La cortisona es una hormona de tipo esteroidea, que el cuerpo sintetiza de manera natural a partir del colesterol en la corteza de la glándula adrenal o suprarrenal. Dicha glándula se encuentra por encima de los riñones de los animales y humanos.
La cortisona natural en los perros es producida y secretada en poca cantidad por esta glándula adrenal junto con otros glucocorticoides. Las principales funciones de estas hormonas consisten en regular todos los aspectos del metabolismo de los carbohidratos, las grasas y las proteínas.
Los corticoides naturales también estimulan la liberación de otras hormonas; sin embargo, el cortisol es el principal glucocorticoide secretado por las glándulas adrenales.
Otra de las funciones que hace la cortisona en los perros es inhibir los procesos inflamatorios, es decir, detener la inflamación, así como la inhibición del sistema inmunológico del perro.
Debido a este y otros hallazgos importantes, tras múltiples estudios a través del tiempo, fue que en el año de 1949 se produjo cortisona sintética por primera vez y desde entonces es utilizada para el tratamiento de algunos padecimientos en humanos y animales.
Cortisona en perros: ¿qué es?
La cortisona es uno de los nombres comunes por el que se conocen los antinflamatorios de tipo esteroideo. También se les llama corticoides o glucocorticoides.
A este grupo pertenecen otro tipo de fármacos antiinflamatorios corticoides.
Algunos de los corticoides de uso común en perros como son: hidrocortisona, prednisolona, metilprednisona, dexametasona, betametasona, flumetasona, entre otros.
Para qué sirve la hidrocortisona en perros
La hidrocortisona es un antiinflamatorio de tipo esteroideo, comúnmente utilizado en el tratamiento de la insuficiencia suprarrenal. O sea, cuando no hay una liberación adecuada de estas hormonas por parte de la glándula adrenal.
Es considerado un antiinflamatorio esteroideo débil y de corta duración en comparación con otros fármacos glucocorticoides.
Cortisona en perros: dosis recomendadas
La dosis recomendada de hidrocortisona es de 1-2 mg por kilogramo de peso al día.
Sin embargo, en medicina veterinaria se prefiere el uso terapéutico de otro tipo de glucocorticoides debido a que no existen productos de uso veterinario con este principio activo (la cortisona artificial).
En estos casos, es fundamental consultar al médico veterinario.
Cortisona en perros: efectos secundarios
Los corticoides son los fármacos antiinflamatorios más utilizados para el tratamiento de una gran variedad de padecimientos debido a su rápida acción.
Sin embargo, el exceso de cortisona en perros tiene amplios efectos secundarios farmacológicos y fisiológicos, además de que su uso está contraindicado en pacientes con enfermedades de tipo metabólico como la diabetes.
Los tratamientos manejados con glucocorticoides sintéticos por pocos días o por una o dos semanas no provocan efectos adversos significativos; sin embargo, un tratamiento mayor a este tiempo puede causar cambios indeseables en la glándula adrenal.
Los efectos adversos de la cortisona generalmente son consecuencia de un uso prolongado y de dosis por encima de las recomendables.
La administración de corticoides sintéticos a largo plazo afecta el eje de las glándulas hipotálamo-hipófisis-corteza suprarrenal. Esta afección inhibe la síntesis y liberación de los corticoides naturales liberados por la glándula adrenal.
La administración prolongada de cortisona en perros puede desarrollar y/o causar:
- Síndrome de cushing yatrogénico o hiperadrenocortisismo.
- Posible desarrollo de una diabetes o agravamiento de la enfermedad en un perro ya diabético, debido a los efectos que tiene la cortisona sobre la ruta metabólica de la gluconeogénesis (es decir, la síntesis de glucosa a partir de las reservas de lípidos y proteínas) y por ser antagonista de la insulina.
- El exceso de cortisona sintética puede causar la atrofia de la glándula adrenal y desarrollar hipoadrenorcortisismo yatrogénico secundario, debido a que se afecta la síntesis y liberación de los glucocorticoides naturales.
- Enfermedades hepáticas y crecimiento anormal del hígado.
- Úlceras gastrointestinales
- Reducción de la síntesis de colágeno en la piel, provocando un adelgazamiento y fragilidad en esta.
- Retraso en la cicatrización de heridas.
Por otro lado, no todos los perros son aptos para el uso de cortisona. El uso de esta hormona está contraindicado en situaciones patológicas como:
- Infecciones severas.
- Diabetes.
- Pancreatitis.
- Úlceras gástricas y duodenales.
- Úlceras corneales.
Tampoco se debe usar en hembras gestantes.
¿Para qué sirve la cortisona en perros?
Los glucocorticoides son capaces de suprimir procesos inflamatorios por diferentes vías, por ello su uso en perros es frecuente en la medicina veterinaria.
La cortisona en pastillas para perros generalmente es utilizada para tratar padecimientos de origen inflamatorio o inmunológico. En resumen, la cortisona está indicada en:
- Tratamiento a diferentes tipos de alergias debido a que suprimen la comezón e inflamación.
- Tratamiento en diversos tipos de shock.
- Tratamiento en trastornos musculoesqueléticos: Artritis inmunomediada, miositis, osteoartritis, otros.
- Tratamiento en enfermedades autoinmunes y algunas enfermedades neoplásicas.
- Deficiencias en corticoesteroides naturales, como sucede en la enfermedad de Addison.
¿Existe una alternativa a los corticoides en perros?
Actualmente, la farmacéutica veterinaria ha desarrollado nuevos fármacos para el tratamiento de enfermedades que presentan síntomas similares a las alergias: los corticoesteroides pueden ser remplazados en estos casos.
Igualmente, se cuenta con la elaboración de nuevos medicamentos antiinflamatorios para el tratamiento de padecimientos osteoarticulares sumando la suplementación alimenticia en algunos de estos casos.
Sin embargo, existen patologías que deben ser exclusivamente tratadas con cortisona, por lo que se han implementado algunas alternativas en el uso de glucocorticoides.
Una alternativa para reducir los efectos secundarios de los corticoesteroides es que una vez controlada la inflamación o los procesos inmunológicos mediante su administración diaria, se puede cambiar gradualmente a la administración en días alternos, de preferencia por la mañana, para asemejar el patrón de secreción natural de los glucocorticoides endógenos.
Se recomienda retirar los glucocorticoides en un tiempo de diez días con dosis reducidas.