Los parásitos no solo causan problemas estéticos en los perros, sino que también pueden ocasionar pérdida de nutrientes e incluso problemas graves en otros órganos.
Incremento de los parásitos en España
Factores que antiguamente influían en su aparición, como la temperatura, la ubicación geográfica o el tipo de hábitos que tenían los perros y sus familias, hoy en día poco o nada afectan los ciclos de vida de los parásitos.
Es más, según datos de la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad de Davis en California y el Centro Nacional de Sanidad Ambiental del Instituto de Salud Carlos III, publicados en el portal Animal’s Health, "se detectaron parásitos intestinales en 72,5 % de los perros callejeros de España" [1].
Esta cifra es alarmante debido a varios factores:
- Los animales portadores son reservorio (fuente de infección) para otros.
- Algunos de estos animales abandonados son adoptados por familias o personas.
- Muchos no tienen la oportunidad de recibir tratamientos antiparasitarios adecuados.
Sin embargo, no solo los animales callejeros están expuestos, sino que todos los perros, independientemente de dónde vivan, se enfrentan a una situación de riesgo.
¿A qué puede deberse el incremento?
El incremento de parásitos en España es resultado de una combinación de diversos factores, entre los cuales podemos mencionar:
- Calendarios inadecuados de desparasitación interna y externa.
- Desconocimiento de las dosis, frecuencia, vía de administración, etc.
- Falta de comprensión de los riesgos (de salud, económicos y emocionales), que implica tener una mascota enferma.
- Cambio climático, que ha hecho que se presenten parásitos que antes no se consideraban como peligrosos.
- Viajes con mascotas, que exponen a los animales a mayores riesgos.
Estos son solo algunos de los principales factores por los cuales las tasas de infestación han ido en aumento y, además, se observen casos atípicos.
Quizá hayas escuchado más sobre los riesgos que implican los parásitos externos (pulgas, garrapatas), ya que, sin lugar a duda, son los que causan los signos más mencionados.
Sin embargo, existen otros que solo se hacen evidentes cuando la afectación es grave, el número de parásitos es elevado o cuando afectan a órganos vitales, como el corazón o el pulmón.
Parásitos más frecuentes y qué enfermedades provocan
Los parásitos internos más comunes pueden provocar diversas enfermedades en sus hospedadores. A continuación, se presentan los distintos tipos de parásitos y las enfermedades que provocan.
Parásitos intestinales
Son tal vez los más conocidos debido a que se les hace una amplia difusión y porque los tutores reconocen que, muchas veces, sus mascotas consumen diferentes elementos dentro del hogar o durante los paseos; es decir, el tutor reconoce el riesgo de estas actividades.
Gusanos planos
Con una forma similar a una cinta, son parásitos comunes entre los perros. Su forma de reproducción los hace muy efectivos para infestar a otros animales. Producen signos característicos, como inquietud, rascado, lamido e irritación en la zona del ano.
Enfermedades que pueden provocar los gusanos planos
Un perro o gato afectado por este tipo de gusanos manifestará pérdida de peso, vómito, diarrea, mala calidad de la piel y del pelo, y, en casos de altas infestaciones, se puede producir una inflamación del abdomen, que es más fácil de notar en animales jóvenes y también casos de anemia.
Gusanos redondos ascáridos
Estos afectan principalmente al intestino delgado de perros de todas las edades; sin embargo, los cachorros suelen ser los más vulnerables.
Los huevos o larvas de gusanos redondos se encuentran de forma habitual en suelos de parques o zonas verdes y sus huevos duran mucho tiempo en el ambiente, por lo que su transmisión podría considerarse más sencilla. De hecho, un 37% de parques infantiles están contaminados por parásitos zoonósicos en España (Málaga) [7].
Toxocara canis presenta un potencial zoonósico significativo y una prevalencia en perros de España entre el 7% y el 32% [8].
Enfermedades que pueden provocar los gusanos redondos
Pese a que producen signos muy similares a los gusanos planos, en algunos animales se producen episodios recurrentes de vómito o diarrea en los que se pueden expulsar parásitos como estos.
