Los episodios de alergia, inflamación e incluso los accidentes son momentos que nos generan mucho pánico y tratamos al máximo de reducir el dolor y los efectos indeseados en nuestros perros.
Sin embargo, en esa búsqueda angustiosa, podemos pensar, de manera errónea, que medicamentos de uso humano se pueden usar en nuestros perros.
Uno de ellos es la dexametasona, que si bien es un medicamento que se puede encontrar en el botiquín de nuestros hogares, debe manejarse con extremo cuidado ya que a pesar de su seguridad, si es mal manejado puede producir muchos efectos adversos, especialmente en los perros.
Historia de la dexametasona
La dexametasona forma parte de un amplio grupo farmacológico conocido como corticoides o esteroides, más precisamente de los glucocorticoides.
Este conjunto de medicamentos se empezó a desarrollar en 1916. Sin embargo, los primeros estudios del efecto de las glándulas adrenales o suprarrenales y las hormonas que estas secretan se empezaron a realizar desde 1849 aproximadamente, a partir de las investigaciones de Thomas Addison.
Posteriormente, y luego de conocer los efectos de la cortisona y la hidrocortisona, se crearon medicamentos como la prednisona y la prednisolona. A partir de allí se generaron la triamcinolona y la dexametasona, que eran efectivas incluso a pequeñas dosis, pero que tenían efectos poco deseables.
¿Qué es la dexametasona para perros?
La dexametasona es un potente fármaco perteneciente a la familia de los glucocorticoides (aquellas hormonas que participan en el metabolismo de los carbohidratos) y que se producen principalmente en las glándulas adrenales, también conocidas como suprarrenales, por su ubicación anatómica.
Desde mucho antes, la dexametasona se empezó a emplear en los seres humanos y debido a sus grandes efectos con mínimo riesgo, y a que fisiológicamente los animales también producen cortisol, cortisona y corticosterona, se empezó a emplear en la medicina veterinaria principalmente en ovinos, caprinos, porcinos, equinos y bovinos, además de caninos y felinos domésticos.
¿Cómo actúa la dexametasona para perros?
Luego de ser suministrada, independientemente de la vía de administración, la dexametasona atraviesa la membrana de las células.
A través de la unión a un tipo de receptores específicos reduce las respuestas inmunológicas e inflamatorias al impedir la fabricación de las proteínas que intervienen en la respuesta inflamatoria e inmunitaria del cuerpo.
Su acción es duradera y tiene una potencia elevada, lo cual hace que sea un medicamento frecuentemente elegido para reducir la inflamación.
¿Para qué se usa la dexametasona en perros?
Por su mecanismo de acción, la dexametasona es el fármaco de elección para el tratamiento de inflamaciones, alergias o en caso de accidentes que cursen con hemorragias y aumento de tamaño de moderado a grave.
En los perros se usa principalmente para el tratamiento de:
- Inflamación de miembros como: artritis, tendinitis, entre otros.
- Problemas dermatológicos como: dermatitis, comezón, alergias, etc.
- Inflamación del tracto respiratorio.
- Alergias generales.
- Tratamientos antitumorales.
- Estrés de diferentes causas.
- Episodios febriles.
- Traumatismos que cursan con inflamación.
- Como tratamiento analgésico y antiinflamatorio luego de intervenciones quirúrgicas.
- Inflamación ocular y de los oídos por problemas comunes como la otitis en perros.
Presentaciones de la dexametasona para perros
Ya que este es uno de los medicamentos más efectivos y más comúnmente empleados en la medicina humana, muchas de las presentaciones disponibles en los seres humanos se han puesto a disposición de la medicina veterinaria.
En el caso de los perros, se pueden encontrar presentaciones inyectables (intramuscular, subcutánea, intravenosa o intraarticular), tabletas o comprimidos para tratamiento oral, colirios para tratamientos oftálmicos o de oído (junto con antibiótico) e incluso en forma de cremas o espray para tratamientos de piel.
Uso de dexametasona humana en perros
Es importante mencionar que si bien se pueden emplear los medicamentos de uso humano, lo ideal es hacer uso de los que están específicamente diseñados para los perros, ya que tienen la concentración y los componentes que pueden ser inofensivos para ellos.
Dosis de la dexametasona para perros
A pesar de que la seguridad y efectividad de la dexametasona en los perros es alta, este medicamento puede presentar efectos adversos que pueden llegar a ser graves.
Debido a esto, es importante que sea el médico veterinario quien recete la dexametasona a tu perro y que elija la presentación y dosificación necesaria.
Automedicar a tu perro con dexametasona puede traer consecuencias graves de salud para él.
La dosis dependerá principalmente de la forma de presentación del medicamento, el peso de tu perro y la enfermedad para la cual se prescriba.
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Inyectable
La dosis sugerida es de 0.05 a 0.2 mg por cada kg de peso de tu perro; es decir, 0.5 ml de dexametasona por cada 5 o 20 kg de peso.
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Oral
0.25 a 1 mg por kg de peso del perro.
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Colirio ótico u oftálmico
1 gota cada 12 horas.
