Entre mayo y junio comienza la cosecha de habas; los dueños de perros se enfrentan, por tanto, a la pregunta habitual, que se plantea con muchos alimentos: ¿los perros pueden comer habas?
Al pertenecer a la familia de las leguminosas, podría parecer que, como las lentejas, los guisantes o los garbanzos, las habas son un buen equilibrio entre energía y calorías.
De hecho, las legumbres pueden ser una fuente de fibra, minerales y vitaminas, útiles respectivamente para nutrir la flora bacteriana intestinal del perro y aportar los micronutrientes necesarios que no siempre son suficientes en las dietas a base de proteínas animales, características de la alimentación general de los perros.
Sin embargo, en el caso de las habas, el argumento es algo distinto, y a continuación veremos por qué.
¿Los perros pueden comer habas?
La respuesta es no: las habas son malas para los perros y, además, no las necesitan. Quizá ante esta respuesta categórica surja la duda, ¿cómo es posible, si los perros puedan comer otras legumbres sin problema?
La razón reside en una proteína específica, perteneciente a la familia de las lectinas, que abunda especialmente en las habas, debido a su tamaño y al grosor y dureza de la cáscara de sus semillas.
Esta proteína se llama fitohemaglutinina, pero también se conoce por las siglas PHA (Phytohaemagglutinin) y es tóxica para el perro, especialmente para el estómago y los intestinos: el can no puede metabolizarla correctamente, y sufre graves consecuencias inmediatamente después de comerla.
Llegados a este punto, surge la pregunta: ¿se aplica esto a todas las formas en que las habas son comestibles para el ser humano, tiernas, secas o cocidas? Respondamos también a eso.
¿Pueden comer habas los perros si están tiernas?
Definitivamente no. Las habas tiernas son las más peligrosas para los perros, ya que la fitohemaglutinina que contienen sus semillas, al no haber sido cocidas, no ha aumentado su digestibilidad, lo que resulta extremadamente difícil para el sistema digestivo del perro.
¿Pueden los perros comer habas secas?
Las legumbres secas en general deben evitarse por su alto contenido en almidón y su carencia de vitaminas.
Además, las fibras que contienen las habas pueden irritar el intestino y crear problemas, sobre todo si no se mastican, cosa que hacen a menudo los perros, debido a su afán por tragar el bocado.
¿Los perros pueden comer habas cocidas?
Solo después de una cocción prolongada y profunda se podría considerar la posibilidad de dar habas al perro en platos caseros, por las razones expuestas anteriormente.
Sin embargo, las reacciones de un perro al comer habas, incluso cocidas, pueden ser muy variables y cambiar de intensidad de un ejemplar a otro.
Por este motivo, en Wamiz nos vemos obligados a desaconsejar el consumo de habas para perros: al fin y al cabo, basta con decir no y ofrecerle a cambio algo más seguro para su salud, como zanahorias, calabacines o hinojo, o por qué no algún otro tipo de legumbre que no sea tan tóxica para él como las habas.
¿Los perros pueden comer habas crudas?
Los perros no deben nunca comer habas crudas, ni tiernas ni secas, tanto por el riesgo de que les hagan mal como por la posibilidad de que el perro se atragante o se ahogue, especialmente con las habas secas.
Una vez más, sostenemos que las habas no son un buen alimento para un perro, pero hay que hacer especial hincapié en que las habas crudas deben evitarse a toda costa.
¿Qué pasa si un perro come habas?
Si se le dan habas a un perro, ya sean tiernas, secas o cocidas, puede experimentar síntomas de malestar como:
- Vómitos abundantes.
- Diarrea.
- Dolor abdominal.
Por tanto, es esencial mantener las habas fuera del alcance del perro, tanto si están en el huerto detrás de casa como en la cocina.
En caso de ingestión accidental de habas, y si aparece alguno de los síntomas mencionados, es aconsejable acudir inmediatamente al veterinario para evitar una intoxicación alimentaria y los consiguientes daños en el sistema gastrointestinal del perro.