Aunque los gatos tienen una fama que mantener de ariscos e independientes, resulta que a muchos les gusta pasar tiempo con sus humanos. Tanto que el gato te despierta en plena noche y no te deja dormir: maullidos, llamadas de atención, pasar por encima de ti en la cama…
Hay que tener en cuenta que la mayoría de los gatos adultos pasan un 50% del tiempo durmiendo. Eso unido a una falta de actividad durante el día hará que tu gato no te deje en paz por la noche.
Mi gato me despierta por la noche, ¿qué hago?
Si tu gato te molesta por la noche, toca poner límites y enseñarle a gestionar la situación para que tengáis el mismo horario de sueño. A saber:
- Estimulación durante el día.
- Cambia sus hábitos de alimentación.
- Déjale acceso a toda la casa.
- Ignora a tu gato.
- Evita castigarle.
- Ayúdale en su adaptación.
- Y… ¿adoptar otro gato?
Cómo tranquilizar a un gato por la noche
Estimulación durante el día
Hay algo clave para que tu gato te deje en paz por la noche: mantenerlo estimulado durante el día. Facilítale actividad física en casa, por ejemplo, con un árbol rascador para gatos o juegos que estimulen su mente.
Hábitos de alimentación en gatos
Si tu gato te despierta porque tiene hambre, cambia la hora de su desayuno o dale una ración de comida antes de dormir. Aparte, es importante que pueda acceder a su comida y agua durante la noche.
Otra alternativa es disponer de un comedero automático o proporcionarle un juego de rompecabezas de alimentos para que el gato coma varias comidas más pequeñas durante el día.
Déjale acceso a toda la casa
Esos maullidos o arañazos del gato en la puerta de tu dormitorio que quitan el sueño, también pueden ser porque no tiene acceso a toda la casa. Deja que pueda ir a donde quiera sin pedírtelo.
Ignora a tu gato
A veces eso de “mi gato maúlla de madrugada” o que el gato te pise mientras duermes, encuentra su límite en que le ignores. Rechaza lo que tanto pide para no reforzar ese comportamiento.
Si para ello es preciso cerrar la puerta de la habitación, proporciona a tu gato juguetes, comida y un lugar cómodo para dormir. Así el gato estará ocupado mientras se adapta a esta separación nocturna.
No castigues a tu gato
Castigar a tu gato, más que resolver el problema, puede empeorarlo. Puede provocar respuestas de miedo y frustración que acaben en otras conductas indeseadas.
Ayúdale en su adaptación
En ocasiones los gatos recién adoptados necesitan de toda tu paciencia para adaptarse a esa nueva vida.
¿Adoptar otro gato?
Tener otro compañero felino puede ayudar a que tu gato te deje en paz por la noche.
Castrar al gato
Por otra parte, si tu gato no está castrado, sería buena idea pensar en esta opción. Las épocas de celo pueden mantener a un gato muy activo por la noche.
Por supuesto, en caso de que nada de esto sirva o consideres que algo va mal, consulta al veterinario. Es posible que tenga algún problema de salud y se haya pasado por alto.
Mi gato no me deja dormir: ¿por qué?
Que un gato te moleste por la noche, maúlle de madrugada y te despierte a diario, esconde varios motivos:
- Demasiada energía acumulada. Es lo más común. El gato se ha pasado gran parte del día durmiendo o sencillamente está aburrido y prefiere despertarte e interactuar contigo.
- Tiene hambre o sed y no tiene acceso a su comida o agua.
- Quiere salir de tu habitación o entrar en otro lugar para hacer sus necesidades.
- Quiere explorar otras zonas.
- Por costumbre. Es una conducta adquirida que no se ha corregido desde el primer momento.
- El gato o gata te despierta por la noche porque está en celo.
Mi gato demanda mucha atención
Es posible que algunas personas se animen a adoptar un gato por su afamada independencia. La sorpresa viene a veces cuando comprueban que algunos gatos demandan mucha atención.
Educadores felinos señalan la importancia de ver que los gatos tienen sus propias necesidades como individuo. Algunos gatos son muy cariñosos por naturaleza y requieren de mucho afecto.
Sin embargo, existe una diferencia entre un gato con necesidades normales y un gato que experimenta ansiedad por separación (pincha aquí para más información). Esto último suele ser difícil de diagnosticar en el caso de los gatos ya que no está tan estudiado como en los perros.