Traer un perro a vivir contigo a casa no es del todo fácil, menos si eres primerizo en la materia.
Quizás estás ansioso, nervioso y con ganas de tener todo listo para cuando el perro llegue a tu hogar. Sin embargo, no sabes con claridad qué necesita tu nueva mascota.
Es por todo lo anterior que —para hacerte a ti la vida más fácil y que puedas tener de la mejor manera posible a tu perro— hemos preparado esta guía de cuidados caninos para principiantes.
Todo lo que tienes que saber en cuanto a salud, alimentación, educación, entre otras cosas, lo vas a encontrar aquí.
Tu primer cachorro
La llegada de un nuevo miembro a la familia es un momento que puede resultar bastante estresante y angustioso: siempre vas a querer tener todo preparado y que todo sea lo mejor para que al cachorro no le haga falta nada y pueda crecer sano, fuerte, saludable y juguetón.
Para lograr este objetivo, hay que prepararse un poco y poner en práctica una serie de recomendaciones: no siempre será fácil, pero si te preparas adecuadamente, sabrás qué se necesita y, más importante aún, qué hacer en determinadas ocasiones.
Los primeros pasos
Antes de tomar la decisión, es importante hacerte unas preguntas y tomar un cierto tiempo para responderlas honestamente. Traer un perro a casa no es una decisión que deba tomarse a la ligera, ya que son muchos aspectos los que debemos contemplar.
Precisamente, antes de tomar la decisión, hazte las siguientes preguntas:
¿Por qué y para qué quieres un perro?
No existe una sola respuesta correcta, pero sí varias respuestas erróneas. Si los motivos son: para tener compañía, para ser más responsable, para hacer un regalo o quizá no tienes una respuesta clara, lo más probable es que no estés listo para tomar una decisión informada y responsable.
¿Está tu familia o las familias con las que convives de acuerdo?
Traer un perro a casa requiere que todas las personas que conviven contigo se sientan bien y a gusto con esa posibilidad.
¿Va con tu estilo de vida?
Tener un perro en casa implica una responsabilidad para toda la vida; esto quiere decir que va a estar presente durante tus vacaciones, mudanzas, días libres, etc., por lo que tendrás que dedicarle mucho tiempo y, en algunos momentos, enviarlo a una guardería u hotel canino.
¿Dispones de suficientes recursos?
No hablamos solamente de recursos económicos. Tener un perro en casa implica disponer de tiempo, espacio, actividad física, salud, entre otras responsabilidades.
¿Comprar o adoptar?
La adopción siempre será la mejor opción: ayudas a un animal sin hogar pero que tiene todas las condiciones para brindar amor, das una segunda oportunidad, ayudas a las fundaciones e instituciones que rescatan animales, ganarás un amigo incondicional, saludable y muy amoroso, entre muchos otros beneficios.
Sin embargo, si estás buscando un animal con determinadas características de raza, quizás estés pensando en comprar un perro.
Independientemente de si compras o adoptas, la responsabilidad es siempre la misma: ser un buen amo y darle a tu perro las mejores condiciones siempre.
Edades adecuadas
Los cachorros no solo obtienen de su madre el alimento y las defensas inmunológicas en los primeros meses de vida. De ella, y también de sus hermanos de camada, adquirirán una parte importante del proceso de socialización al igual que otros aprendizajes instintivos como limpieza, seguridad, jerarquía, sensibilidad, comunicación, entre otras características que le servirán en la vida adulta.
De ahí que sea importante que el cachorro permanezca con la madre y la camada por lo menos los primeros 3 a 4 meses.
Por el contrario, no existe una edad límite para adoptar o adquirir un perro: los animales adultos tienen las mismas facultades que los cachorros en términos de salud, educación y entrenamiento, aunque quizá sí tengas que ser más paciente y flexible con el adiestramiento de los perros mayores.
Preparando la llegada
Antes de la llegada del perro a casa, hay ciertas cosas que debes tener preparadas, sobre todo en temas de mobiliario: cama, recipientes para el agua y el alimento, juguetes para que permanezca activo, etc.
En estos aspectos es importante que tengas en cuenta no solo el tamaño actual del cachorro, sino que eventualmente va a crecer, de acuerdo con la raza, por lo que necesitará más espacio.
Lo ideal es que preveas y puedas conseguir elementos que puedan servirle tanto en la etapa de cachorro como en la etapa de adulto y no tengas que hacer una inversión económica adicional.
