La parvovirosis canina es una enfermedad infecciosa de origen viral altamente contagiosa y mortal.
Es una de las causas más comunes de diarrea con sangre en cachorros de 1.5 a 6 meses de edad, sin embargo se han presentado casos en perros jóvenes y adultos con algún problema inmunológico o que no han sido vacunados durante toda su vida.
Señales de que un perro tiene parvovirus
Cuando un cachorro no tiene vacunas es más susceptible a contraer enfermedades virales altamente contagiosas y mortales como parvovirus y moquillo canino.
El parvovirus tiene dos presentaciones clínicas: cardiaca e intestinal, siendo esta la más común.
Los principales signos son:
- Depresión.
- Falta de apetito.
- Fiebre.
- Vómito.
- Diarrea líquida con sangre y de olor fétido.
- Pérdida de peso.
- Deshidratación.
- Anemia.
Estudios científicos han reportado que razas como el dóberman, pinscher, rottweiler, springer spaniel, pitbull, pastor alemán, bull terrier americano y cobrador de labrador de color negro tienen mayor predisposición de contagiarse y desarrollar de forma más intensa la enfermedad a comparación de otras razas de perros.
Este virus tiene afinidad por células con alta velocidad de multiplicación, como son las células de la mucosa intestinal, médula ósea y tejido linfoide. Es en estas células donde lleva a cabo su replicación viral.
En el intestino, el virus conduce a la destrucción y muerte de las células intestinales, causando la característica diarrea hemorrágica.
En casos severos, los cachorros menores de 12 semanas de edad pueden llegar a desarrollar miocarditis aguda (Inflamación del músculo cardíaco) con subsecuente falla cardiaca y por ende, la muerte.
Cómo se contagia el parvovirus
La infección se adquiere cuando el can por medio de la nariz y/o boca tiene contacto directo e ingiere partículas virales contenidas en heces de perros enfermos.
El virus del parvovirus canino tiene la particularidad de ser altamente resistente al ambiente: logra permanecer inactivo durante meses e incluso años y se activa teniendo las condiciones adecuadas para su replicación al entrar en un nuevo huésped.
Pequeñas cantidades de heces que contengan el virus actúan como fuente de infección y puede ser transportado en el pelo o patas de los perros.
También existe el contagio indirecto donde el virus puede hallarse en objetos inanimados como:
- Jaulas.
- Bebederos.
- Platos de comida.
- Llantas de carro.
- Inclusive en los zapatos y ropa de las personas que han estado en contacto con perros enfermos o excremento contaminado.
Un perro que ha enfermado de parvovirus y sobrevive, no volverá a enfermar de parvovirus. El can desarrolla inmunidad prolongada, sin embargo, puede seguir eliminando el virus por al menos 2 semanas después de haber contraído la infección.
¿Qué hago si creo que mi perro tiene parvovirus?
Acudir al veterinario es lo más adecuado en estos casos.
Este virus es altamente mortal, sobre todo en cachorros que no tienen un esquema de vacunación completo.
El vómito y la diarrea que se manifiestan durante la enfermedad pueden desarrollar un cuadro de deshidratación severa y con ello la muerte.
Además, durante la infección el virus también ataca a las células del sistema inmune, esto deja al cuerpo más débil y susceptible a infecciones bacterianas secundarias.
La intervención médica veterinaria temprana y correcta podría ser la diferencia entre la vida y la muerte del can.
Tomar medidas preventivas y seguir las recomendaciones del veterinario evitará que nuestro cachorro adquiera la enfermedad.
Si tuvimos un caso de parvovirus en casa se recomienda limpieza y desinfección con hipoclorito de sodio, antes de introducir otro can.
Es muy importante iniciar esquema de vacunación a partir de las 6 – 7 semanas de edad o a criterio del médico veterinario y cumplir en tiempo, pero sobre todo concluir el esquema de vacunación. Una sola dosis de vacuna no protege al cachorro.
Mientras no se culmine el calendario de vacunación se recomienda:
- No poner en contacto al cachorro con otros perros
- No exponer al cachorro a otros ambientes fuera del hogar
- En perros adultos: revacunación a criterio del veterinario.