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mi perro ha muerto y estoy destrozado

¡Y que vivan todos esos años que pasasteis juntos!

© Shutterstock

¡Entiéndelo! Mi perro ha muerto y estoy destrozado

Por Vanessa Parapar Periodista

Publicado el

Mi perro ha muerto y estoy destrozado: No es de sorprenderse, hay evidencias científicas de que el duelo que pasamos cuando estos se marchan es similar al que experimentamos cuando perdemos a un ser (humano) querido. 

Da igual que su vida fuera vida larga y saludable. El momento de decir adiós conlleva un sentimiento de pérdida que, los primeros momentos y días, puede resultar insoportable y muy difícil de gestionar sentimentalmente.

Aunque la comprensión de quienes nos rodean suele sser alta, no faltará quien nos asegure que “lo superaremos pronto” porque, al fin y al cabo, para ciertos humanos “sólo era un perro”.

Sabemos que esas palabras resultan profundamente hirientes.

Y poco o nada podemos hacer en Wamiz para que el trance de la pérdida sea más llevadero. Lo que sí podemos hacer es hablarte sobre todo lo que conlleva para comprender mejor el duelo por un compañero de cuatro patas.

Porque si ahora mismo dices "mi perro ha muerto y estoy destrozado", has de saber que tu sentimiento es muy válido y que hasta la ciencia lo respalda.

Mi perro ha muerto y estoy destrozado

Una serie de investigaciones respaldan la idea de que este es un duelo tan real como el que experimentamos cuando decimos adiós a un compañero humano. A veces, incluso el drama interior es mayor. 

En vídeo:

En un reciente estudio psicológico y etológico de la Universidad de Florida se concluyó que nuestro vínculo con las mascotas es idéntico al vínculo que establecemos con las personas.

En ambos casos nuestro cerebro libera las mismas hormonas y sustancias químicas que permiten que nuestro cerebro y el del animal estén conectados y se cree una relación amorosa entre ellos.

Cuando pasa un tiempo, esa conexión es muy similar a la que experimentamos hacia seres incluso de nuestra propia familia.

duelo por un perro
Decir adiós mediante la eutanasia es, a veces, todavía más complicado.©Shutterstock

Duelo por la muerte de un perro

El duelo es absolutamente personal en cada caso.

Muchas son las personas que se guardan los sentimientos para sí mismas porque temen ser avergonzados si expresan la rabia y el dolor ante la pérdida de su mascota. Simplemente, esperan a que pasen los días, las semanas, a veces hasta los meses.

Otras, en cambio, exteriorizan lo de mi perro ha muerto y estoy destrozado, sin miedo al qué dirán, y hay quienes no dudan en recurrir a terapia psicológica.

El funcionamiento de la sociedad es tremendamente injusto en este sentido.

Cuando marcha un ser querido, nadie a nuestro alrededor espera que continuemos con nuestra cotidianidad como si nada hubiera pasado.

En cambio, si hoy despedimos a nuestro amigo peludo, mañana deberemos ir al trabajo, como si nada, como si tal cosa. 

No es solamente que hayamos perdido a nuestra mascota.

“Hemos perdido una fuente de amor incondicional, hemos enterrado a un compañero que nos ha acompañado durante años, en los buenos y en los malos momentos. Nuestra vida, a partir de ahora, será diferente”, reconoce la psicóloga Julie Axelrod.

Esta pérdida golpea también nuestra rutina, de un modo a veces incluso más intenso que cuando perdemos a un compañero humano.

Porque nuestras vidas están muy conectadas a las de ellos; lo escucharemos por la casa, recordaremos los paseos que ya no daremos, nuestro entorno será diferente. 

Además, hay otro elemento a tener en cuenta: las despedidas casi nunca son inesperadas, repentinas, plácidas.

Con los animales muy a menudo nos vemos obligados a tomar una decisión difícil que termine con el sufrimiento de una enfermedad. Esto no ayuda a que decir adiós sea visto de forma más natural. 

"Siempre nos quedará la errónea sensación de que quizás pudimos hacer más, y eso aumenta nuestro dolor”, dice Axelrod.

Cómo superar la muerte de un perro

Como se ha visto, perder a un perro puede ser una experiencia devastadora, ya que son parte de nuestra familia y brindan amor incondicional. 

Y aunque pasar la pérdida tomará su tiempo, algunas cosas que pueden ayudar son:

  • Permitirse sentir: Es normal sentir tristeza y dolor, como ya se ha explicado más arriba. No hay que reprimir estas emociones;  es mejor permitirse llorar y expresar lo que se siente: Sí, mi perro ha muerto y estoy destrozado.
  • Hablar sobre el dolor: Compartir los sentimientos con alguien de confianza o un grupo de apoyo puede ayudar a procesar el duelo.
  • Crear un recuerdo: Mantener algo que recuerde al perro, como una foto, su collar o una carta, puede ayudar a honrar su memoria.
  • Tomarse el tiempo: El duelo es un proceso personal y no tiene un tiempo definido. Es importante tomarse el tiempo necesario para sanar.
  • Cuidarse a uno mismo: En esos momentos es importante cuidar el propio bienestar físico y emocional. Hay que intentar mantener una rutina saludable, aunque sea difícil.
  • Recordar los buenos momentos: Aunque es doloroso, pensar en los buenos momentos pasados junto al perro puede traer consuelo.
  • Buscar apoyo profesional: Si el dolor es abrumador y no se puede sobrellevarlo solo, hablar con un terapeuta especializado en duelo es una buena idea.

Hay que recordar que cada persona afronta la pérdida de manera diferente, así que es importante encontrar lo que funcione mejor para en tu caso.

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