Una parte importante de preparar la llegada es hacer un análisis de los posibles riesgos a los cuales puede estar expuesto tu perro: ventanas, balcones, muebles afilados, vidrios, sustancias tóxicas, electricidad, etc.
Cualquier elemento puede convertirse en un riesgo si es de fácil acceso para tu perro.
En cuanto a la ubicación de la cama, procura siempre que sea un lugar tranquilo, cómodo, cálido, pero bien ventilado e iluminado y, preferiblemente, no en tu misma habitación, ya que siempre se verá tentado a subir a tu cama para dormir contigo.
Lo importante es enseñarles desde cachorros que tienen su propio espacio para dormir y así evitarás problemas más adelante.
Debes:
Entrenar y educar a tu perro desde muy pequeño sobre las normas de convivencia de tu casa para que de adulto no haya problemas por destrozos en el hogar o malos comportamientos.
No debes:
Gastar mucho dinero comprando cosas innecesarias en estas etapas. Muchas personas tienden a exagerar en los gastos comprando cosas que quizá son muy grandes para los cachorros o de adultos no son tan llamativas para ellos.
Primero lo primero: la alimentación
Una buena alimentación permitirá que tu perro crezca sano y fuerte y se mantenga así por años. En el mercado puedes encontrar infinita variedad de marcas, sabores, tamaños, formas y colores.
Sin embargo, lo más importante es identificar las necesidades de tu perro: si es cachorro, definitivamente necesitará comida para perros jóvenes por lo menos hasta los 9-12 meses y, si es adulto, deberás buscar una comida que vaya acorde con su estilo de vida: si es un perro activo o sedentario, si tiene alguna condición particular (problemas de peso, renales, digestivos, etc.), entre otras.
Es ideal que continúes con la alimentación que ha venido ingiriendo previamente: cualquier cambio abrupto de comida puede generar problemas como diarrea, vómito o indigestión.
Debes:
Consultar con el médico veterinario sobre cuál es el alimento más recomendado para tu mascota de acuerdo con la raza, la edad, la actividad física, el peso y los requerimientos especiales.
No debes:
Alimentar a tu perro todo el tiempo. En las primeras etapas es clave crear horarios y buenos hábitos de alimentación. Los cachorros deben comer mínimo unas 3 veces al día y los animales adultos, por lo menos 2 veces.
Servicios veterinarios
Es indispensable hacer una valoración inicial de tu perro con un veterinario. De esta forma, además de recibir asesoría profesional, conocerás el estado sanitario de tu mascota.
Vacunas, desparasitaciones, profilaxis y medicina preventiva deberán ser programadas desde los primeros días para que el perro esté saludable siempre y se puedan evitar momentos incomodos por enfermedades.
Adicionalmente, es importante que tu perro cuente con una historia clínica en un consultorio médico y se registren allí todos los datos importantes para que pueda circular sin problema.
Recuerda que el esquema de vacunación debe estar siempre al día.
Debes:
Hablar con otros propietarios que residan cerca de casa para solicitar recomendaciones de consultorios veterinarios por el sector. Lo ideal es que sean del agrado de tu mascota, de toda tu confianza y, preferiblemente, que tengan servicio las 24 horas del día. Ten siempre los datos de contacto a la mano como números de teléfono, direcciones y horarios.
No debes:
Consultar al veterinario solo cuando algo no esté bien. La prevención es la mejor herramienta que todos los amos tienen para que sus mascotas siempre estén saludables y activas.
Vacunas
Es indispensable que si tu perro no cuenta con el esquema de vacunas completo y actualizado, no lo saques a dar paseos a la calle o que tenga contacto con otros animales.
Antes de completar el esquema, los perros serán vulnerables a cualquier virus o bacteria que pueda estar presente en el ambiente, los elementos de juego o los demás animales.
Debes:
Consultar con tu médico veterinario sobre cuál es el esquema de vacunas más adecuado con la edad y el lugar de residencia de tu perro.
No debes:
Dejar que pierdan vigencia las vacunas. Lo usual y recomendable es que luego de completar el primer esquema, se haga un refuerzo anual de la mayoría de las vacunas.
