Conocer la anatomía del perro es esencial para identificar cualquier cambio inusual y garantizar su bienestar. El pene de un perro es una zona que también puede enfermar o presentar problemas visibles que requieren atención.
El pene de mi perro está inflamado: cómo reconocer las señales de alerta, las causas más comunes y soluciones para el pene inflamado en perros.
¿Cómo sé si el pene de mi perro está inflamado?
Para detectar si el pene de mi perro está inflamado, observa si aparece rojo, hinchado o más visible de lo habitual.
A mi perro se le ha hinchado el pene: causas
El pene hinchado en perros puede deberse a una simple erección, pero también a un traumatismo, infección o parafimosis. Estas son algunas de las causas más comunes:
- Erección prolongada o priapismo: causa hinchazón temporal y enrojecimiento.
- Traumatismos: golpes pueden generar hematomas en el prepucio y el pene.
- Parafimosis o fimosis: el pene no vuelve al prepucio, puede inflamarse e infectarse.
- Balanopostitis: infección del glande y prepucio, con enrojecimiento y secreción purulenta.
- Tumores como TVT: más raros, implican masas inflamadas.
- Obstrucción urinaria o cálculos: pueden provocar inflamación secundaria.
- Lamido constante por inflamación y/o infección en vías urinarias.
¿A mi perro le duele el pene? Cómo puedo saberlo
Sí, un perro puede sentir dolor en el pene si existe una inflamación o alteración en esa zona.
El malestar puede ser leve o intenso según la causa: infecciones como la balanopostitis, traumatismos, parásitos o una parafimosis no tratada pueden resultar muy dolorosos.
Pene inflamado en perros: tratamientos
El tratamiento depende de la causa específica que provoca la inflamación del pene en perros, pero lo más importante es actuar con rapidez si el pene no vuelve a su posición habitual o si el perro muestra dolor, secreciones o hinchazón persistente.
- Si el pene inflado no regresa al prepucio, conviene comenzar aplicando lavados con agua tibia varias veces al día para reducir la inflamación y acudir a una clínica lo antes posible: si no se trata rápidamente, puede causar daño en los tejidos debido a la falta de riego sanguíneo.
- En caso de parálisis o infección, solo el veterinario debe indicar pomadas o antibióticos sistémicos tras el diagnóstico.
- Si hay signos como fiebre, sangre, vómitos o diarrea, la inflamación podría ser síntoma de un problema más grave que requiere atención inmediata.
El pene de mi perro está inflamado: qué NO hacer
Si el pene del perro está hinchado, es vital acudir a una clínica veterinaria y, sobre todo:
- No automedicar con antibióticos o antiinflamatorios sin receta.
- No forzar la reintroducción del pene: podrías empeorar una parafimosis.
- No ignorar secreciones anormales, dolor o síntomas generales, como fiebre.
- No retrasar la consulta veterinaria si la hinchazón persiste más de unas horas o hay complicaciones sistémicas.
¿Cuánto debe medirle el pene a un perro?
No existe una medida estándar, ya que varía según raza y edad. Retractado, el pene del perro suele medir unos pocos centímetros; en erección, puede alcanzar entre los 5 y 15 cm.
En sí, lo que mide el pene del perro no es relevante, sino observar anomalías como inflamación, dolor o dificultad para retraerlo.
Conclusión
El pene de mi perro está inflamado: es fundamental observar signos como enrojecimiento, hinchazón, dolor o secreción. Entre las causas están erección prolongada, traumatismos, infecciones o tumores.
El tratamiento casero con lavados puede ser útil, pero ante síntomas persistentes o graves, la consulta veterinaria es imprescindible. Asimismo, es importante evitar la automedicación y no retrasar la cita con un profesional.