La mordedura de un perro es una situación que genera confusión y preocupación, especialmente si se trata de nuestro animal.
Ante este tipo de incidentes, es fundamental mantener la calma y saber actuar correctamente desde el primer momento. ¿Cómo castigo a mi perro por morder?
Mi perro me ha mordido el dedo
La mordedura de un perro debe tratarse con responsabilidad. No obstante, reaccionar con gritos, reproches o castigos físicos no solo resulta ineficaz, sino que puede empeorar la situación.
Antes de nada, lo más adecuado es tomar distancia y asegurar la protección de todas las personas y animales presentes antes de analizar lo ocurrido.
La dentadura de los perros
Debido a su origen depredador y carnívoro, la dentadura de los perros está diseñada para capturar, desgarrar y triturar, incluso en perros pequeños.
Además de los colmillos, la fuerza de mordida, que se mide en PSI (libras por pulgada cuadrada), también representa un factor de riesgo, y puede variar según la raza.

Por ejemplo, un kangal o pastor de Anatolia puede alcanzar una fuerza de mordida de unos 740 PSI, superando incluso al león, que ronda los 691 PSI. Por el contrario, un chihuahua puede generar alrededor de 100 PSI.
Mi perro me ha mordido: ¿es grave?
La gravedad de una mordedura depende de diversos factores, como la raza del perro implicado, su tamaño y la parte del cuerpo afectada.
En términos generales, las mordeduras de perro se clasifican en tres categorías:
- Hematomas causados por presión mandibular: pueden dañar músculos, nervios y huesos, y conllevan riesgo de infección.
- Heridas profundas: provocadas por los colmillos superiores, suelen sangrar y requieren atención médica inmediata.
- Heridas superficiales: a menudo causadas por los colmillos inferiores, no necesariamente sangran, pero deben ser evaluadas por un profesional sanitario.
En todos los casos, es importante recordar que la saliva del perro puede contener patógenos peligrosos. Estos pueden penetrar en el organismo a través de heridas abiertas y provocar infecciones.
Por este motivo, cualquier mordedura de perro, independientemente de su apariencia, debe recibir atención médica lo antes posible.
¿Cómo castigo a mi perro por morder?
Independientemente de si ha habido advertencias previas por parte del animal, el castigo no es una respuesta adecuada.
Gritar, regañar o recurrir a la violencia solo incrementa el nivel de estrés del animal y refuerza comportamientos no deseados.
Mi perro me ha mordido el dedo: cómo castigarlo correctamente
Un perro no aprende mediante el castigo, sino a través de la paciencia, la coherencia y el adiestramiento positivo. Tras un incidente, conviene reevaluar el enfoque educativo:
- Establecer límites claros y consistentes, sin recurrir a la violencia.
- Reforzar el vínculo mediante sesiones de entrenamiento regulares y calmadas.
- Proporcionar estimulación física y mental, junto con períodos adecuados de descanso.
- Contar con el apoyo de un profesional cualificado en adiestramiento positivo para analizar las causas del comportamiento y definir un plan de acción.

Trabajar en la relación a largo plazo es esencial para restablecer la confianza y garantizar la convivencia segura y equilibrada.
¿Por qué me ha mordido mi perro? Posibles causas
Antes de abordar este tema, es preciso que entiendas que los perros no recurren a la mordida sin una razón ni sin previo aviso.
Antes de tomar cualquier medida, es fundamental comprender el origen del comportamiento agresivo:
- ¿El perro se sintió amenazado, acosado o asustado?
- ¿Estaba experimentando dolor físico?
- ¿Se trató de una conducta defensiva relacionada con la protección de recursos, como comida o juguetes?
- ¿Mi perro me ha mordido tras haber ignorado señales previas de incomodidad?
Solo conociendo la motivación detrás de la mordedura es posible intervenir de forma adecuada, justa y orientada a la prevención futura. En el siguiente vídeo, el veterinario y divulgador Manuel Manzano aborda las 8 causas de la agresividad más comunes en perros:
Mi perro me acaba de morder: qué debo hacer
Una mordedura, especialmente cuando ocurre de forma repentina, puede provocar una reacción emocional intensa. Sin embargo, es fundamental mantener la calma para no agravar la situación ni dañar aún más la relación con el perro.
1. No gritar ni castigar
Por muy doloroso o impactante que resulte el incidente, evitar reacciones impulsivas como gritar, regañar o aplicar castigos físicos es esencial.
2. Priorizar la seguridad
Lo más importante es garantizar la seguridad de todas las personas y animales presentes. Si es necesario, se recomienda separar al perro con suavidad, utilizando correa o bozal si se dispone de ellos.
3. Evitar el contacto inmediato
Después de la mordedura, el perro puede seguir en estado de estrés o alerta. Forzar el contacto físico o verbal puede aumentar su incomodidad. Es preferible proporcionarle un espacio tranquilo donde pueda relajarse, manteniendo un entorno controlado.
4. Desinfectar y tratar la herida
Toda mordedura, incluso si parece leve, debe considerarse un riesgo sanitario. Se recomienda limpiar la zona con agua y jabón y acudir a un centro médico para una evaluación profesional.
5. Analizar la causa del incidente
Una vez que la situación está bajo control, resulta fundamental reflexionar sobre el motivo de la reacción. Factores como el dolor físico, el miedo, el estrés, la protección de recursos o una manipulación insistente pueden haber actuado como detonantes.
Identificar la causa es el primer paso hacia la prevención de futuras situaciones similares.
¿Qué puede pasar si tu perro muerde a alguien?
Desde el punto de vista legal, en España los responsables del animal son civilmente responsables de los daños que su animal pueda causar (artículo 1905 del Código Civil).
Responsabilidad en caso de mordeduras de perros
Las demandas civiles por daños en España pueden superar fácilmente los miles de euros si contamos tanto el importe de la indemnización como los gastos procesales y honorarios, aunque esto depende de muchos factores (alcance de las lesiones, justicia gratuita, honorarios en función del abogado/a, etc.).
Para evitar imprevistos, existen seguros de responsabilidad civil para perros, que cubren tanto mordeduras como otros daños, incluyendo accidentes de tráfico o daños materiales.
En algunos casos, el seguro de hogar cubre también este tipo de incidentes con animales.
Conclusiones
Mi perro me ha mordido el dedo o la mano: esta reacción no debe entenderse como una traición por parte del animal. Los perros se comunican principalmente a través del lenguaje corporal y el comportamiento, y la mordida puede ser una reacción extrema tras haberse ignorado señales previas.
La clave está en interpretar correctamente esas señales, actuar con responsabilidad y restaurar el vínculo con el animal mediante paciencia, coherencia y ayuda profesional si fuese necesaria.