El enognatismo en perros representa un defecto (genético o no) que conduce a disfunciones graves del sistema gastrointestinal.
Los problemas de malformaciones hereditarias comienzan a manifestarse a una edad muy temprana y pueden tener consecuencias inimaginables.
Naturalmente, el diagnóstico de este tipo de patologías debe realizarlo un veterinario, que expondrá los posibles problemas y soluciones para hacer la vida del cachorro lo más digna posible.
Causas del enognatismo en perros
El enognatismo en perros es una condición dental que afecta la alineación de los maxilares en la mandíbula. Los problemas que provoca el enognatismo son de naturaleza biomecánica. ¿Qué quiere decir esto?
La biomecánica estudia las fuerzas y los movimientos que actúan sobre los sistemas biológicos, y en el caso del enognatismo en perros, la maloclusión de los dientes y la falta de alineación adecuada pueden interferir con la función normal de la mandíbula al masticar y cerrar la boca.
Pero, ¿qué causa la deficiencia en la forma y consistencia de ciertos segmentos óseos en la mandíbula?
- Factores genéticos: en algunos casos, el enognatismo puede ser hereditario. Algunas razas de perros pueden tener una mayor predisposición genética a desarrollar esta condición, como el bulldog o el shih tzu.
- Malformaciones congénitas: el enognatismo también puede deberse a malformaciones congénitas, es decir, anomalías en el desarrollo de los huesos de la mandíbula durante la etapa fetal.
- Traumatismos o lesiones: lesiones o traumatismos en el área de la mandíbula pueden alterar la alineación normal de los maxilares y provocar enognatismo.
- Problemas dentales, cuando estos no crecen en la posición correcta.
Síntomas del enognatismo en perros
Durante la revisión médica, el veterinario examinará importantes aspectos estructurales del cráneo:
- El control de la simetría de la cabeza, hocico y dientes;
- Desarrollo de los dientes;
- La correcta alineación y posición de los incisivos.
Los signos de alarma que representan esta condición, además de la característica mandíbula protuberante, son:
- Maloclusión evidente: mandíbula inferior se extiende más allá de la mandíbula superior;
- Mordida incorrecta, que puede provocar un desgaste desigual de los dientes;
- Dolor o incomodidad al morder o cerrar la boca;
- Salivación y posible irritación y lesión de los tejidos orales (paladar, lengua, encías).
Sintomatología secundaria
Las consecuencias de la mandíbula sobresalida en contacto con las estructuras del paladar al cerrar la boca puede ocasionar fístulas oronasales, que son aberturas anormales entre la cavidad oral y las fosas nasales.
La única forma viable para prevenir la aparición de fístulas es corrigiendo los defectos que conducen al enognatismo a través de intervenciones veterinarias, como cirugía o extracciones dentales selectivas.
El enognatismo en perros: tipos de maloclusión
Existen diferentes tipos de maloclusión, clasificados en función de la gravedad y la relación de los maxilares: enognatismo leve, moderado y severo.
A menudo, estas desviaciones de la mordida "en tijera" son imperceptibles y muy leves y, por lo tanto, no son motivo de preocupación.
Enognatismo en perros: ¿cuándo aparece?
Tal y como hemos señalado anteriormente, enognatismo puede aparecer en diferentes momentos de la vida de un perro.
Cuando se trata de una patología congénita, el enognatismo puede estar presente desde el nacimiento del cachorro y los signos son visibles desde la temprana edad.
En otros casos, el enognatismo puede desarrollarse como resultado de un crecimiento anormal de los huesos de la mandíbula o de factores externos (lesiones, accidentes). No es hasta el crecimiento de los maxilares (alrededor de los primeros 6 meses) que el veterinario puede detectar el enognatismo.
Prognatismo mandibular: tratamiento
Tratar el prognatismo mandibular a una edad temprana es crucial. Durante el período de crecimiento y desarrollo del cachorro, los huesos y los tejidos son más moldeables.
Podemos hablar de dos tipos principales de procedimiento según la gravedad de la afección:
- Tratamiento quirúrgico: puede ser necesario realizar una cirugía para corregir la maloclusión. Esta intervención busca recolocar los maxilares en una alineación adecuada.
- En casos menos severos, se puede emplear un tratamiento más conservador, como ortodoncia, limado de dientes, pulpectomía vital (extracción de la pulpa dental) o extracciones dentales selectivas para corregir la mala alineación de los maxilares (maloclusión).
Aunque en algunos casos más severos las cirugías pueden no ser suficientes para corregir completamente el problema, estas pueden ayudar a mejorar la posición y la función de los maxilares y a mejorar la calidad de vida de tu animal.
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