La alimentación desempeña un papel importante y vital en la salud de tu perro. De ello dependerá que su organismo funcione correctamente y pueda responder a las agresiones que se puedan presentar por enfermedades u otros factores.
Los buenos amos no solo prestan atención a la salud en general de su perro, sino que además saben que para evitar posibles enfermedades o alteraciones, deben mantener a su perro alimentado de manera adecuada.
Esta es la base fundamental de la prevención de enfermedades: perros bien nutridos serán menos susceptibles a la presentación de enfermedades y su organismo estará en óptimas condiciones para responder a las posibles agresiones de virus, bacterias, hongos, entre otros agentes.
Ante todo lo anterior, una de las preguntas más frecuentes es: ¿cómo debo alimentar a mi perro? Te lo explicamos.
Historia de la alimentación del perro
Es importante conocer un poco sobre los comportamientos nutricionales de los perros. Para ello hay que hacer un poco de historia: los perros, en la antigüedad, eran más cercanos a sus ancestros silvestres, los lobos.
Gracias a esa familiaridad, los perros se consideraban antiguamente como carnívoros estrictos, al igual que lo siguen siendo los gatos.
La cercanía con el hombre ha hecho que el comportamiento alimenticio del perro haya evolucionado y también su sistema digestivo: hoy en día se pueden considerar como “carnívoros selectivos” o incluso “omnívoros”; es decir, que pueden alimentarse de todo.
Como resultado de ello, sus dientes se han modificado y ahora pueden desgarrar las fibras de la carne, romper fibras de vegetales y también triturar las partículas de alimento concentrado.
Además, el intestino ha visto modificada su longitud y en la actualidad se encuentra a medio camino entre los carnívoros (cuyo tamaño es más corto) y los herbívoros (cuyo tamaño es más largo).
¿Cuál es la mejor manera de alimentar a un perro?
La alimentación dependerá de varios factores entre los cuales podemos encontrar: la edad, el tamaño del perro, la raza, el tipo de actividad física que realice e incluso el estado de salud del animal.
La edad:
Es uno de los principales factores. Los cachorros necesitarán ser alimentados por la madre preferiblemente hasta los 2 meses de edad. De ella adquirirán no solo los nutrientes indispensables, sino también los anticuerpos necesarios para evitar enfermedades en esas primeras etapas. Pasada esa época, los animales ya pueden recibir alimento sólido y podrás empezar a hacer la transición de manera progresiva.
Posteriormente, de los 9 a los 16 meses de edad (dependiendo del tamaño del animal), tu perro puede empezar a comer comida para adultos y ya, de los 7 años en adelante necesitará comida especializada para adultos mayores.
El tamaño:
No es lo mismo alimentar a una raza grande o gigante, que a un perro de raza miniatura. Los requerimientos y las cantidades serán diferentes.
La actividad física:
Los perros que realizan actividad física frecuente y exigente necesitarán alimentos más ricos en energía y proteínas que los que llevan una vida sedentaria o que no realizan ejercicio a diario. En el mercado es fácil encontrar e identificar alimentos especializados de acuerdo con cada tipo de condición especial.
El estado de salud:
Los perros que han tenido cirugías frecuentes, enfermedades, accidentes o que se encuentran en tratamiento por alguna dolencia necesitarán que su alimento les permita reponerse y conservar su integridad. En las tiendas de mascotas es fácil encontrar alimentos especializados para perros con enfermedades hormonales, digestivas, de los riñones, entre otros.
Animales gestantes:
Necesitarán una dieta especial que les permita cubrir sus necesidades y también las de los cachorros que vienen en camino.