Desparasitaciones
Forma parte de los cuidados fundamentales de todo perro. Una desparasitación, interna y externa, ayudará a que tu mascota siempre esté sana y que no afecte a los demás miembros de tu hogar por tener visitas incómodas, como pulgas o garrapatas, y que puedan ser transmisoras de otras enfermedades.
Debes:
Consultar con tu médico veterinario sobre frecuencias y productos con los cuales puedes hacer la desparasitación interna y externa de tu perro.
No debes:
Automedicar a tu mascota. Esto, además de no ser eficaz, puede poner en riesgo la salud de tu mascota por toxicidad o sobredosis.
Aseo e higiene
Esta es una pregunta muy recurrente de las personas que tienen un perro por primera vez: ¿cada cuánto es recomendable bañar a un perro?
La respuesta es que no sea más de una vez al mes.
Muchas personas suelen pensar que entre más baños, menos olor habrá, pero esto es relativo.
La piel y el pelo del perro necesitan la secreción de sustancias protectoras y humectantes que pueden llegar a perderse si los baños son muy frecuentes.
Para este tipo de circunstancias, lo mejor es buscar otras opciones como cepillado frecuente, baño seco, etc.
El baño dependerá de las condiciones del animal: qué tan sucio está, si hace mucha actividad física, si se encuentra saludable o si el clima externo es ideal para un baño.
Las primeras rutinas de higiene (baños, cepillado de pelo, corte de uñas y lavado de dientes) deberás ponerlas en práctica con cierta frecuencia para que el animal se vaya acostumbrando y no le resulte molesto.
Sé muy paciente y amoroso para que tu perro no relacione el momento del aseo con una situación traumática.
Si necesitas ayuda profesional, consulta con personas de confianza u otros amos para conocer recomendaciones de lugares adecuados y amorosos con los animales.
Debes:
Usar siempre productos aptos para mascotas. Por lo general, los productos de uso humano suelen ser irritantes, tóxicos e incluso peligrosos para las mascotas.
No debes:
Hacer del baño una experiencia traumática para tu perro. Procura siempre hacerlo con agua a temperatura adecuada (no muy caliente y no muy fría), en horas apropiadas (no días fríos o lluviosos), retirar muy bien cualquier exceso de jabón, champú o agua, secar muy bien con una toalla (preferiblemente no con secador para evitar asustarle y especialmente las patas y las orejas) y, sobre todo, hacer un refuerzo positivo de la hora del baño.
Educación
Los perros son animales muy inteligentes que siempre están aprendiendo de ti, de los demás animales y también del entorno.
La edad ideal para empezar a entrenar a tu perro es a partir de los 5-6 meses de vida. Esto no quiere decir que los animales adultos no aprendan, sino que lo hacen a otro ritmo, por lo que tendrás que ser más paciente, dedicado y ayudarte de elementos como snacks, premios u otros refuerzos positivos.
Cosas básicas como horarios, lugares dónde orinar o defecar, elementos para morder, intensidad de los juegos, entre otras cosas, pueden ser aprendidas para evitar problemas más adelante.
En caso de requerir ayuda profesional, consulta con otros propietarios sobre recomendaciones de personas, empresas, colegios o guarderías que presten dichos servicios cerca de tu lugar de residencia.
Una mano profesional e idónea nunca está de más.
Debes:
Dedicar tiempo a la educación de tu perro. Esto, además de reforzar los vínculos con tu mascota, servirá para evitar problemas por malos comportamientos en etapas adultas.
No debes:
Castigar o pegarle a tu perro. Usa siempre refuerzos positivos como una palabra cariñosa, el juguete preferido, un snack o premio alimenticio, una caricia, entre otros. Los perros, y en general los animales, aprenden mejor cuando los tratas con cariño.
Socialización
Para evitar inconvenientes como agresividad, miedo u otras conductas no apropiadas de tu perro, lo importante es que comiences un proceso de socialización con todos y cada uno de los elementos que el perro puede encontrar en su entorno: personas, otros perros, gatos, aves, elementos del hogar, etc.
De una adecuada socialización dependerá que la relación de tu perro con el ambiente que lo rodea siempre sea buena.
Debes:
Buscar ayuda profesional en caso de requerirlo. Existen muchos entrenadores, colegios, médicos veterinarios o personas profesionales que pueden ayudar a educar a tu perro y también prevenir y corregir malas conductas.
