Al igual que los humanos, un perro puede también tener un mal día y lo podrás notar triste, desmotivado y bajo de ánimo.
Sin embargo, si observas que estos comportamientos se suceden en el tiempo y tardan más de dos o tres días e incluso semanas enteras, será importante consultar con un experto para determinar la causa y plantear un tratamiento adecuado.
Antes de entrar en materia, conviene decir que así como les prestamos atención a las dolencias físicas, también es importante procurar atención a las enfermedades mentales.
Este tipo de enfermedades deben ser diagnosticadas y tratadas a tiempo, ya que los signos y síntomas pueden no ser del todo evidentes y las consecuencias pueden ser graves, tanto en los seres humanos como en los animales.
¿Qué es la depresión?
Es importante no confundir la depresión con la tristeza. La depresión es un estado en el cual se observa un conjunto de síntomas, dentro de los cuales está la tristeza, la inapetencia, la falta de interés en las actividades diarias, etc., que se continúan en el tiempo; es decir, es un trastorno que perdura: puede persistir la mayor parte del día, todos los días y por varios días o semanas.
Causas de la depresión en perros
Aunque la causa exacta de la depresión en los perros es desconocida, esta puede ser una combinación de diferentes factores, tanto internos como externos, dentro de los cuales podemos encontrar: genética, biología y fisiología (funcionamiento del organismo), ambiente (el entorno de tu perro) y factores etológicos (comportamiento de los animales).
Los perros también tienen diferentes “personalidades” sin importar la raza a la que pertenezcan: unos son más activos y animados que otros, pero ninguno está 100% exento de, en algún momento de la vida, presentar un cuadro compatible con la depresión.
Los perros, al igual que los seres humanos, gozan de una complejidad emocional abundante. Gracias a que son seres con un sistema nervioso bastante desarrollado, pueden percibir y reaccionar ante diferentes estímulos tanto internos como externos de diferentes formas. Por este motivo, es difícil hablar de causas particulares que puedan hacer que tu perro se manifieste deprimido.
Sin embargo, las causas más frecuentes son:
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Estimulación inadecuada
Debido a que tienen un cerebro bastante inquieto, todos los perros, sin importar la
o la edad, necesitan que su cerebro se vea “retado” por diferentes estímulos y, además, necesitan sentirse útiles y valorados. Jugar con objetos, aromas, sabores, etc., ayudará a que tu perro y su cerebro se mantengan activos.
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Separación temprana
Cuando los cachorros son separados de la madre y de sus hermanos antes de los dos meses, pueden presentar episodios de estrés, ansiedad, miedo y depresión al extrañar su núcleo familiar directo.
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Cambios
Los cambios en la estructura de la manada (por la muerte de otro animal o de algún ser humano), el cambio de amos, la llegada de nuevos animales o nuevas personas al hogar, los cambios en el lugar de residencia, en las rutinas, la alimentación e incluso en la temperatura ambiental pueden contribuir a que tu perro manifieste signos de depresión.
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Soledad
Los perros son animales sociables por naturaleza. Es por ello que cuando pasan más de 8 horas al día solos, pueden empezar a presentar signos de depresión o también presentar problemas de comportamiento como destrucción en el hogar, agresividad, etc.
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Educación inadecuada
Los perros también pueden sentirse frustrados o tímidos cuando no son educados correctamente. Por este motivo es importante corregir adecuadamente y no castigar, regañar, alzar la voz o maltratar a tu perro. Una mala educación puede desencadenar problemas de miedos, fobias, agresividad y/o depresión.
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Situaciones de estrés
Cuando un perro vivió momentos de estrés como dolor intenso, maltrato, lesiones o accidentes, puede tener traumas que se manifiestan a través de la tristeza, la depresión o el miedo.
En este apartado vale la pena mencionar que antes de asumir que tu perro está deprimido, es importante consultar con un médico veterinario para descartar algún otro agente causal como fiebre, enfermedades infecciosas o parasitarias, enfermedades hormonales u otro tipo de alteraciones de algún otro sistema orgánico.
Síntomas de la depresión en perros
Si tu perro está deprimido, podrás notar cambios en su comportamiento habitual que pueden ser difíciles de percibir. Sin embargo, si conoces muy bien a tu can, podrás determinar cuando algo no está del todo bien.
La sintomatología más frecuente será:
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Comportamientos estereotipados
Con este término se conocen a todos aquellos movimientos o comportamientos repetitivos que tienen los animales en general y, en este caso, los perros. Este tipo de actividades se realizan sin cumplir una razón aparente y son uno de los signos más característicos de problemas etológicos en los animales. Por ejemplo, perros que caminan en círculos, que se lamen excesivamente, que se muerden la piel constantemente produciéndose laceraciones o perros que se persiguen la cola durante un tiempo considerable.
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Trastornos en la alimentación
El perro puede no sentirse animado por la comida o, todo lo contrario, tener un apetito aumentado y comer descontroladamente.
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Trastornos del sueño
Cuando tu perro está deprimido, puede presentar episodios de insomnio, hiperactividad e inquietud y también puede pasar todo el día acostado en su cama sin ganas de comer, jugar o salir de paseo.
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Inquietud
Puedes ver que tu perro se encuentra intranquilo, recorre el hogar y no se queda quieto en un solo lado y tampoco duerme. Este es un signo característico de estrés que puede ser debido a múltiples factores como ruidos, personas o animales extraños, falta de sueño, cambio de alimentación, etc.