Así puedes alimentar a tu perro correctamente
El mejor alimento para tu perro será el que le brinde los requerimientos necesarios para mantenerse en óptimas condiciones sin importar si es un alimento seco, húmedo o una dieta natural. En general, los principales elementos a los que les debes prestar atención son:
Proteínas
No solo son necesarias para garantizar un crecimiento adecuado de tu perro, sino que también son fundamentales para mantener un sistema inmune fuerte que no permita ser víctima fácil de bacterias, virus u otros agentes. Los perros cachorros o jóvenes, que se encuentran en crecimiento, necesitan más proteínas ya que su metabolismo es más rápido, consumen más energía y están desarrollando los músculos; en cambio, en los perros adultos el metabolismo es más lento y ya han alcanzado su tamaño y su peso normal.
Grasas
A partir de este componente, el organismo de tu perro mantiene la piel y el pelo saludables. Además, las grasas son fuente de energía y ayudan en el transporte de las vitaminas.
Fibras
La fibra ayuda a digerir los alimentos, mejora la evacuación de las heces y puede ayudar a controlar el peso.
Estos son los principales elementos a los cuales les debes prestar atención a la hora de elegir el tipo de alimento y balancear la dieta que le quieres brindar a tu perro.
¿Cómo saber cuál es la mejor manera de alimentar a un perro?
Es importante recibir asesoría del médico veterinario. Él será el encargado de asesorarte en la elección del tipo de alimentación de acuerdo con las necesidades particulares.
Tipos de alimento para tu perro
En el mercado se pueden encontrar:
Alimentos concentrados:
Conocidos también como piensos o balanceado en algunas partes de Latinoamérica, estas son partículas secas de diferentes tamaños y con diversos ingredientes como cereales, carnes, vegetales, saborizantes, etc.
Alimentos húmedos:
Pueden encontrarse en forma de salsas o también en presentación semisólida.
Dietas naturales:
Estas se pueden encontrar en las tiendas de mascotas o también se pueden hacer en casa. Necesitan preparaciones y raciones definidas para cada animal.
En muchas ocasiones son los perros mismos los encargados de elegir el tipo de alimento, de acuerdo con qué tan apetitoso les parece y qué tan bien lo tolera su organismo.
No importa cuál sea la presentación o la dieta que decidas seguir con tu perro, lo importante es que esta esté diseñada y adaptada a los requerimientos de tu mascota para no pecar por exceso (sobrepeso u obesidad) o por defecto (mala nutrición o desnutrición).
¿Cuántas veces hay que darle de comer a un perro?
Esta es una de las principales inquietudes de los tutores de perros y tiene que ver con la frecuencia, la forma y la cantidad de comida que se le debe brindar al día.
Cantidad:
Los alimentos concentrados que se encuentran en las tiendas de mascotas indican en sus empaques la cantidad sugerida de acuerdo al tamaño y la raza del perro.
En general esta será:
Razas mini o toy (de 2 a 3 kg de peso): como los yorkshire terrier, chihuahua, pomerania, pug, entre otros, no deben exceder los 120 gramos de comida al día.
Razas pequeñas (de 4 a 10 kg de peso): como los jack russell terrier, west highland white terrier, schnauzer, entre otros, deben recibir máximo 200 gramos de comida al día.
Razas medianas (entre los 10 y los 20 kg de peso): como el bóxer, husky siberiano, samoyedo, chow chow, etc., deben recibir hasta 260 gramos de comida al día.
Razas grandes y gigantes (de los 20 kg en adelante): como el gran danés, terranova, pastor alemán, labrador retriever, san bernardo, etc., deben consumir entre 400 y 1.000 gramos de comida al día.
Frecuencia:
Lo ideal es que lo perros no tengan periodos de ayuno prolongado (de 24 horas o más) ya que pueden presentar problemas como irritaciones del estómago, gastritis o dilataciones (ensanchamiento) del estómago al comer grandes cantidades en poco tiempo. La periodicidad dependerá de qué tan fácil es para ti alimentar a tu perro pudiendo ser dos, tres o cuatro veces al día.
Es importante tener en cuenta que la ración total se dividirá entre el número de comidas que le suministres al día. Adicionalmente, vale la pena mencionar que los perros cachorros necesitarán ser alimentados con mayor frecuencia que los adultos, quizá hasta seis veces al día.
