El uso de un collarín en los gatos puede ser necesario en algunas situaciones, como lesiones o cirugías que requieren proteger la herida durante el proceso de recuperación.
Aunque puede parecer una tarea difícil conseguir que nuestro amigo felino se acostumbre a llevarlo, no te preocupes. Aquí te brindamos algunos consejos y recomendaciones para facilitarle la tarea tanto a ti como a tu mascota.
Elegir el collarín adecuado
Existen diferentes modelos y materiales de collarines disponibles en el mercado, por lo tanto, es fundamental elegir uno que se adapte al tamaño y necesidades de tu gato.
Materiales del collarín
Los materiales más comunes son el plástico y la tela. El plástico puede ofrecer mayor rigidez y resistencia, pero puede resultar incómodo para el animal.
La tela suave, por su parte, permite una mayor movilidad y flexibilidad, aunque no ofrece tanta protección en ciertas situaciones.
Tamaño y forma
Es crucial seleccionar un collarín que tenga un tamaño y forma adecuadas para el cuerpo y el cuello de tu gatito. Un collar ajustado debe permitir a tu mascota moverse libremente sin rozar sus orejas ni ojos.
También es importante que sea fácil de poner y quitar para buscar garantizar la comodidad de tu gato en todo momento.
Cómo ponerle el collarín a tu gato
Para colocar el collarín correctamente, sigue estos pasos:
- Asegúrate de que tu gato está tranquilo y relajado. Puedes probar acariciándolo suavemente o jugar antes con él para liberar tensiones.
- Sujeta el collarín con las manos y preséntaselo al gato lentamente, dejando que lo olfatee primero para familiarizarse con él.
- Desliza el collarín sobre la cabeza de tu gato uniéndose alrededor del cuello.
- Asegura el collarín usando su mecanismo de cierre (generalmente un velcro) y ajusta la medida para asegurar un calce cómodo pero seguro.
- Observa la reacción de tu felino ante el collarín y retíraselo si parece incómodo o agitado.
Fomentando la adaptación al collarín
Una vez que hayas colocado el collarín, es necesario hacer un seguimiento del comportamiento de tu amigo peludo y brindarle apoyo emocional para asegurar una transición sin complicaciones.
Supervisión constante
Es importante echarle siempre un ojo al gato mientras se está adaptando al collarín, ya que podría intentar quitárselo arañando o frotándoselo por cualquier superficie de la casa.
También es posible que tenga problemas para comer, beber o utilizar el arenero, por lo que debes estar pendiente para brindarle ayuda y ajustar el entorno (tamaño de arenero, altura y tipo de recipiente para comer, etc.) si es necesario.
Ofreciéndole consuelo
Tu gato puede sentirse frustrado al principio, pero puedes ayudarlo proporcionándole un área segura y cómoda donde pueda descansar, como una cama acolchada en un lugar tranquilo y alejado del ruido.
¿Cuánto vale un collarín para gatos?
Normalmente, los collarines para gatos suelen ser bastante asequibles para el bolsillo. Aunque depende de la marca, el material y otros factores, su precio suele oscilar entre los 5 € y 15 €.
Si deseas hacerte con uno, no dudes en echarle un vistazo a los precios y modelos en nuestra guía de compra sobre collarines para gatos. ¡Elige el mejor modelo!
Alternativas al collarín tradicional, precios y soluciones temporales
Si tienes dificultades para adaptar a tu mascota al collarín o simplemente buscas una opción menos restrictiva y más cómoda, existen alternativas disponibles en el mercado:
- Collarines inflables (precio: alrededor de unos 15 € o 20 €): estos collares son similares a los flotadores desechables que se usan en las piscinas infantiles y se atan alrededor del cuello del gato. Son mucho más blandos y menos invasivos, pero podrían no ser apropiados en casos específicos en los cuales es necesario evitar el acceso completo a ciertas zonas del cuerpo.
- Prendas y accesorios especializados (precio: unos 10 €): existe ropa médica diseñada específicamente para cubrir lesiones en el cuerpo y evitar que los gatos puedan lamerlas o arañarlas. Estas prendas pueden ser una excelente alternativa al collarín en determinadas situaciones, aunque es fundamental que la prenda sea adecuada para su condición. ¡Pregunta en tu clínica!
Si te encuentras en una situación donde las alternativas mencionadas no son viables, también puedes considerar utilizar soluciones temporales, como paños, tejidos o plásticos atados alrededor del área afectada para protegerla. Esto podría ser útil hasta que te llegue a casa o a la tienda el collarín apropiado.
Consulta con tu veterinario
En caso de dificultades con el collarín o cambios en el comportamiento del gato, contacta con tu veterinario para recibir orientación y ajustes en el tratamiento.
Sin embargo, con la elección adecuada del collarín, apoyo, cariño y vigilancia constante, tu amigo felino podrá superar este reto y disfrutar de una recuperación exitosa.