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Miedo
Los perros deprimidos pueden presentar episodios de miedo o desarrollar temor hacia ciertas cosas, como por ejemplo: jugar con otros perros en el parque, ruidos intensos, personas desconocidas, sonidos normales de casa, entre otras. Muchas veces cuando los perros sienten miedo hacia algo, huyen de ese punto y pueden esconderse debajo de tu cama, detrás de algún mueble o en su guacal o caja de transporte.
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Agresividad
Muy de la mano con el miedo o temor pueden venir episodios de irritación. No es que tu perro esté cambiando su temperamento, sino que tiene una reacción excesiva cuando se encuentra con miedo, que se manifiesta principalmente con un comportamiento agresivo.
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Indiferencia
Notarás que a tu perro ya no le motiva salir al parque a dar un paseo o jugar con su juguete favorito. Además, es posible que muestre un total desinterés por el ambiente que lo rodea: no olfatea, no hace marcaje, no corre, etc.
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Pereza
Los perros, por lo general, se sienten muy motivados al ver la correa para dar paseos, la comida, un juguete o simplemente al verte llegar. Si notas que tu perro está inactivo, incluso con sus cosas preferidas, puede estar deprimido.
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Vocalizaciones
Estas pueden ser desde gemidos leves hasta quejidos y aullidos más fuertes. Pueden confundirse con signos de dolor y deben evaluarse cuidadosamente para descartar otra dolencia.
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Baja afectividad
Perros muy efusivos y cariños con personas o animales pueden reducir sus muestras de afecto y cariño cuando están deprimidos.
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Incontinencia
En algunas ocasiones el perro puede presentar episodios en los cuales no maneja bien sus necesidades y no espera a hacerlas en los lugares indicados. Esto puede darse sin razón aparente, por miedo o también por una enfermedad del sistema urinario y/o digestivo.
Como mencionamos anteriormente, lo importante de estos comportamientos no es que sucedan un día o durante un tiempo determinado (minutos u horas). Estos empiezan a considerarse significativos cuando duran dos días o más o suceden ante determinados estímulos particulares.
Tratamiento de la depresión en perros
Lo primero, y también lo más importante, es conocer muy bien a tu perro: cuando sabes lo que le gusta, lo que le causa miedo, lo que lo pone triste, etc., podrás identificar lo que no es normal y buscar ayuda a tiempo.
Al igual que sucede con las dolencias del cuerpo, cuando los problemas de comportamiento se dejan avanzar, pueden ser más difíciles de tratar luego, aunque no imposibles.
Después de identificar que algo no anda bien y tratar de averiguar cuál puede ser el agente causante, puedes buscar la ayuda de un médico veterinario etólogo, quien es el encargado de tratar todos esos problemas de comportamiento y actitud de los animales.
Sin embargo, hay una serie de cosas que puedes hacer fácilmente en casa para ayudar a evitar, reducir o tratar los episodios de depresión en tu mascota.
Así puedes evitar que tu perro esté deprimido
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Actividad física
Se recomienda que todos los perros, sin importar su raza, puedan hacer por lo menos 20 minutos de actividad física al día. No se requiere que esta actividad física sea intensa, sino que le ofrezca al cerebro del perro la oportunidad de cambiar de ambiente y observar otras cosas a su alrededor.
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Tiempo de calidad
Principalmente antes de adoptar o adquirir un perro, tienes que analizar muy bien cuánto tiempo libre al día le puedes dedicar. Lo ideal es que puedas estar con él la mayor parte del día (o que el perro no pase solo en casa más de 8 horas). Ellos necesitan de tus cuidados, de tu cariño y también de tu presencia, ya que eres parte importante de su manada.
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Educación adecuada
Los perros necesitan y responden muy bien a la educación y la socialización con otras personas, otros animales y otros espacios. Desde muy pequeños se les pueden enseñar rutinas que favorezcan la exploración e incentiven la curiosidad y el aprendizaje del animal.
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Espacios en calma
Muchas veces tu perro solo quiere tener tiempo para estar tranquilo y estar alejado de cualquier estimulo, por ello es importante proveerle de un espacio en el hogar en el que pueda estar alejado de cualquier estimulo sensorial que le impida descansar.
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Refuerzos positivos
Premiar los comportamientos positivos con caricias, snacks o su juguete preferido, ayudará a que su cerebro pueda liberar sustancias que favorecen la felicidad y el entusiasmo del animal. Aquí es importante recompensarlo solamente cuando realice actividades y no solamente para subir su estado de ánimo, ya que el perro puede entender que está siendo premiado por estar deprimido o triste.
En la actualidad, en el mercado de mascotas es fácil encontrar juguetes interactivos que fomentan su curiosidad y mantienen ocupado su cerebro. Este tipo de juegos también se pueden hacer con objetos en casa como tubos de papel higiénico, pelotas y botellas de plástico.
La medicina veterinaria ahora implementa terapias no invasivas como esencias florales, feromonas, aceites esenciales o medicina homeopática que funcionan muy bien en el manejo de problemas de comportamiento. Este tipo de terapias deben ser sugeridas y seguidas por un profesional experto.
En casos extremos, el profesional veterinario puede sugerir una medicación zoo psiquiátrica. Sin embargo, estos tratamientos siempre deben ser considerados como la ultima opción.