Horario:
Lo ideal es que tengas un esquema claro tanto para ti como para tu perro. Este debe ser fácil de seguir y, preferiblemente, no variarse con frecuencia. Esto contribuirá a crear buenos hábitos en tu mascota. La primera comida debe proveerse a primera hora del día (similar a como es el desayuno en los seres humanos), ya que ellos llevan un tiempo de ayuno prolongado en la noche. Se sugiere administrar la última comida antes de las ocho de la noche para que él pueda descansar tranquilamente y no necesite salir con urgencia a hacer sus necesidades, aunque este horario dependerá de tus hábitos y los de tu canino.
Forma:
Los perros tienden a tener bastante apetito, por esto se aconseja no dejar la comida siempre a disposición de tu perro. Esto ayudará a crear rutinas y a evitar problemas de sobrepeso u obesidad.
Alimentación para perros con problemas alimenticios
El adelgazamiento o la obesidad deben ser evaluados con el médico veterinario para determinar la causa y plantear un tratamiento oportuno y efectivo. En cualquiera de estos casos, se sugerirá un cambio de alimento para tu mascota.
Transiciones alimenticias: cómo cambiarle el alimento a tu perro
Las transiciones alimenticias deben realizarse de forma progresiva para evitar problemas como indigestión, vómito o diarrea. Este cambio debe tomar mínimo una semana así: en los dos primeros días deberás darle 75% del alimento antiguo y 25% del nuevo. En el día 3 y 4, la proporción de alimento nuevo y antiguo será 50% y, en el día 5 y 6, la proporción será 75% del alimento nuevo y 25% del antiguo.
El papel del agua en la alimentación de tu perro
Los perros deben tener disponible siempre agua limpia, fresca y a temperatura ambiente. El agua es parte fundamental de una buena alimentación y, además, ayuda a mantener todos los sistemas del organismo equilibrados.
¿Qué cantidad de comida casera debe comer un perro?
Primero, vale la pena diferenciar las dietas naturales de la alimentación casera: las dietas naturales consisten en brindar alimentos balanceados y adaptados a las necesidades del perro, que se administran de forma cruda o semi cruda; en cambio, la comida casera consiste principalmente en sobras o alimentos de los cuales no es fácil evaluar la composición nutricional, por lo que, la mayoría de las veces, pueden ser ricos en carbohidratos, grasas, condimentos, entre otros ingredientes, que pueden afectar la salud de tu perro.
La recomendación en este aspecto es que evites al máximo dar comida casera a tu mascota a menos que esta sea balanceada especialmente para tu perro o que este tenga una condición patológica especial.
¿Son recomendables los suplementos alimenticios?
Los suplementos alimenticios son recomendables y, en algunos casos, necesarios. Los perros que tienen problemas de piel, pelo, sistema nervioso, de huesos o músculos, e incluso después de haber sido sometidos a cirugías, pueden requerir suplementos nutricionales como vitaminas, minerales, omega 3 y 6, etc.
Este tipo de suplementación debe ser sugerida por un médico veterinario y, además, debe ser tomada en cuenta a la hora de calcular las raciones de tu perro para evitar alimentarlo de más.
Recomendaciones finales
- Crea rutinas e intenta no modificarlas con frecuencia.
- Ninguna dieta es completamente efectiva para evitar problemas de sobrepeso u obesidad. Estas deben ir siempre acompañadas de actividad física.
- Cuida siempre la higiene y condición de los alimentos: si notas alimentos en descomposición, con mal olor o en malas condiciones, no se los suministres a tu perro.
- Evalúa con detenimiento todas las opciones que existen en el mercado y, en lo posible, busca asesoría de tu médico veterinario para elegir el alimento más adecuado.
- Ten en cuenta qué alimentos son beneficiosos y cuáles son tóxicos para los perros, de esta forma evitarás alergias o intoxicaciones.