Adicionalmente, los animales afectados podrán estar decaídos, tener estreñimiento (por acumulación de parásitos), sangre en la materia fecal y episodios de tos debidos a la migración de las formas inmaduras del parásito por el sistema respiratorio.
Gusanos ganchudos
Llamados así por tener forma de gancho y, adicionalmente, poseer unas piezas bucales que le permiten perforar con facilidad ciertas estructuras anatómicas. Estos se adquieren por vía oral, por la piel y a través de la leche de madres a hijos [2].
Enfermedades que pueden provocar los gusanos ganchudo
Las mascotas parasitadas por gusanos redondos manifestarán diarrea, pérdida de peso y anemia (ya que estos parásitos se alimentan se sangre y otros nutrientes). Como estos parásitos pueden migrar a través de la piel, también se podrán notar lesiones en la piel, principalmente en las extremidades.
Gusanos látigo
Como su nombre lo indica, estos tienen un extremo más grueso que otro. Tienen predilección por el intestino grueso, se expulsan a través de las heces y se adquieren por vía oral al ingerir material contaminado.
Enfermedades que pueden provocar los gusanos látigo
Cuando se trata de infestaciones leves, puedes no llegar a notar signos en tu mascota; sin embargo, conforme la infestación se hace mayor, y debido a que estos parásitos se alimentan de tejidos intestinales y de sangre, podrás observar un aumento de mucosa en las heces, episodios de diarrea (con o sin presencia de sangre) y anemia.
Debido a este último signo, notarás a tu mascota inapetente, decaída, sin interés por jugar y con las mucosas pálidas.
Gusanos del corazón
Representan un problema más grave dada su localización y también debido a que migran del intestino hacia otras zonas como la piel y los vasos sanguíneos.
Se adquieren a través de la picadura de mosquitos y estos, a su vez, los obtienen de un animal portador [3].
Enfermedades que pueden provocar los parásitos del corazón
Cuando existe poca cantidad de parásitos, la enfermedad puede pasar desapercibida o los signos pueden no ser muy específicos; sin embargo, a medida que se multiplican los parásitos al interior de la mascota, podrás notar debilidad, decaimiento, inapetencia y pérdida de peso.
Otras señales características, cuando hay una alta carga de parásitos, son dificultad para respirar, tos frecuente e intensa y fallos en la función del sistema cardiaco que puede llevar a la muerte del animal.
Parásitos pulmonares
Si bien puede parecer extraño, los perros, curiosos por naturaleza, se pueden infestar al ingerir un caracol infectado. Luego, el parásito migra del aparato digestivo, por vía sanguínea, al aparato respiratorio y principalmente a los vasos pulmonares, la tráquea y los bronquios. Allí los huevos son expulsados por la tos e ingeridos de nuevo.
Presencia de parásitos pulmonares en España
- 1 de cada 15 perros y 1 de cada 11 gatos estás actualmente infectados por este parásito en España [9].
- 1 de cada 15 gatos domésticos están infectados por vermes pulmonares [10].
Enfermedades que pueden provocar los parásitos pulmonares
Como su nombre lo indica, los signos clásicos que puedes notar están relacionados con el sistema respiratorio. Notarás que a tu mascota le cuesta respirar y tendrá episodios frecuentes de tos seca.
La gravedad de este tipo de parásitos radica en que pueden producir problemas más serios, como sangrados nasales o presentes en la diarrea, hemorragias y heridas que tardan en cicatrizar, susceptibilidad a la presentación de hematomas y, más gravemente, daños neurológicos y debilidad generalizada.
Parásitos del ojo
Los parásitos del ojo (Thelazia callipaeda) pueden causar problemas oculares a tu perro, los cuales pueden ir de leves a graves. Este tipo de gusano se transmite cuando una mosca infectada deposita las larvas en el ojo.
Enfermedades que pueden provocar los parásitos del ojo
La gravedad de este parásito radica en que, en algunos casos, el perro o gato pueden no llegar a manifestar ningún síntoma. No obstante, puedes llegar a notar que tu mascota lagrimea más de lo normal, tiene presencia de secreciones extrañas en los ojos y que pueden manchar los párpados, lo notarás inquieto y se rascará en exceso.
En casos más avanzados se producirá la inflamación de ciertas estructuras de los ojos, aparecerán lesiones en la córnea e incluso se puede llegar a producir una ceguera temporal o definitiva [4].
