Las perreras y los refugios están hasta los topes de perros que buscan una familia que les brinde una segunda oportunidad.
Lo que ignoran esos humanos es todo lo que recibirán a cambio: fidelidad, amor y confianza. Son los pilares fundamentales para entender las 7 razones por las que adoptar un perro merece la pena. Y te lo cuento desde mi experiencia personal, desde que mi perra Chufa y yo nos cruzamos en el camino.
Razones por las que adoptar un perro merece la pena
1. Un perro adoptado es un perro único
Siempre quise tener perro, desde niña. Estaba enamorada del perro del anuncio de Scottex, ese cachorro con sus andares graciosos y torpes. Pero mis padres no querían un perro ni bendito en casa. "Cuando vivas sola, haz lo que quieras", me decía mi madre. Y fue casi dicho y hecho. Eso sí, no fue de la manera que lo imaginé de pequeña.
Creía que tendría perro cuando viviera en una casa con jardín, para que mi perro tuviera espacio para jugar y corretear. Y eso por el momento, con 31 años ya encima, no es así.
Chufa llegó a mi vida sin esperarlo, sin buscarlo. Dicen que las mejores cosas de tu vida ocurren justo de esa manera, de repente. Llevaba ya varios años viviendo sola y en piso, así que por mi cabeza no pasaba la idea de tener un perro.
Aunque un par de amigos no pensaban lo mismo. "Oye, mira el evento de Facebook que te he pasado. Han encontrado una camada de cachorros abandonados". La llamada de mis amigos fue la mecha de mi aventura perruna.
2. Cambiarás el mundo de un ser vivo
Abrí el evento y… nada menos que 8 cachorros despeluchados y monííísimos. ¡Cómo no enamorarse! Mi cabeza era una montaña rusa de emociones.
Por un lado me podían las ganas de tener a un petardo de esos en mi casa, pero por el otro me veía en un mar de dudas. ¿Cómo hago con mis horarios de trabajo? ¿Sabré cuidarlo? ¿Cuántas veces hay que pasearle? Aunque tenía la cabeza a punto de ebullición, le escribí a la chica que los encontró.
Mientras hablábamos en mi mente ya le estaba comprando su cama, juguetes, el collar o arnés adecuado, los cuencos del pienso y del agua… ¡una locura!
3. Puedes evitar un sacrificio
Quedamos al día siguiente. De la camada de 8 cachorros ya solo le quedaban 3, por suerte. Cuando te metes en este mundo descubres verdaderamente la cantidad de abandono animal que hay en España.
Los 3 perros estaban dentro de un transportín. Por las fotos a mí me había gustado ya uno de ellos, pero al abrirse esa reja… Dos de ellos estaban súper inquietos, pero mi bola de pelo rubia se quedó al fondo del transportín. Era la más chiquitita y estaba muy asustada. Me enamoré, y aquí seguimos 7 años después.
4. No fomentarás la compraventa de animales
Mi ilusión de niña era tener un labrador color chocolate. ¿Y qué tengo? Una perra sin raza y rubia, tan rubia que tiene hasta las pestañas de ese tono. Y no sabéis cuánto me alegro que sea una perra adoptada.
Probablemente el labrador lo hubiera tenido que comprar, y digo bien alto que tras adoptar a Chufa jamás compraré un perro. En general, los perros son amor puro, y en particular, Chufa es la petarda más sociable y agradecida del planeta.
5. No te abandonará nunca
Los primeros meses con ella, cuando la recogí solo tenía un par de meses, fueron muy duros. Sabe Dios lo que sufrió esos dos meses abandonada en la carretera de montaña. Es más, la chica que los encontró tuvo que meterse en un contenedor de basura para sacar a mi rubia y a otro de los cachorros.
Al principio prácticamente no se movía de su cama y lloraba mucho. Si yo cambiaba de habitación, la tenía que cambiar también a ella. En el momento que me perdía de vista comenzaba el llanto.
Le tenía que dar de comer y beber de mi mano. Por no hablar de la bendita paciencia que hay echar parar enseñarle a hacer pipí y caca en la calle.
6. Recibes un amigo agradecido
Fueron pasando las semanas, el bicho cogió confianza y se espabiló… ¡ya lo creo que se espabiló! Descubrió que era eso de jugar, de salir a calle, al campo, de conocer gente, de corretear con otros perros y se convirtió en el culo inquieto que es.
