El pequeño Otto ingirió nada menos que ¡cinco chicles! Por esta razón, cuando su familia cayó en la cuenta, lo llevó de urgencia a la clínica My Family Vets en Taverham, una ciudad de la zona de Norfolk (Inglaterra).
La boca del perro "apestaba a menta", recuerda su compañera humana, Emma Turner-Fray. "Mis hijas habían comido un chicle cada una y quedaban en la bolsa dos, lo que significaba que Otto se había zampado cinco".
Xilitol, un endulzante mortal para los perros
"Es una cantidad enorme para un perro tan pequeño, los veterinarios nos dijeron que el pronóstico era muy grave", señala la mamá humana del perrito.
Esto es así porque la goma de mascar contiene xilitol, un endulzante muy venenoso para los perros que puede causar un daño hepático irreversible.
A pesar de que Otto, un perro salchicha de seis meses de edad, no mostraba síntoma alguno, fue hospitalizado durante toda la noche.
"Estábamos devastados y no pudimos dormir. Al día siguiente nos dijeron que los parámetros de Otto se habían estabilizado y que gracias a su juventud su cuerpo estaba procesando los chicles", rememora Turner-Fray.
Salvado de milagro
Otto, que durante semanas estuvo tomando medicamentos para proteger su estómago de la agresión a la que lo sometió, está sano y durante el proceso; el perrito no ha perdido un solo día su alegría de cachorro.
La moraleja de esta noticia es muy sencilla. Tienes que tener mil ojos con los alimentos que dejas a la vista de los perros.
Seguro que esta familia pensó que unos chicles de menta no serían del interés de Otto pero... se equivocaron. ¡Cuidado, hay muchos productos venenosos para nuestros amigos!