En centros veterinarios es habitual encontrar tutores de mascotas diciendo: ¡Auxilio! ¡Mi perro comió veneno!
Ya sea por descuido o intencionado por terceras personas, esto es un acontecimiento en el que debemos actuar de manera inmediata, porque la vida de nuestra mascota está en peligro.
¿Qué hacer si mi perro comió veneno?
Como tutores o responsables de mascotas debemos tener presente el tipo de sustancias tóxicas o venenosas que podríamos tener en casa, a las que nuestros perros pudieran tener acceso en un descuido e ingerirlas.
Tal es el caso de:
- Raticidas.
- Fertilizantes.
- Pesticidas.
- Refrigerantes para autos.
- Medicamentos.
- Alimentos e incluso plantas o insectos ponzoñosos que pueden habitar dentro de nuestra zona.
Algunos de estos, al ser comidos por nuestros perros, pueden llegar a ser tóxicos y hasta letales. Si el accidente ya ha ocurrido, lo importante es ¿qué hacer si mi perro comió veneno?
- Primero: debemos identificar el tipo de sustancia o veneno que nuestro perro pudo haber comido.
- A continuación, de ser posible, tomar el empaque o una muestra de aquello que pudo haber ingerido.
- A continuación, llevarlo inmediatamente al veterinario.
La identificación de aquello que pudo envenenarlo ayudará al médico veterinario a llegar a un diagnóstico más rápido y con ello proveer el tratamiento adecuado para tu mascota.
¿Qué darle a un perro que comió veneno?
Si te encuentras ante la presencia de uno o más de los signos mencionados arriba, esto es lo que debes hacer.
Primero que nada, debemos evitar darle a nuestros perros remedios caseros, pues podríamos complicar el cuadro clínico.
Por ejemplo, existe la creencia que purgando a los animales con algún tipo de aceite vegetal se puede remediar el problema; sin embargo, en esta situación podría más bien complicarlo.
¿Por qué? Algunos de los venenos dentro de sus características químicas se consideran liposolubles, esto quiere decir que son solubles en medios grasos.
Si empleamos el remedio casero de purgar con aceite de oliva, esta sustancia lo único que provocaría es facilitar la absorción del veneno, acelerando el envenenamiento y la posible muerte de nuestra mascota.
Lo mejor que podemos hacer en caso de envenenamiento intencionado o cuando nuestro perro comió veneno o sustancias tóxicas es llevarlo inmediatamente al veterinario.
Camino al veterinario podemos darle carbón activado en una dosis de 1 a 4 gramos por kilogramo del peso de nuestro perro.
Para un perro de 10 kilos serán 10 gramos de carbón activado en 20 ml de agua.
El uso de carbón activado es seguro y eficaz, además de que es una sustancia fácil de conseguir en cualquier farmacia.
Sin embargo, recuerda que la sola administración de carbón activado, sin una pronta intervención veterinaria, no garantiza la recuperación y sobrevivencia del can: el envenenamiento es una emergencia y se debe de actuar de inmediato.
¿Cómo saber si mi perro consumió veneno?
Pero lo verdaderamente importante es identificar el problema a tiempo. Así que es fundamental aclarar ¿cómo saber si mi perro consumió veneno?
Normalmente, los primeros signos clínicos por envenenamiento o intoxicación aparecen dentro de las primeras 5 horas después de la ingestión.
Podríamos sospechar que un perro comió veneno cuando se vean en conjunto algunos de los siguientes signos considerados como alarma:
- Vómito
- Náusea
- Babeo y jadeo excesivos
- Desorientación
- Falta de coordinación
- Parálisis
- Pupilas dilatadas
- Pérdida de la conciencia
- Convulsiones
- Temblores o tics
- Movimientos involuntarios de ojos
- Fiebre
- Encías de coloración roja, blanca o azul
- Dificultad para respirar
- Rigidez de cuello y patas
- Erupciones anormales en la piel
- Cara hinchada.
Mi perro comió veneno para ratas
Lamentablemente, es muy común dentro de la práctica clínica veterinaria escuchar “mi perro comió veneno para ratas”. Este tipo de veneno son cebos adicionados con sabores y olores sumamente atractivos para toda clase de animales, incluyendo perros y gatos.
Si tenemos la sospecha de que nuestro perro ha comido veneno para ratas, es importante conocer la marca o el tipo de sustancias que contiene, debido a que en el mercado existen diferentes tipos de raticidas.
Las diferentes fórmulas químicas de los raticidas van a interactuar dentro del organismo de distinta manera, causando con ello diferentes signos clínicos en nuestra mascota.
Existen, por ejemplo, venenos que actúan alterando la coagulación sanguínea, mientras que otros actúan a nivel del sistema nervioso central provocando signos neurológicos.
En este caso, también es importante que, si puedes, identifiques el veneno para agilizar el diagnóstico al veterinario.