Qué es un lanza pelotas automático para perros
Como indica su nombre, este artilugio lanza disparadas las pelotas al otro extremo de la habitación (a más de 3 metros) o del patio con un mecanismo interno.
Lo mejor de todo, es que es un juguete autónomo. Es decir, si tu perro aprende a usarlo puede estarse horas con él. Sobretodo si es un obseso de las pelotas, como los border collie.
Ventajas del lanza pelotas automático canino
1. Ideal para personas con movilidad reducida
Este tipo de juguetes son perfectos para personas con problemas corporales que les limitan la movilidad y no pueden responder a las necesidades del perro (pueden simplemente introducir la pelota en el aparato desde su silla) o para personas altamente ocupadas que no pueden estar jugando con su perro (aunque, la verdad: si has escogido tener un perro, deberías de dedicarle un mínimo de tiempo).
2. Tipos de lanzadores para perros
- Si estás pensando comprarte un lanza pelotas automático para perros, ten en cuenta que no todos te servirán. Hay algunos preparados para el tamaño de pelota de tenis estándar (lo cual es mejor, porque podrás reabastecerte de pelotas cuantas veces quieras) y hay otros que sólo usan las pelotas de su marca.
- Otras cosas que pueden hacer más divertido un lanzador son la variedad de configuraciones: por ejemplo, hay máquinas que pueden escoger una distancia y momento de lanzamiento aleatorios en cada vez. El volverse imprevisibles divierte a muchos perros, ya que si no pueden predecir qué pasará, la emoción del juego se mantiene.
Nuestra recomendación: lanzadores de pelotas con autonomía
Personalmente, recomendamos también los lanzadores que puedan ser llevados al exterior (con batería) ya que las extensiones dentro de una casa o piso pueden ser muy pequeñas, y es más divertido si el aparato puede resistir las inclemencias del tiempo. Pudiendo dejarlo en un lado del jardín para ser usado cuando el perro lo necesite.
Cómo usar el lanza pelotas con tu perro
Esta máquina no consiste sólo en enchufarla, encenderla y despedirse de tu perro. Seamos realistas: sino, no estarías leyendo este artículo.
A menudo, las cosas nuevas en un primer momento pueden no ser del agrado de nuestros perros. Y si se trata de un juguete tan complicado como este, podemos estar hablando de que por desconocimiento podrías hacer que tu perro le cogiera miedo al sonido o al olor y jamás usará el lanza pelotas.
Enseña a tu perro a usar el lanza pelotas correctamente
Lo que sí que se puede hacer es entrenar al perro para que devuelva la pelota a la máquina y hacer que la lance de nuevo. De esta forma podrá estar jugando todo lo que desee, como si se pasa el dia entero (aunque, de nuevo, es mejor que lo haga contigo si es posible).
En realidad, hay muchas formas de hacerlo. Entrenar a tu perro a que deje la pelota en el lanza pelotas puede ser muy similar al entrenamiento para que te traiga la pelota, del que ya hablamos hace tiempo. Es decir: tener dos pelotas y hacer que vaya a por una, ofrecerle la otra y cuando suelta la primera tirarle la segunda. Eso con el lanza pelotas.
Aunque si tu perro parece tener miedo ante los ruidos y movimientos de la máquina, lo mejor que podemos hacer es ir poco a poco. Por ejemplo así:
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Dejamos a nuestro perro “sentado” a cierta distancia del lanzador.
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Activamos el lanzador y este lanza la pelota.
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Posiblemente, tu perro cogerá la pelota (si no lo hace, anímalo lanzándola tú antes).
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Iremos a por nuestro perro y le pediremos que se siente y la suelte (idealmente, lo tendremos enseñado a hacerlo sin la máquina, si no iremos más lentos).
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Progresivamente, le iremos pidiendo que vaya dejando la pelota más cerca del lanzador.
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Finalmente acabaremos con el perro sentado justo delante del lanzador, desde donde esperará a que lancemos la pelota para salir disparado detrás.
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A estas alturas el perro ya entenderá perfectamente que la máquina es un compañero de juegos.
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Por último, enseñaremos al perro a dejar la pelota dentro del agujero. Para hacerlo, podemos poner nuestra mano (donde ya sabrá dejar la pelota) a la altura del agujero. Haremos varias repeticiones y poco a poco iremos retirando la mano justo en el momento en el que el perro suelta la pelota.
¡Ya está, ahora a disfrutar!