Aunque a veces inofensivas para los humanos, algunas setas pueden ser letales para los gatos. Saber reconocer los síntomas es vital para su salud.
¿Los gatos pueden comer setas? ¿Qué hongos son altamente tóxicos?
¿Los gatos pueden comer setas?
La respuesta a si un perro puede comer setas es similar a la de cualquier alimento que consideremos añadir a su dieta: depende de varios factores.
Antes de nada, debemos considerar que las setas que son seguras para los humanos no necesariamente lo son para los gatos.
Incluso si un alimento es generalmente seguro, podría no ser adecuado para un gato en particular debido a su salud.
Por eso, siempre es recomendable consultar con un veterinario antes de ofrecerles setas u otros alimentos nuevos. En caso de duda, es preferible evitarlas para garantizar la salud y el bienestar del animal.
¿Las setas comestibles para humanos lo son para los gatos?
Existen varios millones de variedades de setas en todo el mundo, muchas de las cuales se comercializan y se venden en supermercados.
Sin embargo, cuando se trata de nuestros amigos felinos, debemos hacer una importante distinción: a diferencia de los humanos, no existen datos certeros ni pruebas concluyentes que demuestren que un hongo seguro para nosotros sea también inofensivo para un gato.
¿Por qué los gatos comen setas?
Los gatos son carnívoros estrictos, lo que significa que no necesitan comer setas ni otros alimentos de origen vegetal para obtener los nutrientes esenciales.
Sin embargo, es cierto que los gatos pueden sentir curiosidad por ciertos olores, incluidos los de las setas o champiñones cocinados.
Es importante tener precaución si los gatos tienen acceso a setas silvestres, ya que algunas son tóxicas y podrían poner en grave riesgo su salud.
Si bien no suelen consumirlas de manera natural al pasear, sí lo pueden hacer si hay setas en un cesto de casa, y su instinto curioso podría llevarlos a probar cosas nuevas, por lo que es mejor prevenir el acceso a cualquier alimento potencialmente peligroso.
Setas tóxicas para gatos
A continuación, se detallan cuáles son los géneros de setas más tóxicos para los gatos.
1. Las amanitas
La ingesta de este tipo de setas puede ser mortal, incluso en dosis muy pequeñas, y provoca dos tipos de reacciones:
- El llamado síndrome muscarínico, provocado sobre todo por las variedades Amanita pantherina y Amanita muscaria (que afecta al sistema nervioso). Los síntomas aparecen aproximadamente media hora después de tomarlo y afectan al sistema neurológico: desorientación, parálisis, ataques epilépticos, respiración lenta, coma.
- El síndrome faloidino, causado por la (fallos renales y hepáticos). Sus efectos se manifiestan a las 6/12 horas, y provoca síntomas que afectan al sistema digestivo: vómitos, diarrea, dolor abdominal, falta de apetito. Este envenenamiento provoca la destrucción de las células del hígado y es letal en 24 horas.
2. Setas alucinógenas
Desafortunadamente, estas sustancias crean efectos alucinógenos en humanos y, por lo tanto, los gatos pueden convertirse en víctimas accidentales.
Los efectos neurológicos pueden ser muy graves. Afortunadamente, la intoxicación suele ser de corta duración, pero como no hay suficientes datos clínicos disponibles sobre los efectos neurotóxicos en felinos, el resultado es siempre bastante impredecible.
3. Setas Clitocybe
Las setas del género Clitocybe también contienen muscarina, al igual que la famosa Amanita muscaria, y representan un peligro significativo para los gatos.
Si un gato ingiere estas setas, los síntomas aparecen rápidamente, generalmente en un rango de 5 a 30 minutos, e incluyen: salivación espesa y fibrosa, lagrimeo excesivo, necesidad frecuente de orinar, diarrea, dificultad para respirar (disnea) y vómitos.
4. Género Cortinarius
Un último síndrome relevante es el síndrome orelánico, causado por setas del género Cortinarius, conocidas por su toxicidad renal. Si un gato ingiere estas setas, los síntomas iniciales, como vómitos y diarrea, pueden tardar hasta 72 horas en aparecer.
Intoxicación en gatos por setas
Los síntomas de intoxicación en gatos por setas, plantas y flores tóxicas incluyen normalmente salivación excesiva, lagrimeo, sudoración, dificultad para respirar, vómitos y diarrea.
Si tu gato presenta los siguientes síntomas, es vital actuar con rapidez y tomar una foto del vegetal, flor u hongo ingerido, siempre que sea posible para facilitar el diagnóstico y tratamiento del veterinario.
Mi gato se ha comido una seta: qué hacer
Uno de los principales problemas cuando los gatos comen setas es la falta de información sobre los tratamientos específicos que contrarresten sus efectos.
A continuación, se presentan las pautas que deben seguirse si no sabemos si los gatos pueden comer setas, si el animal presenta signos de intoxicación o si acaba de ingerir un hongo que desconocemos:
- Es importante informar al veterinario sobre las características del hongo (como el color, el olor y el lugar donde crece), la cantidad ingerida, los síntomas observados y el tiempo transcurrido desde la ingestión.
- Si podemos, es recomendable recoger una seta igual a la que ha ingerido el gato para mostrarla al veterinario, y si el gato vomita, debemos guardar el material expulsado para su análisis.
- Mientras tanto, debemos seguir estrictamente las indicaciones del especialista.
- En ningún caso debemos recurrir a remedios caseros o populares sin base científica.
- Solo induciremos el vómito si el veterinario lo recomienda y no administraremos sustancias como leche u otros productos sin su autorización.
Intoxicación por setas en el gato: tratamientos
Los tratamientos suelen centrarse en aliviar los síntomas, como los vómitos y la diarrea, mediante antieméticos, líquidos intravenosos, carbón activado y medicamentos específicos para proteger el sistema neurológico, digestivo, riñones e hígado de los efectos adversos de estos hongos.
Conclusión
En conclusión, los gatos pueden comer setas solo si son completamente seguras para ellos, algo que solo puede determinar un profesional veterinario.