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Lombrices del perro
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Lombrices del perro: remedio natural y alimentación

Por Sindy Bustamante Redactora

Actualizado el

Las lombrices del perro suponen un riesgo para su salud, además de poner en riesgo a todos los miembros de la casa, ya que nosotros también nos podemos contagiar. Estas lombrices se alojan, principalmente, en el intestino del perro interfiriendo en la funcionalidad normal del tracto gastrointestinal. Alteran la digestión y asimilación de nutrientes, por lo que el animal se encontrará débil al no recibir la energía suficiente del alimento. También provocan problemas como inflamación intestinal y diarrea, con lo que su salud se verá comprometida. No obstante, es fácil prevenirlas y mantener un buen control sobre ellas.

¿Qué tipo de lombrices del perro existen?

Reciben el nombre coloquial de lombrices de perro por su parecido con los gusanos y lombrices de tierra. Son parásitos internos que sufren una serie de mudas o transformaciones hasta que finalmente, se convierten en parásitos adultos que depositan los huevos o las larvas. El perro se contagia de estas fases inmaduras (huevos/larvas), y de nuevo comienza el ciclo, siendo una fuente de problemas para otros perros, otras especies animales y humanos. 

La parasitosis por lombrices se encuentra dentro de las 10 enfermedades más comunes en los perros. En el interior del perro, suelen anclarse a las paredes del intestino provocando un engrosamiento e inflamación de la mucosa intestinal y, como resultado, el perro tendrá diarrea y un déficit nutricional. 

Podemos dividir las lombrices del perro en dos grupos principales:

  1. Lombrices planas (Cestodos o Tenias)

  2. Lombrices redondas (Nematodos)

1. Lombrices planas

Son gusanos aplanados, es decir, su forma es parecida a un tallarín. Estas lombrices necesitan madurar en otro animal (hospedador intermediario) antes de infectar al perro (hospedador definitivo). Por lo tanto, será importante controlar el entorno del perro y valorar el contacto con otros animales, ya que pueden suponer un foco de infección (rumiantes, roedores, parásitos externos como las pulgas, lombrices de tierra, caracoles, etc.)

2. Lombrices redondas

En este caso, son gusanos redondos y su forma se parece al espagueti. Aunque hay especies que también utilizan hospedadores intermediarios, es más frecuente el contagio directo a partir de huevos o larvas eclosionadas. Los huevos o larvas salen con las heces del perro infectado, por lo que la fuente principal de transmisión, es el contacto con heces de otros perros o el olfateo ano-trufa de perros infectados. 

Signos clínicos de perros parasitados por lombrices

Como hemos mencionado, las lombrices van a limitar el aporte de nutrientes al perro y causarán problemas digestivos, por lo tanto, los síntomas que nos pueden hacer sospechar de lombrices del perro son:

Diarrea crónica

Son cuadros de heces blandas durante mucho tiempo, sin una razón aparente, y muchas veces acompañadas de sangre. 

Si esto perdura mucho tiempo, puede causar una deshidratación severa en el perro, e incluso la muerte por shock, en casos muy avanzados. 

Si quieres conocer más acerca de la diarrea, te recomendamos el artículo ‘¿Qué debes hacer si tu perro tiene diarrea?’.

Debilidad

Los perros no absorben todos los nutrientes del alimento, por lo que esta condición prolongada en el tiempo causará una debilidad general en el animal. Su sistema inmunológico estará debilitado y será susceptible de contraer otras enfermedades.

Anemia

Muchas de estas lombrices del perro se anclan a la pared del intestino con apéndices punzantes de su cuerpo (dientes, pinchos, etc.). Además, existen especies hematófagas, es decir, que se alimentan de la sangre de su hospedador. Si la carga parasitaria es muy elevada, durante un tiempo considerable, estarán chupando la sangre de ese animal y nos encontraremos ante un perro anémico. 

Pérdida de peso

Los perros infectados suelen ser animales delgados, aunque tienen un apetito voraz. 

Dilatación del abdomen

Es muy frecuente en casos de cachorros de la calle. Presentan el abdomen muy dilatado debido a las lombrices que se almacenan en su intestino. 

Rascado constante de la región perianal

Los perros suelen sentir un picor intenso en la zona del ano por lo que se lamen, mordisquean y rascan constantemente. También podemos ver los huevos o porciones de parásitos adultos en las heces frescas de nuestro perro. 

Remedios contra las lombrices del perro

Lo mejor contra las lombrices del perro es la prevención. Es importante mantener un correcto protocolo de desparasitación, supervisado por un profesional veterinario, aquí puedes ver cuánto cuesta una visita al veterinario, para mantener a nuestro perro libre de estos parásitos internos. 

Esta desparasitación suele ser mensual o trimestral, con preparados químicos específicos que evitan que el animal pueda infectarse y/o matar a las lombrices que pueda haber ingerido. A esto debemos sumarle una higiene del entorno (lavarnos las manos con frecuencia, limpiar correctamente las superficies del hogar, mantener en buen estado el jardín, etc.), para que todos los miembros de la casa (incluidas las personas) puedan estar protegidos frente a las lombrices. 

Además, podemos ayudarnos de remedios naturales para el control de las lombrices del perro. Es buena idea integrar algunos alimentos en su dieta que van a beneficiar la salud de su tracto digestivo como: 

Ajo

El ajo tiene multitud de propiedades, entre ellas, se trata de un antimicrobiano natural. Aunque no es recomendable dar un exceso de ajo a nuestro perro, podemos rallar una pequeña cantidad de un diente (dependiendo del tamaño del perro) sobre su ración de comida diaria. Esto podemos realizarlo una vez a la semana y, además de ser un antiparasitario contra las lombrices, también ayudará a fortalecer el sistema inmune y a mantener una calidad de pelaje ideal.

Semillas de calabaza

Es importante remarcar que deben ser pipas de calabaza crudas (sin tostar y sin sal). Debemos machacar unas cuantas pipas, hasta que se conviertan en pequeños trocitos y a continuación, lo añadimos a su ración de comida. Con esto conseguimos estimular las vellosidades intestinales, retirando cualquier parásito que puedan contener, ya que actúa como un exfoliante natural. 

Jugo de piña

Recomendamos el jugo, ya que si damos demasiada cantidad de piña nuestro perro podría tener alteraciones digestivas. La clave se encuentra en las enzimas de la piña que, al pasar por el intestino, acidifican el miedo y lo hacen inhabitable para las lombrices, previniendo así que puedan anclarse y alojarse allí. 

Es importante mantener un protocolo de desparasitación periódico y acudir al veterinario con frecuencia para que revise a tu peludo. De esta forma, tendrás un control óptimo de los parásitos, internos y externos, de tu perro y evitarás posibles problemas futuros.

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