Un absceso es una cavidad donde suele acumularse pus, es una manera de protección que desarrolla el cuerpo para aislar una infección y evitar que esta se disemine en el organismo.
La pus es una secreción de tipo mucopurulento compuesta principalmente de restos de células del sistema inmune llamados leucocitos, bacterias, tejido necrótico y exudado inflamatorio.
Suele ser de color amarillo, blanco o verde y tiende a tener un olor muy desagradable.
La presencia de pus nos indica que existe una infección bacteriana en el tejido, causada principalmente por bacterias piógenas o formadoras de pus.
Una de las características de estas bacterias es que son anaerobias, es decir, que se pueden desarrollar en ambientes donde no hay oxígeno, además de producir enzimas que destruyen el tejido, provocando así más inflamación.
¿Qué tipos de abscesos puede tener un perro?
Existen diferentes tipos de abscesos, el más frecuente en la práctica clínica de mascotas es el absceso cutáneo, es decir, en la piel.
Sin embargo, también existen los abscesos de grasa o lipomas y los abscesos dentales. Te hablaremos de cada uno con más detalle.
¿Por qué aparecen los abscesos en perros?
Este tipo de absceso llega a formarse en cualquier parte de la piel, y es el resultado de que las bacterias entran en contacto con algún tipo de herida.
Cuando el perro sufre una herida, ya sea leve como una picadura de insectos o más importante como la mordida de otros perros o animales, el perro tiende a lamerse.
La saliva y la boca contienen abundantes bacterias y al lamer las heridas es muy fácil que estas ingresen e infecten los tejidos.
Características de los abscesos cutáneos
Las principales características de los abscesos cutáneos son:
- Bultos dolorosos al tacto y de tamaño variable.
- Inflamación local evidente y al tacto se siente caliente.
- Existe la presencia de líquido en el interior y debe puncionarse para determinar si el contenido es purulento u es otro tipo de secreción. Esto solamente lo puede hacer un médico veterinario.
- Existen los casos donde el absceso se revienta espontáneamente y drena. Sin embargo, aunque esto ocurra siempre es necesaria la intervención médica veterinaria.
Cómo detectar un absceso de grasa en perros
Los lipomas son tumores de tipo benigno compuestos de células grasas o adipocitos, y que suele confundirse con abscesos.
Al igual que los abscesos, es muy común que estos se desarrollen en la piel sobre todo en el tejido subcutáneo y en cualquier región del cuerpo.
Estos tumores benignos suelen ser de aspecto redondo u ovoide y al tacto son ligeramente blandos.
Cuando un perro los presenta, no hay presencia de dolor ni inflamación; son de lento crecimiento y cuando son puncionados o drenados el contenido es color blanco y de aspecto graso, no tiene olor y no son causados por bacterias.
Lo más frecuente es que aparezcan en perros de edad avanzada, sobre todo en hembras, pero se pueden detectar en cualquier edad y sexo.
Qué hacer ante un absceso dental en perros
Los abscesos dentales o abscesos periapicales son ser habituales en perros de mediana a edad avanzada que padecen enfermedad periodontal, esto debido a la falta de higiene o cuidado bucal.
El desarrollo de esta enfermedad está asociada al tipo de alimentos que damos a nuestros perros: se ha observado que alimentos con alto grado de humedad tienden a desarrollar más placa dentobacteriana y por ende la formación de sarro, a diferencia del alimento seco como las croquetas.
Para evitar estos abscesos se recomienda el lavado de dientes y la profilaxis o limpiezas dentales semestral o anual.
La enfermedad periodontal se caracteriza por la presencia de:
- Placas de sarro en los dientes.
- Inflamación de las encías.
- Halitosis o mal olor de la boca: es el principal signo de esta enfermedad.
Este padecimiento se desarrolla en distintos grados y es en los más avanzados donde se da el desarrollo de los abscesos dentales o periapicales. Es muy frecuente que este absceso se presente en la muela carnicera o cuarto molar superior, seguido de los abscesos en los colmillos superiores.
Otra de las razones por la que pueden aparecer este tipo de abscesos es por traumatismos como fisuras y/o fracturas en los dientes.
Estas pueden quedar expuestas a las bacterias existentes de la boca y propiciar la infección de la cámara pulpar lo cual generará un absceso en las raíces del diente.
Síntomas de los abscesos dentales
Los principales síntomas de abscesos dentales son:
- Dolor al comer.
- Mal aliento.
- Dolor cuando tocamos la cara o la boca del perro.
- Encías inflamadas y de color rojo.
- Sarro alrededor de la pieza dental.
- Perdida de la simetría en la cara.
- Formación de una fístula (es decir, un conducto anormal entre el interior de la boca y el exterior) en alguno de los laterales de la cara.
Muchas veces este absceso llega a drenar por la raíz de las piezas dentales. En estos casos, el pelo de la zona de la mejilla del perro puede verse apelmazado a causa de la pus y llega a verse la presencia de sangre y/o de pus además de tener un olor fétido.
En estos casos lo indicado es acudir al veterinario para que el médico evalúe las causas por las que el absceso dental se está desarrollando. Muchas veces el tratamiento consiste en realizar una limpieza dental más profunda por medio de profilaxis.
En ocasiones la enfermedad está tan avanzada que el tejido de los dientes ya se encuentra muerto, por lo que es necesario la extracción de las piezas afectadas.
Para prevenir esta patología se recomienda lavarle los dientes al can por lo menos dos veces a la semana con pasta dental exclusiva para mascotas.
¿Hay remedios caseros para el absceso en perros?
Al ser un problema infeccioso y doloroso no existen remedios caseros para tratar este padecimiento.
Lo más adecuado es acudir al veterinario debido a que los abscesos necesitan un manejo especial, así como de un plan terapéutico y especifico de antibióticos y analgésicos que solo el médico veterinario debe recetar.