¿Has observado que tu perro vomita después de beber agua y te preocupa? Puede que no sea nada grave, pero merece la pena detenerse para conocer las posibles causas.
Los perros pueden vomitar después de beber agua por varios motivos; para evacuar el contenido del estómago o, simplemente para regurgitar o, dicho de otro modo, para expulsar el líquido o la comida porque no la han tragado correctamente.
Regurgitar agua poco después de haberla ingerido puede ser un síntoma de un problema en el esófago; y también puede indicar un problema en el estómago o los intestinos.
¿Por qué mi perro vomita después de beber agua?
Si bebe mucha agua, sobre todo si está muy fría o si lo hace después de hacer ejercicio, puede que su estómago se llene demasiado rápido y por eso se produzca el vómito.
Si esto ocurre con frecuencia, puedes intentar dosificar, reduciendo la cantidad de agua en cada toma, por ejemplo.
Otro motivo, puede ser que le haya sentado mal algo que ha ingerido. Beber mucha agua o comer hierba, son formas que adopta el animal para provocar el vómito y eliminar las toxinas que le hacen daño en el estómago.
Otros motivos por los que un perro vomita
Además de lo ya mencionado, hay otras razones, más preocupantes, por las que los perros vomitan, por ejemplo:
- Infecciones
- Toxinas
- Obstrucciones
- Enfermedades metabólicas (como la insuficiencia hepática o renal)
- Cáncer
- Torsión de estómago, especialmente en perros grandes
Mi perro no para de vomitar, ¿qué hago?
Un perro puede vomitar para purgarse, pero también por motivos más graves. ¿Cuándo debemos preocuparnos? Cuando se produce de manera frecuente o no retiene los líquidos, lo mejor es acudir al veterinario.
Si, además de vomitar el agua no quiere comer, pierde peso, lo notas apagado y débil y con hinchazón en la zona del abdomen, puede significar algo más grave, por lo que es recomendable acudir al especialista.