Prevención de los parásitos en perros y gatos
Mantener la salud de las mascotas puede llegar a ser un asunto que represente mínimas dificultades para los tutores, sobre todo cuando se establecen, se siguen los calendarios de desparasitación recomendados y se consulta con regularidad al médico veterinario.
Recuerda que, como en muchas de las enfermedades de los perros, y en general de las mascotas, la prevención desempeña un papel fundamental y, para tal fin, existen productos mensuales que tu médico veterinario podrá recomendarte.
Cuándo y cómo desparasitar a mi perro o gato
Tal y como lo recomienda el Consejo Científico Europeo de Parasitología de los Animales de Compañía (ESCCAP), la prevención debe hacerse durante toda la vida del perro y del gato, y se deben seguir atentamente los calendarios de desparasitación [5].
El mejor producto para desparasitar a mi perro o gato
Para conocer cuál es el producto o la combinación de productos es más adecuada para tu perro, es recomendable consultar a un veterinario, quien después de llevar a cabo una evaluación exhaustiva de tu mascota, podrá ofrecer el tratamiento preventivo más adecuado.
Por fortuna, actualmente tienes a disposición productos muy efectivos que garantizan que tu mascota esté libre de riesgos, mes a mes y tan solo con una dosis, frente a un amplio espectro de parásitos internos y eternos a la vez. Pregunta a tu veterinario por la DOBLE PROTECCIÓN más compelta.
Referencias bibliográficas:
[1] Detectan parásitos intestinales en 72,5% de perros callejeros en España. (18 de septiembre de 2022). Animal’s Health.
[2] Departamento de Parasitología, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ), "Gusano ganchudo (Ancylostoma caninum) en intestino delgado de perro (Canis familiaris)", objeto digital: Colección de Laminillas digitales. En "Portal de datos abiertos UNAM" (en línea), México, Universidad Nacional Autónoma de México.
[3] Quiroz, R. (1994). Parasitología y enfermedades parasitarias de animales domésticos. 5.a edición. Mexico: Noriega
[4] Lorena Pérez Fernández. Claves para conocer mejor la thelaziosis, una enfermedad parasitaria emergente. Argos, número especial, enero 2016.
[5] Guía (ESCCAP) Consejo Europeo Para el Control de las Parasitosis en Animales de Compañía Nº 6 (2013), Pg. 1-28
[6] Marino V, Gálvez R, Montoya A, et al. Spain as a dispersion model for Thelazia callipaeda eyeworm in dogs in Europe. Prev Vet Med. 2020;175:104883.
[7] Lorenzo-Rebenaque, L., López-Fernández, S., Marco-Jiménez, F., Montoro-Dasi, L., Marin, C., Vega, S., Martínez-Manzanares, E., & Fariñas, F. (2023). Zoonotic Parasites in Playgrounds in Southern Spain: A One Health Approach. Microorganisms, 11(3), 721. https://doi.org/10.3390/microorganisms11030721
[8] Miró, G., Gálvez, R., Montoya, A., Delgado, B., & Drake, J. (2020). Survey of Spanish pet owners about endoparasite infection risk and deworming frequencies. Parasites & Vectors, 13, 101. Recuperado de https://parasitesandvectors.biomedcentral.com/articles/10.1186/s13071-020-3976-8
[9] Carretón, E., Morchón, R., García-Rodríguez, S. N., Rodríguez-Escolar, I., Matos, J. I., Costa-Rodríguez, N., & Montoya-Alonso, J. A. (2022). Comprehensive Map of Canine Angiostrongylosis in Dogs in Spain. Animals, 12(17), 2217. DOI: 10.3390/ani12172217.
[10] Montoya-Alonso, J.A., García Rodríguez, S.N., Carretón, E., Rodríguez Escolar, I., Costa-Rodríguez, N., Matos, J.I., & Morchón, R. (2022). Seroprevalence of Feline Heartworm in Spain: Completing the Epidemiological Puzzle of a Neglected Disease in the Cat. Frontiers in Veterinary Science, 9, 900371. https://doi.org/10.3389/fvets.2022.900371
Gusanos en perros