Ya tiene 7 años y sigue igual, de hecho la gente por la calle todavía me pregunta si es un cachorro y… ¡no! Solo es una perra con mucha energía y un poco loca. Y esa energía, y esa locura, aunque a veces son las que me vuelven loca a mí, son las que hacen especial a Chufa.
He tenido momentos con ella de… ¡¿qué hago contigo?! Cuando te encuentras parte del sofá destrozado; comida que desaparece; pelos en el sofá cuando no tendría que haberse subido; que vomite en el sillón del coche; que el perro del vecino le caiga mal y ladre hasta que lo pierde de vista; la odisea de bañarla en casa; o sus desapariciones en la sierra porque se ha ido detrás de las cabras o de un conejo corriendo como si no hubiera un mañana. Aquí entran la educación, la paciencia y el aprendizaje mutuo.
7. Serás mucho más feliz
Llámame loca, pero Chufa es el amor de mi vida. Me aporta más que muchas personas. Con ella he aprendido a perder el miedo a expresar mis sentimientos. Si a ella le va bien así, ¿por qué no a mí?
Es una perra muy cariñosa, muere por una caricia. También me ha enseñado que no hacen falta las palabras para saber que alguien está junto a ti, que te quiere, que te apoya.
Me ha lamido muchas lágrimas, hasta se ha comido los pañuelos con mocos incluidos… Pero sobre todo nos lo pasamos muy bien juntas. Ya puedes tener el día más mierda que cuando entras por la puerta de casa, ahí está la alegría de la huerta para montarte una fiesta de bienvenida.
Por las mañanas, me atusa con su hocico para levantarme de la cama. Con Chufa es imposible aburrirse, ya se encarga ella de recordarte que le tienes que hacer caso, jugar o salir a la calle.
Verla corretear por la naturaleza es una gozada. Ella se lo pasa pipa explorando y juntas descubrimos nuevos lugares. Y siempre que puedo me la llevo a mis viajes. ¡Ah! ¡Y cómo mola dormir con ella! Sinceramente, no la cambiaría por nada del mundo. Ojalá dure muuuchos años.
Te he dado 7 razones fundamentales por las que adoptar un perro merece la pena, aunque personalmente tengo tropecientas. Como dije al principio, si adoptas a un perro te dará fidelidad, amor y confianza durante toda su vida, valores que interiorizas cuando un trasto de estos te roba el alma. ¿De cuántas personas puedes decir esto?
Formas de adoptar
Si estás interesado y preparado para traer un nuevo miembro a tu familia puedes optar entre varias opciones. Entre ellas, las siguientes:
- Desplazarse hasta el refugio o perrera más cercano a tu localidad y ver qué peludo se enamora de ti y viceversa.
- Ver a los candidatos online.
Adoptar on-line
Si te decantas por la segunda opción, en el universo de Internet encontrarás webs y páginas de Facebook o Instagram de diferentes asociaciones españolas. Además existen portales especializados en aunar los anuncios de adopción de diferentes protectoras.
Este es el caso de Wamiz. En nuestra sección de adopción hay más de 600 perritos y gatitos repartidos por toda la geografía española que esperan pacientemente una segunda oportunidad de vida. Puedes echarles un vistazo ? aquí.
También recomendamos una web lanzada por amantes de los animales voluntarios llamada Kerubi. Se trata de una plataforma gratuita de adopción de animales donde encontrarás perros, gatos, conejos y otros tipos de animales de asociaciones protectoras de toda España. Su principal objetivo es darles visibilidad para que encuentren una familia lo antes posible.
En Kerubi, como en Wamiz, las protectoras pueden registrarse para que sus animales aparezcan en adopción y a través de la plataforma los posibles adoptantes podrán contactar con ellas mediante un chat. Además, Kerubi utiliza un software que permite escanear los nuevos casos de la web de las protectoras y mediante Inteligencia Artificial subirlos automáticamente sin que tengan que hacerlo ellos.
También los particulares pueden registrarse y ayudar a que los animales puedan encontrar familia, con sólo un click pueden compartirlos en sus redes sociales y contribuir así a buscar familias para animales sin hogar.