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Piel
Depende del tamaño de la lesión y el consejo veterinario.
Usualmente los tratamientos se instauran cada 12 a 24 horas durante 5 a 7 días. La duración y la frecuencia del tratamiento dependen de la lesión a tratar y del criterio médico veterinario.
Una vez administrada, la dexametasona se empieza a distribuir por el organismo de tu perro a los pocos minutos, alcanzando altas concentraciones pasada una o dos horas (dependiendo de la vía de administración).
Posteriormente, se metaboliza en el hígado o en el riñón. El medicamento se desecha principalmente por la bilis o también por la orina.
Cómo suspender el tratamiento
En este apartado es importante mencionar que el tratamiento con dexametasona no se puede suspender abruptamente, sino que la dosis debe ir reduciéndose progresivamente para evitar mayores complicaciones.
Efectos secundarios de la dexametasona para perros
Cuando se administra dexametasona por intervalos de tiempos cortos (1 a 3 días), no suelen presentarse eventos adversos.
En tratamientos prolongados (5 a 7 días), se pueden observar diferentes problemas no deseados.
Será el médico veterinario quien evalúe el costo/beneficio de tratar a tu perro con este medicamento.
Muchas veces los efectos positivos superan con creces a los eventos negativos que tu perro pueda presentar.
Los efectos secundarios pueden ser:
- Agravamiento de la condición que se pretendía tratar.
- Inmunosupresión: es decir, una baja en las defensas del organismo de tu perro, lo que puede hacerlo más susceptible a la presentación de otras enfermedades, infección por virus o bacterias, entre otras.
- Aparición de úlceras gastrointestinales, por lo que debe administrarse luego de alimentar a tu perro. También se han reportado úlceras en los ojos cuando el tratamiento es oftálmico.
- Polidipsia: que es un apetito exagerado por agua. Para esto es importante que tu perro tenga siempre agua fresca a disposición.
- Poliuria: aumento en la frecuencia de micciones dada no solo por el consumo de agua, sino también por una potencialización de los efectos en los riñones.
- Polifagia, que es un aumento del apetito.
- Aumento de peso.
- Pérdida de la masa muscular.
- Presentación de enfermedades hormonales transitorias como síndrome de Cushing.
- Alteraciones en los valores de sodio o potasio.
- Vómito y/o náusea.
- Diarrea.
- Inapetencia o reducción en el nivel de actividad.
- Hepatitis, que puede ir de la mano con un aumento de las enzimas hepáticas (que se observa mediante exámenes diagnósticos de sangre).
- Aumento de los niveles de glucosa en la sangre.
- Retención de líquidos.
- Disminución en la velocidad de cicatrización.
- En algunos casos se han reportado cambios de comportamiento en los perros como nerviosismo, inquietud e incluso agresividad, aunque estos suelen ser raros.
Contraindicaciones de la dexametasona
A pesar de ser un medicamento relativamente seguro, existen unas enfermedades para las cuales no se aconseja el uso de la dexametasona, ya que puede agravar la condición inicial de tu perro. Algunas de ellas son:
- Alergia al medicamento o alguno de los componentes adicionales.
- Úlceras: que pueden ser en el ojo (corneales) o gastrointestinales.
- Infecciones por diferentes agentes como virus, bacterias u hongos: ya que puede disminuir la efectividad del sistema inmune para responder a estos agentes agresores.
- Enfermedades renales: como insuficiencias, inflamaciones o infecciones.
- Enfermedades cardiacas, principalmente la insuficiencia cardíaca.
- Sarna demodécica.
- Osteoporosis.
- Animales que tengan depresión del sistema inmune.
- Perros con diabetes mellitus.
- No suministrar a perras gestantes o lactantes: puede causar malformaciones en los cachorros, abortos o reducción en la producción de leche.
- No se debe usar tampoco en cachorros durante las primeras semanas de vida o en adultos mayores.
- Si tu perro está siendo tratado con otros medicamentos antiinflamatorios, es importante consultarlo con el médico veterinario.
Sobredosis de dexametasona en perros
Es importante seguir las instrucciones del médico veterinario al pie de la letra, para evitar cualquier problema por sobredosis de dexametasona en tu perro.
Los principales efectos por sobredosis se refieren a intoxicaciones que pueden cursar con:
- Daños en el hígado o en el riñón.
- Dolor abdominal.
- Vómito y diarrea con sangre.
- Pérdida del apetito.
- Deshidratación.
- Mucosas pálidas.
- Taquicardia.
- Incoordinación y/o convulsiones.
Precio al público de la dexametasona para perros
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Precio en Argentina:
Los precios pueden variar de acuerdo con la presentación del producto. Estos oscilan entre los 350 y los 2.000 pesos argentinos.
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Precio en Chile:
Aproximadamente, entre los 4.000 y los 10.000 pesos chilenos, dependiendo de la presentación farmacológica deseada.
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Precio en Colombia:
Aproximadamente, 2.000 y 22.000 pesos colombianos, de acuerdo con la presentación formulada.