La historia de Valentina Gan, la primera perrita aviadora naval chilena, tiene altos y bajos.
Esta perrita de color café claro, mezcla de labrador y de contextura robusta fue rescatada un 14 de febrero de 2013, después de haber sido cruelmente lanzada dentro de un saco por sus antiguos dueños desde un vehículo en movimiento.
En ese entonces, una dotación militar que se trasladaba en bus fue testigo del maltrato. De inmediato asistieron a la perrita abandonada y malherida a la que bautizaron con el nombre de Valentina Gan, siendo su apellido las iniciales de Grupo Aeronaval Norte.
El grupo de las Fuerzas Armadas solicitó una autorización al comandante para poder adoptarla y este rápidamente aceptó. Fue así como esta perrita pasó a formar parte del Grupo Aeronaval Norte, donde destacó por su participación en ceremonias, recepciones y despachos de aeronaves militares.
La primera perrita aviadora naval chilena
Valentina Gan se ganó el cariño de todo el personal con el que le tocó alguna vez trabajar. Era también apodada como “la gordis” o “la Vale”.
La perrita prestaba apoyo en tierra, pero también en operaciones y tareas de rescate en el aeropuerto Diego Aracena, en la ciudad de Iquique, región de Tarapacá, al norte de Chile.
Durante 8 años, Valentina Gan fue parte integral de la dotación del Grupo Aeronaval Norte, una unidad operativa de la aviación naval bajo el mando de la Cuarta Zona Naval.
En 2017, la Armada de Chile presentó oficialmente a través de sus redes sociales a Valentina Gan, dando cuenta de su emotiva historia y, además, le otorgó el grado de cabo primero de aviación naval por sus años de servicio. La perrita se convirtió en la primera aviadora naval chilena de cuatro patas.
Dentro de sus labores al interior de la institución, Valentina Gan cumplió funciones de guardia y participó en actividades institucionales y operativos a bordo como ceremonias, recepción y despacho de aeronaves, actividades deportivas como control de ficha de capacidad física y subidas al cerro, que ayudaron a controlar su notorio sobrepeso.
Una perrita dormilona y con gusto por la ropa ajena
Cuentan quienes conocieron o tuvieron el privilegio de trabajar junto a esta tierna perrita que pese a su cargo de guardia, y que le exigía estar alerta constantemente, a veces Valentina se quedaba dormida en la oficina de operaciones del aeropuerto de Iquique.
En su hoja de vida cuenta con 3 amonestaciones, como romper tres pantalones a personal de choferes navales; sacar ropa del colgador del personal del aeropuerto y dormir en horario de trabajo (reincidente en varias ocasiones).
El último adiós a Valentina Gan
Los últimos años de Valentina Gan fueron felices y siempre estuvo rodeada de sus cuidadores, quienes se preocuparon de su bienestar hasta el último minuto.
Valentina falleció el pasado 20 de marzo de 2021 a causa de una insuficiencia cardiaca.
La dotación de las Fuerzas Armadas dio a conocer la noticia a través de redes sociales. A Valentina se le rindieron honores con un conmovedor video y mensajes como: "Valentina, los aviadores navales nunca mueren, solo montan al cielo para llegar más alto".
La perrita fue cremada y hoy sus cenizas se encuentran junto al grupo naval que la adoptó hace 8 años.