio en la funcionalidad del “centro de saciedad” haciendo que sus niveles sean más elevados y cueste más que nuestro compañero se sacie o un cambio drástico en el “centro del hambre” que viene determinado por una dosis excesiva de alimento diaria. 

Por otro lado, también decir que en la polifagia primaria nos encontramos que hay ciertas razas de perros que tienden genéticamente a tener hambre constantemente y a padecer sobrepeso, dos de ellas son el Labrador y el Golden Retriever. 

Perro reclamando comida a su dueña ©Shutterstock

2. Polifagia secundaria

Por el contrario, la polifagia secundaria viene determinada por diferentes enfermedades que puedan afectar a nuestro compañero perruno, haciendo que su equilibrio en el balance calórico se vea alterado negativamente. Además, puede hacer que la tasa metabólica basal aumente descontroladamente.  

Para la polifagia secundaria los motivos son estrictamente de salud. Nuestro compañero puede estar sufriendo en silencio de alguna enfermedad, como pueden ser: 

  • Diabetes mellitus. 

  • Hipertiroidismo.

  • Cushing.

  • Problemas en el sistema digestivo.

  • Mala absorción de los nutrientes o una infección parasitaria severa.

Otros factores que fomentan la polifagia 

Por otro lado, también hay que decir que hay diferentes fármacos que hacen que la polifagia en perros aparezca de forma muy visual. Entre ellos nos encontramos medicamentos como:

  • Glucocorticoides.

  • Diazepam.

  • Progestágeno. 

  • Anticonvulsivos (fenobarbital).

Por último y fuera de que sea ni primaria ni secundaria, hay que decir que las hembras gestantes o en periodo de lactancia, han de presentar un tipo de polifagia, que viene determinada por el alto requerimiento energético que conlleva gestar y alimentar una camada. 

Fuera de ellas, también nos encontramos con que perros de competición o de trabajo, también precisan de una mayor ingesta debido al gasto energético. Así como les pasa a los perros que viven en zonas de mucho frío, debido al gasto energético que se hace al mantenerse calientes.

Labrador poniéndose las botas con su comida ©Shutterstock

Síntomas de la polifagia en perros

Muchos son los síntomas que puede presentar nuestro can, pero no es fácil saber si estos vienen determinados por una polifagia primaria o secundaria. 

Ahora vas a poder conocer los síntomas que son más fáciles de identificar para descubrir si tu perro tiene o no polifagia. 

  • Come mucho y su peso aumenta. Esto ocurre hasta el punto en el que se nota si el can está gordo o por el contrario; por mucho que este coma su peso sigue descendiendo pudiendo llevarle a la caquexia (extrema delgadez).

  • Está apagado tanto en casa como fuera de ella. Cuando lo sacas no tolera el ejercicio y dentro de casa prefiere estar echado a jugar contigo. 

  • Come sin control hasta que vomita la comida y después quiere continuar comiendo. Además, esto lo hacen de forma voraz, sin parar de comer. 

  • Bebe mucha agua, de forma diaria y constante. Esto conlleva a que esté todo el día orinando pudiendo no aguantar hasta el horario del paseo (polidipsia y poliuria).

  • Empieza a aceptar y pedir alimentos que anteriormente detestaba. Es decir, pide comida constantemente o en la mesa cuándo antes no lo hacía y acude a la basura para coger restos.

Estos son los signos más notables que nos pueden decir que a nuestro compañero perruno le está pasando algo que no es normal. 

Si ves que tu perro padece más de uno de estos síntomas, acude en cuanto puedas a tu veterinario para que lo revise y te diga si es que a tu can le está pasando algo o si necesita empezar algún tratamiento.

 
Más sobre...

¿Te ha sido útil esta información?

¡Gracias por tu opinión!

¡Gracias por tu opinión!

Comentarios
Comentar
¿Quiere compartir este artículo?