Es muy importante que esté supervisada por un profesional veterinario o un especialista en nutrición, ya que es una dieta específica que un animal sano no necesita tomar.
Qué es la Dieta Cetogénica o Dieta Keto
La Dieta Cetogénica, también conocida como Dieta Keto, tiene las siguientes características:
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Se basa en una alimentación con poco aporte de hidratos de carbono y azúcares, un alto aporte de grasas y un aporte adecuado de proteínas.
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El cuerpo, al no recibir hidratos de carbono, debe tomar la energía de la grasa (la que ingerimos o almacenamos en nuestro cuerpo).
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El hígado se ve obligado a descomponer las grasas produciendo cuerpos cetónicos.
Alimentos permitidos en el menú cetogénico
La Dieta Cetogénica se puede llevar a cabo con comida casera. Si te es complicado cocinar para tu perro, siempre se puede optar por una dieta comercial de buena calidad. Algunas marcas comerciales ya están lanzando productos con esas características.
Los porcentajes de nutrientes y los alimentos a utilizar son:
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60%-70% grasas: aceite de oliva virgen, mantequilla, aguacate, aceite de pescado…
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20%-30% proteínas: deben ser de origen animal y de alta calidad. Es importante asegurar el aporte de aminoácidos esenciales como la arginina. Podemos utilizar: pollo, carne de caza, ternera, pavo, cerdo, pescados ricos en omega 3, queso fresco…
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10% carbohidratos: verduras de hoja verde, brócoli, coliflor, calabaza, espinaca… Estas verduras ayudarán al tránsito intestinal ya que son una fuente importante de fibra.
¿Por qué es buena la Dieta Cetogénica para los perros?
Como ya hemos ido explicando, esta dieta se basa en reducir considerablemente el aporte de hidratos de carbono en la dieta y aumentar el de grasas por los siguientes motivos:
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La grasa es el combustible del cuerpo al no recibir hidratos de carbono, así que, es normal que haya una pérdida de peso, siendo útil esta dieta en casos de obesidad, artrosis…
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Se recomienda en casos de perros con cáncer, diabetes o epilepsia, ya que, junto con el tratamiento veterinario adecuado, mejorará mucho el estado del perro. Por ejemplo, en la diabetes, ayudará a controlar mucho mejor los niveles de azúcar en sangre.
Dieta cetogénica para perros con cáncer
Empezaremos diciendo que el cáncer es una enfermedad grave y complicada de tratar. En ningún caso la dieta que estamos explicando sustituye el tratamiento veterinario.
Un perro con cáncer tiene el sistema inmune debilitado por la propia enfermedad y los tratamientos (quimoterapia,cirugías…).
Está demostrado que las células tumorales se alimentan de glucosa o azúcar, que es el producto de la descomposición de los hidratos de carbono. Como no son capaces de alimentarse de la grasa, con una Dieta Cetogénica, hacemos que el tumor no pueda alimentarse.
Es importante que pensemos que un perro con esta enfermedad, posiblemente, tendrá menos apetito que un perro sano, así que hay que asegurarse que los alimentos que se le ofrecen sean de máxima calidad y en más tomas diarias de menor cantidad.
Debemos utilizar alimentos que estimulen y ayuden a las defensas como los ricos en omega 3, probióticos y vitaminas. También se pueden aportar en forma de suplemento.
Dieta Cetogénica en perros con epilepsia
Como en el resto de enfermedades, la Dieta Keto no sustituye el tratamiento veterinario.
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Se ha demostrado con diferentes estudios que esta dieta hace que se reduzcan los ataques epilépticos en perros.
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Se utilizaba en personas, sobre todo niños, en la antigüedad, antes de que exisitieran los tratamientos anti convulsivos.
Peligros de la Dieta Cetogénica
Ya hemos indicado que esta dieta es específica para perros enfermos y siempre, siempre y siempre debe ser formulada o controlada por profesionales veterinarios para minimizar los riesgos y maximizar los beneficios.
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Si las proporciones o cantidades no son correctas, el perro puede perder demasiado peso, sufrir atrofias musculares y debilidad.
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Se pueden producir alteraciones hepáticas y renales, ya que el hígado trabaja más que en una dieta con más carbohidratos.
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Si eres fan de la dieta cruda para tu perro, en este caso, no se aconseja. Es complicado controlar las bacterias y parásitos en un alimento crudo, y, pensando en que las defensas están bajas en un animal enfermo, una infección de este tipo sería muy perjudicial.