El temblor corporal es un movimiento involuntario y rítmico que provoca movimiento en una o más regiones del cuerpo.
En felinos existen diversas razones fisiológicas y otras patológicas -es decir, causadas por enfermedades- por lo que esto podría estar ocurriendo, entre las que se cuentan:
- El gato tiembla porque está soñando.
- El gato tiembla debido a la baja temperatura del ambiente.
- El gato tiembla por baja en el azúcar.
- El gato tiembla debido a una mala alimentación.
- El gato tiembla por intoxicación.
A continuación te explicamos cada una de estas posibles causas.
¿Qué significa si mi gato tiembla mientras duerme?
El sueño es un periodo de descanso natural y fisiológico donde el cuerpo se restablece y recupera la energía utilizada en el día. Se caracteriza por la ausencia de la conciencia y la escasa reacción a los estímulos medio ambientales.
En promedio, los gatos duermen entre 12 a 16 horas al día; al ser depredadores naturales, un felino tiende a tener mayor actividad durante el anochecer y el amanecer.
1. El gato tiembla porque está soñando
Al igual que los humanos, los gatos también poseen fases de sueño y es en la fase REM en la que los gatos sueñan.
Es posible que al estar en esta fase del sueño notes que tu minino mueva las patitas, gesticule e inclusive tiemble. La razón es que está en un sueño profundo.
2. El gato tiembla de frío
Otra de las causas comunes por las que un gato puede temblar mientras duerme es por frío. Mientras el cuerpo descansa la actividad del metabolismo basal tiende a descender al igual que la temperatura corporal.
Un ambiente frío o con corrientes de aire podría desencadenar hipotermia, sobretodo en felinos recién nacidos o geriátricos.
Por eso, cuidar la temperatura ambiental del espacio donde duerme tu gato es de suma importancia: la temperatura no debe descender más allá de 20ºC.
3. El gato tiembla por baja en la glucosa
La baja de glucosa en la sangre de tu minino también puede desencadenar temblores corporales e inclusive podrían presentarse convulsiones. Esto suele pasar en gatitos recién nacidos o abandonados por la madre y que han pasado un largo periodo sin comer.
4. El gato tiembla por mala alimentación
Una mala alimentación y carencia de nutrientes esenciales también podrían desencadenar temblores en nuestro felino.
Los gatos son una especie incapaz de sintetizar ciertos nutrientes y vitaminas que son esenciales para el buen funcionamiento del cuerpo, debido a esto es necesario darle a tu gato una alimentación de calidad que cubra sus necesidades de proteína y nutrientes.
De ella obtienen los aminoácidos esenciales para el buen funcionamiento de su organismo.
5. El gato tiembla porque está enfermo
La enfermedad puede ser otra razón por la que un gato tiembla mientras duerme. Nuestro gato pudiera estar experimentando dolor en alguna parte de su cuerpo o su temperatura podría estarse elevando al grado de llegar a fiebre.
Existen enfermedades infecciosas como PIF, leucemia viral felina, SIDA felino y enfermedades metabólicas como la insuficiencia renal que podrían manifestar signos neurológicos como temblores.
6. El gato tiembla porque está envenenado
El envenenamiento o intoxicación podría desencadenar temblores. En felinos es común que esto suceda si tienden a salir a la calle o si usamos antipulgas como la permetrina que está contraindicada en esta especie.
Un gato envenenado podría optar por aislarse debido al malestar que esto genera, si sospechamos que nuestro gatos está envenenado debemos acudir de inmediato al veterinario.
¿Qué hacer cuando un gato está temblando?
Si es un cachorro menor de un mes de vida es probable que esté perdiendo calor.
Hasta el mes de edad se recomienda que los cachorros estén en temperaturas ambientales de entre 28 a 35ºC y libres de corrientes de aire, mientras que en adultos, se sugiere que la temperatura no baje de 18 C.
Proporcionar alimento tibio y fuentes de calor como una manta podría ayudar.
Si nuestro gato ha tenido un comportamiento diferente en días previos, debemos asegurarnos que no esté enfermo: un animal enfermo o con dolor, lo primero que hace es reducir su consumo de alimento al día o dejar de comer.
Su actividad baja, pierde el interés hacia lo que ocurre en el ambiente, tiende a dormir más de lo normal y se muestra triste o deprimido.
Si este fuera el caso es necesario observar:
- ¿Desde cuándo está así?
- ¿Come? ¿Cuánto?
- ¿Tiene vómito? ¿Qué vomita?
- ¿Orina y/o defeca? ¿Tiene diarrea? ¿Con qué frecuencia? ¿Qué color tiene?
Si estas observaciones sugieren que nuestro gato no está del todo sano, debemos acudir cuanto antes a consulta con el veterinario.