A finales de la primavera, las primeras espigas, verdes e inofensivas, empiezan a verse por los campos. Meses después, se vuelven peligrosamente amarillas y secas y se enganchan con facilidad en el pelaje de nuestras mascotas hasta alcanzar la piel.
Hoy vamos a conocer más de cerca a estos puntiagudos enemigos y analizaremos los síntomas y pasos a seguir en caso de detectar una espiga clavada en la pata de un perro.
La espiga, eterna enemiga del perro
Antes de nada, es preciso hacer una precisión terminológica. El término "espiga" no constituye una entidad taxonómica separada, sino que se refiere a todo el conjunto de plantas compuestas por flores diminutas agrupadas en espiguillas, como son la cebada o la avena.
Aunque el cultivo depende de la zona, el clima y la madurez del grano, estas plantas suelen cosecharse durante los meses cálidos de verano. Por lo que respecta a las espigas del campo, estas pueden pertenecer a varias plantas diferentes que comparten las mismas características que las poáceas mencionadas anteriormente.
Es muy importante detectarlas y saber dónde crecen, en especial cuando se secan:
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Todos los lugares donde puede desarrollarse vegetación espontánea (ribazos, parajes descampados, laterales de las aceras, o alrededor de pequeños macizos de flores, etc.). Además, el viento puede transportar las espigas y las semillas a otras zonas;
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Parques públicos y caninos, en especial en zonas con falta de mantenimiento;
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Jardines, sobre todo después de cortar el césped, donde los tallos se desprenden de las espigas, aumentando el riesgo de acabar entre las almohadillas del animal.
Espiga clavada en la pata de un perro
Ahora que conocemos la estructura y las características de la espiga, podemos analizar en qué partes del cuerpo del perro pueden engancharse.
Los perros de pelo largo son más propensos a retener estas odiosas plantas. Sus afilados picos pueden meterse en:
- La nariz, mientras el animal husmea el entorno.
- La garganta. La saliva del animal pegada a sus juguetes puede entrar por la boca del can y quedarse atascada dentro.
- Orejas, que pueden dañar el tímpano.
- Ojos y lagrimal.
- Vulva en hembras.
- Glándulas perianales.
- Entre los dedos de las patas.
Siendo el que se presenta con mayor facilidad y frecuencia, nos centramos a continuación en la espiga clavada en la pata, en especial entre los dedos y las almohadillas.
¿Cómo saber si mi perro tiene una espiga clavada en la pata?
En primer lugar, es esencial saber por dónde llevamos a nuestra mascota de paseo. Un parque bien mantenido no es lo mismo que una zona sin tratar, donde los parásitos, las espigas y otras plantas tóxicas pueden campar a sus anchas.
Al volver de estos lugares, los perros suelen llevar enganchadas las espigas alrededor del pelaje. Debemos automatizar la revisión de las almohadillas a la vuelta a casa para comprobar que nuestro animal no lleva espigas.
¿Cómo extraer una espiga clavada en la pata de un perro?
La extracción de la espiga se puede realizar con pinzas, con cierta precisión, y prestando atención a no quebrar la planta. Es útil agarrar la parte más afilada (pegada al tallo) y tirar de ella hacia uno mismo para aprovechar su forma de flecha a nuestro favor y evitar el efecto "anzuelo".
Si no hemos llegado a tiempo y la espiga ha penetrado y herido la piel, la cosa se pone más seria, ya que la zona se inflamará y podrá infectarse.
Síntomas de espiga clavada
Una vez que la espiga consigue deslizarse entre el pelaje del can y se clava en la piel, la hendidura en la misma puede presentar los siguientes síntomas:
- Edema (hinchazón):
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Enrojecimiento;
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Dolor al caminar;
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Fiebre;
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Actitud del animal, que se lame o mordisquea continuamente la zona;
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Formación de abscesos purulentos en caso de infección.
¿Qué hacer en caso de infección?
Si el perro manifiesta los síntomas enumerados anteriormente, será necesario acudir a tu veterinario/a de confianza para que extraigan la espiga.
Probablemente, después de la intervención, tu perro deba llevar consigo un collar isabelino, comúnmente conocido como collarín, para que no pueda lamerse la zona afectada durante unos días.
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