No debes:
Dejar de socializar a tu perro por miedo hacia otros perros o animales. Este tipo de miedos se pueden transmitir de amos a mascotas y el resultado será siempre un mal relacionamiento de los perros con su entorno.
Juguetes
Aparte de entretener a tu perro, los juguetes servirán para estimular su cerebro y mantenerlo activo no solo física, sino mentalmente.
En el mercado puedes encontrar todo tipo de juguetes y elementos de entretenimiento para mascotas. Lo ideal es que verifiques que el material, el tamaño y el relleno sean aptos para tu perro ya que pueden ocurrir accidentes como ingestión, intoxicación u otros accidentes por una mala elección de los accesorios.
Debes:
Siempre estimular a tu perro con juguetes que involucren los órganos de los sentidos. Visión, olfato, gusto y audición deben ser estimulados desde temprana edad.
No debes:
Gastar mucho dinero en estos juguetes. En casa puedes fabricar juguetes con elementos seguros y llamativos para tu perro como pelotas, cajas de cartón, tubos de papel higiénico, botellas plásticas, etc. Lo recomendable es que verifiques siempre que estos sean seguros e inofensivos para tu perro.
Horarios
Además del entrenamiento y la socialización, también es importante crear hábitos y rutinas en tu perro, esto hará que la convivencia sea mucho más sana. Horarios de comidas, de sueño, de paseos y de juegos deberán ser implementados y, hasta donde sea posible, mantenidos, con el fin de que tu perro tenga un esquema mental que le permita saber cuándo puede o no puede hacer ciertas cosas.
Debes:
Tener en cuenta las necesidades vitales de tu perro como alimentación, control de esfínteres, paseos y juegos, esto hará que tu perro se organice mental y fisiológicamente.
No debes:
Ser desorganizado con los horarios. Periodos largos de ayuno o sin orinar o defecar podrán acarrear problemas de comportamiento y también de salud.
Identificación: placa o microchip
Es vital que tengas a tu nueva mascota identificada para evitar extravíos, pérdidas o robos. Puedes hacerlo con una placa en el collar, con microchip o con ambos métodos, depende de lo que prefieras.
Una buena práctica es socializar a tu perro con otros amos o con personas cercanas para que si en algún momento se llega a extraviar, las personas sepan a quién pertenece el perro y puedan regresártelo fácilmente.
Debes:
Incluir en la placa de identificación el nombre de tu mascota, tu número telefónico y, si lo deseas, tu dirección.
No debes:
Sacar a tu perro a dar paseos sin ningún método de identificación. En algunas ocasiones, ellos pueden extraviarse al jugar o al perseguir algún objeto.
Esterilización
No importa si es macho o hembra, si no deseas que tu perro tenga camadas indeseadas, lo mejor es esterilizarlo a tiempo.
La esterilización, además de ser un acto de responsabilidad como amo, evitará fugas, accidentes y hasta enfermedades en tu perro.
La edad recomendable para esterilizar a un perro es antes de los 6 o 7 meses (edad en la cual la mayoría de las razas alcanzan la madurez sexual).
En el caso de las perras, es importante que sigas muy de cerca la edad de presentación del celo (que puede variar de acuerdo con el tamaño, la raza y otras condiciones), ya que deberás esperar dos o tres meses luego del celo para poder esterilizarla.
Recuerda siempre que esterilizar es un acto de responsabilidad y amor.
Debes:
Consultar con tu médico veterinario sobre los requisitos, edades y características particulares que necesitan los perros antes de poder ser esterilizados.
No debes:
Creer en mitos. La esterilización es segura y no genera problemas de conducta o nutricionales en tu perro.
Ser buenos amos
No puedes saberlo todo, lo importante es que te mantengas actualizado e informado siempre.
Para ello puedes hablar con otros amos, leer artículos o libros especializados, escuchar y ver programas sobre mascotas y consultar con profesionales.
Una educación constante hará que tu mascota y tú estén siempre actualizados sobre las últimas tendencias.
Debes:
Tener claros los requerimientos legales y de convivencia para salir con tu perro a dar un paseo. Usa siempre una bolsa o recipiente para recoger sus desechos y evita que tenga accidentes con otros perros, personas, automóviles u otros elementos.
No debes:
Llevar a tu mascota sin collar, correa o traílla y/o bozal (en caso de que lo requiera por ley). Una sana convivencia de tu perro dependerá de qué tanto conozcas y pongas en práctica las medidas requeridas.